Páginas

jueves

Rabiosa

Pues sí,estoy enfadada y molesta.No entiendo a que vienen esos intentos de celos,no sé porque ella se cree que me pone celosa al hacerle regalitos y chorradas.A mi me da igual,él no me gusta y ella cree que sí por eso intenta joderme.Por el amor de dios,yo no tengo 9 años ni ella tampoco pero los aparante realmente.Te lo explicaré un poco querido diario,ella es...(mejor no lo digo,dejemoslo en puntos suspensivos)Y él es un muchacho que le gusta a ella.Ella cree que a mio tambien me gusta y como es así de...niña chica intenta captar toda su atención creyendo que a mi me duele,pero no me duele porque él no me gusta,me gustaría tenerlo como amigo y punto,porque es un chaval simpático.Esta situación me está hartando,me entran ganas de gritarle que me deje en paz,que no me pone celosa ni mucho menos,pero eso terminaría en una pelea y en un sin hablarnos y no tengo ganas de eso porque la tengo que ver por fuerza.
Así que esta noche no iré a esa estúpida cena,dejaré que esté con él y que le de ese regalito que tiene para él.
Aunque lo que de verdad deseo esque él anhele mi presencia,ya sé que es una contradición,pero esque aunque él no me guste quiero que nos una algo,como un amor secreto,porque yo nunca tendría nada con él,por el simple echo de que ella lo quiere y yo no podría hacerle eso a ella.

Muchas gracias por escucharme,siempre me vendrán bien estas reflexiones (:

miércoles

Decepcionada.

Estoy un poco decepcionada y me gustaría compartir mis motivos contigo,diario mio.He hecho un evento para promocionar mi Flickr,han aceptado el evento 4 personas y dos le han dado a quizás.Pero no he recibido ni una sola visita a mi galería.Hago todo esto con toda mi ilusión y la gente no lo valora.Me agregan diciendo que siga su historia,que me pase por su blog,patatín patatán...Pero ellos no piensan en mi y encima me da pena no aceptarles porque yo también empezé en su día con una historia,la única diferencia esque yo nunca agregué a nadie,porque no me parecía bien poner a nadie en un compromiso.Y sin embargo la gente sí lo hace y no te devuelven el favor.

En fin,necesita desahogarme (:

sábado

Capítulo 8.Pasión (primera parte :))

Bajé hacía el salón tambaleandome.En el patio Carol conversaba con Diego,parecía preocupada,quizás le estubiera contando lo de David.Dudé entre ir o no,más que nada porque no sabía como debía actuar con Diego,opté por lo que había decidido antes,hacer como si no hubieramos discutido.
Diego estaba de espaldas pero Carol no,por lo tanto me vió y me dedicó una de esas sonrisas que me hacían sentir segura de mi misma.
Me acerqué a ellos.
-Hola-le interrumpí.
Rodeé la cintura de Diego y le besé el cuello(no llegaba a sus labios y él tampoco estaba por la labor de agachar la cabeza)Pareció sorprendido pero al final me devolvió el abrazo y yo me estremecí ante su tacto.
-Le estaba contando a Diego lo de David-explicó Carol,mientras sus ojos vagaban de Diego a mi.
-Ah-musité asintiendo-¿Cómo esque no te diste cuenta de que era "su" David?-le pregunté a Diego.
-No sé Blanca,estaba pendiente de otras cosas-respondió irresistiblemente.
Me guiñó el ojo a la vez que frotaba mi costado,me quedé mirándolo como una tonta.Me entraron unas ganas terribles de besarlo pero no lo hice por respeto a Carol.
Carol habló leyéndome el pensamiento como siempre
-Bueno,bueno,si no os importa,tengo cosas que hacer-nos dijo con una pizca de ironía.
-Claro,claro-respondió Diego trabándose con las palabras,señal de que estaba nervioso,por lo que yo me puse más nerviosa todavía.
Carol se retiró meneando la cabeza pero sonriendo.
Diego y yo nos miramos,cómplices.
-Mi día ha sido insoportable-comentó Diego mientras nos sentabamos en una hamaca.
Le miré con el ceño funcrido.
-¿Y eso?
-No soporto discutir contigo.
Me miró a travez de sus pestañas y yo sentía que me derretía,no quería imaginar la cara que tendría ahora,pero seguro que sería de una ridiculez total.
Empezamos a besarnos mientras la temperatura subía.
Diego susurró a mi oido.
-¿Estás segura?-susurró jadeante.
Seguí besándole como respuesta,jugueteando con su lengua.
Diego me tumbó en la hamaca,intentando quitarme la camiseta.
Reí bajito.
-Diego...
-Dime-levantó la vista de mi cuello con la mirada ardiente,tenía el cabello alborotado(aunque eso era culpa mía).
-Podriamos irnos a un sitio más privado...-le pedí con una mueca en la cara.
No tardó un segundo en cogerme en brazos y dirigirnos hacía su habitación.Nos metimos unos cuantos chocazos antes de poder entrar en el cuarto.
Esta fuí yo la que tiró a Diego a la cama y le fuí besando el ombligo,los pectorales,recorriendo su cuerpo perfecto.
Cuando estubimos desnudos y a punto de dar el paso,más excitados que nunca,me acordé de algo y automaticamente me puse las braguitas.No recordaba que estaba con el periodo.
Diego se demoró sobre la cama.
-Mierda-murmuró apoyado sobre sus antebrazos.
Le miré con una expresión culpable.
-Lo siento.
-No pasa nada,pero...
Esperé a que terminara la frase con los ojos abiertos.
-Ahora que hago yo con esto-exclamó señalandose ahí abajo.
Me quedé sin palabras,normalmente no conversaba con chicos sobre esos temas.Todo esto era nuevo para mi.
-No sé,yo no tengo "eso"...-contesté mientras me encogía de hombros.
Diego soltó una carcajada que sonó bastante fuerte.
Me incorporé para terminar de vestirme,consciente de que Diego me observaba,rodeó mi cintura sentado en la cama y me estrechó junto a él,enterrando su cabeza en mi estómago.
-Te quiero-me susurró mirándome desde abajo.
Sonreí tímidamente mientras me sentaba en su regazo.
-Yo también.
Nos quedamos mirándonos unos segundos,después aun abrazados nos tumbamos en la cama acariziandonos mutuamente.Creo que seguimos acariziandonos cuando estubimos dormidos,como un movimiento involuntario.
Desperté en el suelo,Diego aun seguía durmiendo en la cama,me fijé en sus perfectas facciones,lo cierto esque nunca habiamos dormido juntos,no toda la noche,él a veces se quedaba en mi cuarto hasta que me dormía y entonces se marchaba a al suyo,pero hoy había surjido así y yo encantada.Mientras le acariziaba sus gruesos labios abrió los ojos de un profundo verde,tanto que casi eran grises.
-Eh pequeña...-murmuró con media sonrisa.
Le besé en la mejilla,aunque rozando sus labios,sabía que le encantaba cuando le besaba así.
-¿Cómo has dormido?-inquirió mientras se acomodoba en la cama,junto a mi.
-Chist...He dormida más de media noche en el suelo.
-No me jodas...-murmuró Diego preocupado.
-Venga ya tonto,tampoco es para tanto-exclamé divertida.
-No...para una noche que dormimos juntos y la pasas en el suelo...-dijo tristemente.
-No te preocupes cariño,habrá muchas noche-le seducí.
Este comentario pareció gustarle.
En un momento rápido se colocó encima mia con un brazo a cada lado de mi cabeza.
Empezé a reir mientras lo abrazaba y echaba todo su peso sobre mi.
-Blanca...que te voy hacer daño.
-No me importa-le contesté dulcemente.
Como me iba a pesar,si cuando estaba con él me sentía en las nubes.
Nos incorporamos despues de haber estado lo menos diez minutos abrazados.Empezé a quitarme la camisa de Diego,que había cogido en medio de la noche por culpa del frio.
-Espera,espera...-me intenrrumpió Diego un segundo antes de quitarmela-no te la quites,quiero hacerte una foto.
-¿Una foto?-pregunté extrañada,no sabía que él estubiera interesado en la fotografía.
-Bueno...es un hobbie-dijo tímido.
Reí suavemente.
-Que bien,con lo que me gusta hacer de modelo-confesé a la vez que hacía varias posturitas.
Diego soltó una gran carcajada.
Sacó una cámara reflex,de estas profesionales,con el objetivo gigantesco y un montón de botones.Me llamareis inculta pero yo no sabía ni como se utilizaba una camara normal,es lo que tiene vivir sin lujos.
Puso el trípode(sabía lo que era porque se lo había preguntado cuando lo sacó)y me hizo una foto desprevenida.
-Diego,distraida no,que salgo muy fea.
Él rió de nuevo,y esta vez sí me prepare para la foto.
Intenté sacar mi lado más sexy y la verdad esque la foto salió bastante bien.
-Joder,deberiamos mandarla a la revista esta de Playboy-exclamó Diego irónico.
-Sí...de momento.Yo soy solo tuya chabal-vacilé.
Diego rió mirándome a traves de sus pestañas.
Esta vez sí me vestí mientras Diego se duchaba en el baño común de todos los miembros de la casa y volvió con una toalla liada a la cintura.Me controlé para no parecer descarada mientras miraba su pecho desnudo.
Rió suavemente.
-Diego,voy a irme ya para la casa,¿vale? Quiero hablar con Rafael...
-Vale,vale.No pasa nada malo ¿No?
-No,no,solo quiero saber como le ha ido el viaje y tal.
Me sonrió.
-Nos vemos ahora.
Agarró mi cintura y me besó la coronilla.
Antes de cerrar la puerta susurré:
-Te quiero.
Me guiñó el ojo y la cerré.
Solté un suspiro aún sonriendo.



Pd: Quería deciros que esta actualización es importante y está escrita con mucho cariño y inspirándome en sentimientos reales.Se me acelera el corazón cada vez que la leo.Espero que a vosotros tambien :)

martes

Ya sabes lo cabezota que puedo llegar a ser.

Si te digo que no puedo vivir sin ti ¿Qué pensarías? ¿Que moriría? ¿Qué caería en una depresión? Nada de eso,significa,literalmente,que no puedo vivir sin ti,claro que,depende del enfoque que le des tú a vivir.Para mi vivir es despertarse cada mañana y preguntarte qué te deparará el dia con ilusión,es tener ganas de solucionar tus problemas de cumplir tus objetivos.Pues bien sin ti yo no tendría fuerzas para hacer todas estas cosas por eso te pido que te apiedes de mi y no me dejes nunca,ya sabes lo cabezota que puedo llegar a ser.

lunes

Tú no estas y te quiero,aqui y ahora,a mi lado.

La soledad es insoportable,estoy rodeada de gente y la soledad me esta atrapando.Tú no estas y te quiero,aqui y ahora,a mi lado.Te echo de menos y te necesito.He intentado olvidar que no estabas aqui,hasta he dibujado al profesor de literatura y sabes cuanto lo odio pero eso no me ha distraido pues no sentía tu mano acariziando mi antebrazo poniéndome el vello de gallina o cuando me dibujas mientras leo y no lo dices y luego encuentro los dibujos en tu carpeta y te beso.Desde que te fuiste creo que no exito,para los demás y para mi misma,no me encuentro,no dibujo igual que antes me cuesta concentrarme,pues el ochenta por ciento de mi mente esta ocupada por tu imagen ¿Te acuerdas de lo mucho que me gusta el invierno? Estoy deseando que llegue el verano,me muero del frio y tu eres el culpable,antes,en invierno,te abrazaba bajo el paraguas y caminabamos juntos,ahora la señora Doña Lluvia esta enfadada conmigo porque la maldigo.Hasta he adelgazado,mi madre esta preocupada Dorian,de veras,tienes que volver,esto es insoportable.La culpa ha sido mía,me acostumbré tanto a ti que ya no concibo la vida si no estás tú.Solo me queda la certeza de que tu también te sientes igual,para que por lo menos pienses en volver.Ojalá recibas esta carta en un momento que tengas ganas de leerla.

Tuya,Sera.

viernes

Nuestros besos sabian a fresa y su piel a pasión.

Empezé a sentir la punzada en el costado,estaba asfixiándome.Las lagrimas resbalaban por mis mejillas llenas de grasa,pero ellas no me impedía seguir corriendo,pues en cada paso la imagen de Anne se hacía más nítida en mi mente y eso tenía una gran fuerza sobre mi.Podía sentir el sudor bajar por mi espalda,ahora esto no tenía ninguna importancia,mucha menos que el dolor de pies,pero tambien me molestaba,en el estado donde me encontraba todo me molestaba.
Por algún motivo que aún no había conseguido comprender,Anne me amaba,puede que no tanto como yo a ella,pero lo suficiente para que estubiera demasiado satisfecho.Debo admitir que me dajaba arrastrar por ella,que hacía todo lo que me pedía,eso tiraba mi orgullo por la borda,pero jamás me vería capaz de reprocharle nada.Cómo lo podría hacer si gracias a Anne luchaba por mi vida,solo para estar con ella.Hace mucho que habría muerto si la imagen de su bonito rostro se borrara de mi mente.

Hacía meses que no la veía,pero recuerdo que el cabello le caía por los hombros,hasta las caderas,amoldándose a la forma de su espalda,era de un bonito color caoba,pero a la luz del sol,se podían ver destellos cobrizos.Sus ojos no se quedaban atrás,ojos grandes y vivos,de un verde azulado suave y unas pestañas interminables.No podía evitar sonreir cada vez que le miraba su naricilla chata y pecosa,le mosqueaba tanta que me gustase que tube que controlarme para no besársela.Pensareis que Anne era antípatica y borde,pero nada eso,era buena persona y extremedamente sensible,pero se escondía en una coraza,mil veces intenté arrebatársela,solo lo conseguí cuando me enamoré de ella,que fué poco después de salir juntos.Anne se había encaprichado conmigo y no me dejó en paz hasta que accedí a cenar con ella.Me divertí tanto que olvidé que estaba bromeando con la chica más caprichosa e insoportable de todo el condado,claro que después,no pensé lo mismo de ella.Anne consiguió lo que quería,en un abrir y cerrar de ojos me había metido en el pequeño baño de la taberna y me desabrochaba la camisa,salvaje y delicada a la vez.Me tomé un segundo para mirarle la cara,tenía los labios entreabiertos y podía ver sus dientes,tenía los delanteros un pelín separados,pero eso era lo que le daba a su boca un aspecto encantador.Los suaves ojos verdes azulados estaban excitados y eso me excitaba a mi tambien.Nuestros besos sabían a fresa y su piel a pasión.

A estas alturas se podían ver los barcos en el puerto y mi corazón me golpeó con tanta fuerza el pecho que creí que moriría antes de llegar.Avanzé esta vez más despacio y en diez minutos estaba entre madres con sus hijos,dispuestas a emprender una nueva vida,grupos de amigos que solo buscaban diversión,maletas,bahúles y todas las pertenencias de los viajantes.Caminé desorientado entre la gente,fijándome en todas las chicas lindas que pasaban a mi lado pero ninguna de ellas lo eran tanto como para parecerse a Anne.

Entonces pude ver una bonita pamela blanca,debajo de esta se hallaban mechones cobrizos y,cogida en una trenza,una larga melena caoba.El sol le daba en la cara,aunque tenía la pamela y eso resguardaba sus ojos,le brillaban como dos esmeraldas,tambien distinguí sus pestañas,me dió la impresión de que se balanzeaban cada vez que ella parpadeaba.
Sus movimientos eran nerviosos e inquietos,tuve la necesidad de estrecharla entre mis brazos y amarla pero no creía que ese fuera un buen reencuentro.

Lo había visto,lo había visto.Sí era aquel,él rubio del sombrero marron.Tenía que disimular,no quería hablar con él,no tenía ganas de discursiones,pero esque estaba tan guapo que no pude resistirme a mirarlo de reojo mientras guardaba el petete.Sabía que me estaba obserbando,es increible que solo saber que me miraba me hiciera sonrojar.Desde la última vez que nos vimos no he dejado de pensar en él,cada vez que descubría algo nuevo pensaba en enseñarselo,cuando salía de la facultad esperaba unos minutos a ver si aparecía,aun sabiendo que no volveria con él.Es cierto que en una pequeña parte de mi amor por él había dolor.Acostarse con mi hermana,en mi propio coche,no se olvida facilmente.Mil veces me explicó que no lo hizo queriendo,que estaba casi obligado,pero eso no tenía nada que ver,yo jamás hubiera hecho eso.Pero lo amaba,aún lo amaba,aunque amarlo supusiera dolor.Había intentado muchas veces olvidarlo,pero mi cuerpo reaccionaba ante su olvido,parecía como si él se hubiera acostumbrado a su calor y mi ojos a su cuerpo.

Después de haber estado un buen rato hablando con un conocido me decidí a acercame,intenté hacerlo lo más casual posible.Apoyé mi costado sobre su auto con las manos en los bolsillos.Hablaba en la parte delantera con su chófer y estaba de espaldas a mi,solo encontrarme a un metro de distancia de ella me ponía nervioso,podía oler su perfume,un perfume caro para una chica cara.El chofer empezó a murmurar algo a la vez que me señalaba con la cabeza y entonces Anne se volvió,primero ladeó la cabeza y luego volvió el cuerpo también.Nos comimos con la mirada durante unos segundos.Anne me miraba satisfecha y divertida a través de sus pestañas.

Sonrió,irguió la espalda,levanto la barbilla y mientras jugueteaba con un guante de piel blanco habló:

-¿Qué haces aqui Daniel?

La miré devolviendole la sonrisa.Cogí el guante que tenía entre las manos para ponerselo de la manera más delicada que supe.Esto pareció funcionar,pues la expresión que puso me recordó a la que ponía después de besarnos,estaba seria pero sabía que no estaba triste,pues seguía nerviosa.Aunque la excitación la noté en sus ojos.

-¿Adónde vas?-le pregunté serio yo tambien.

-Me voy Daniel.

La miré sin pestañear.

-¿Adónde?-insistí.

-A España.

El sueño de Anne era viajar a España.Estaba perplejo y no sabía que decir,Anne tampoco.

Aún tenía el corazón agitado pero se relajó de repente.

Junté los dedos índice y corazón y los choqué ligeramente con mi sién derecha,a modo de saludo y me marché.Sentí la mirada de Anne en mi espalda,la miré de reojo,esto estropearía enormemente mi salida teatral pero me daba igual,necesita verla por última vez.El labio inferior le temblaba y tenía el semblante inexpresivo.Me giré antes verla llorar.

No me arrepentía de haber corrido desde la otra punta de la ciudad.Si hubiera sabido que la única conversación con ella iba a ser nuestra despedida habría corrido otra vez,con la misma intensidad.

Unas chicas me miraron mientras reian nerviosas,eran hermosas,mujeres jovenes,apenas veinte años y estaban a mi alcance,le guiñé el ojo a una morena y me dedicó una de las sonrisas más bonitas que había visto en mi vida,después de la Anne.

-Adios guapo-me dijo con voz seductora.

La miré con media sonrisa y seguí mi camino.

Pero,¿quien es esa? ¿Por que habla con él? Se ha ido,así me gusta.Dios,que nerviosa estaba,faltaba una hora para zarpar y justamente ahora empiezo a dudar.Después de cinco meses preparando este viaje,nunca había sentido que debía quedarme y aparece el idiota de Daniel y me hace dudar.

Le di una larga calada al cigarrillo,luego eché el humo en circulos,como hacía cuando fumaba solo.El humo bajar por mi gargante me relajó y me hizo ver las cosas de distinta manera.Me había dado por vencido demasiado pronto,ni siquiera le había dicho que se quedara,aunque dudo que ella hubiera accedido.Llevaba mucho tiempo queriendo ir a España como para quedarse por mi,un traidor.Si ella supiera que de verdad estaba arrepentido...

Absorto en mis pensamientos había perdido de vista a Anne,me di cuenta de que el barco estaba zarpando y en un ataque de nosequé tiré el cigarilo y empezé a correr calle abajo.Todo el mundo me miraba malhumorado por mis empujones pero por alguna razón decidieron no decirme nada.Solo me encontraba a veinte metros del gran transatlántico,aunque me bastó para ver como la rampilla,que conectaba el barco con la superficie,era retirada.Poco a poco el barco empezé a moverser.Toda la gente gritaba y se despedía desde la proa y después cuando el barco había avanzado suficiente corrían hacía la popa y volvían a saludar.Mis ojos viajaron por cada uno de los rostros que saludaban,aunque claro no espereba ver a Anne allí,basicamente porque no tenía a nadie a quien saludar.Seguramente su chófer fuera con ella.

Después de un rato sintiendo que mi vida se desvanecia volví a casa.

En la calle todo el mundo rebozaba felicidad,después del escándalo del Titanic,nadie se había atrevido a montarse en un barco.Pero claro,los americanos en nuestro afán de superación lo hicimos,bueno yo no lo hice pero porque no quería,me gustaba América.Reconocí a algunas personas que habían estado en el puerto,varias de ella lloraban pero a la vez reían.

Mi barrio era tranquilo,se situaba al lado del mar.Allí la gente era humilde y todos nos conociamos,nunca había visto ni una sola pelea.En la orilla había varias barquitas blancas.
Estaba anocheciendo y el cielo estaba especialmente bello esa tarde,el celeste se difimunaba por el horizonte mezclándose con púrpura y naranja,esa extraña mezcla de colores me produjo una profunda añoranza.Dicen que los hombre nunca lloran,pues aquella noche lloré y no me importó,tampoco esque hubiera mucha gente obserbándome.Vivía solo,en una pequeña casa enfrente del mar.Constaba de dos plantas,abajo el salón y la cocina y subiendo unas estrechas escaleras estaba el dormitorio y el baño.

Mientras me quitaba las botas en el borde de la cama recordé algunas cosas que había vivido junto a Anne.Una mañana después de hacer el amor con Anne,ella se vestía junto a la ventana y el Sol del amanecer le alumbraba su preciosa piel blanca,dándole un aspecto como de plata.Era preciosa,cuanto más pensaba en ella más bonita me parecía.La ayudé a amarrarse el corsel mientras acariziaba sus caderas y sus muslos,firmes y duros,propios de una chica bailarina.Sí,Anne era bailarina,de ballet y no una cualquiera,era conocida en todo New York.No entendía mucho de ballet pero se movía con tanta elegancia que deducí que lo hacía verdaderamente bien.A ella le encantaba que yo fuera a verla y después presumía de mi en las fiestas,eso era lo que más me sorprendida,una señorita como ella orgullosa de ir del brazo de un tipo como yo,que no tenía nada,solo una casita y el mar,y mi camioneta,aunque esa la utilizaba poco,no tenía dinero para gasolina.

Solo me serví cerveza y sopa fría que había quedado del día anterior,me la ofrecido mi vecina yo era incapaz de cocinar nada.La mayoría de veces era Anne la que me invitaba a comer a restaurantes caros,esto me avergonzada bastante,se suponía que era yo el que tenía que invitarla,pero por desgracia nunca pude y nunca podré.

Encedí el décimo cigarro de la noche y le dí una calada larga.Es cierto,tenía que dejarlo,pero que haría yo sin tabaco,problamente acabaría cometiendo algún asesinato.

En ese mismo instante cuando saboreaba el humo en mi boca alguien peguó en la puerta.

-Maldita sea...-murmuré malhumorado.

Esperé a quien quiera que fuera se marchara,no tenía ganas de nada.

Volvió a pegar,me levanté derramando la cerveza sobre el suelo y abrí la puerta de sopetón preparado para arrear una bofetada a quien fuera necesario,aunque mi mano se congeló junto a mi costado,cuando ví aquella sonrisa perfecta.

-Hola-saludó timidamente.

La estreché entre mis brazos,como un buceador cuando sube a la superficie y coge aire.Habia perdido toda esperanza en mi vida,ya no tenía ningún sentido vivir pero Anne me había devuelto el aire que necesitaba.

Sus labios resbalaban por los mios.Cinco meses sin tocar a una mujer,lo que más me dolía esque la última había sido la hermana de Anne y no ella.Pero ahora no importaba.

Todo su cuerpo quemaba,su cuerpo y su boca.

-Te quiero-me susurró en algún momento de la noche.

-¿Me has perdonado?-le pregunté como respuesta.

Analizó mis facciones con media sonrisa a la vez que me acariziaba el pelo.

-No importa-dijo tiernamente.

Nos miramos durante segundos,como si el tiempo no hubiera pasado para nosotros.


sábado

Solo es un "hasta luego".

Me voy chicas,no voy a dejar mi novela pues estoy más que nunca enfrascada en ella pero no voy a subir más.
Quiero ir en serio con esto,me gustaría publicarla de verdad,aunque sea en un futuro(lejano).
Y creo que si la publico por aqui cuando tenga la posibilidad de mandarla a alguna editorial no podré.
Lo siento,pues ustedes me habeis ayudado mucho para escribirla,pero lo he decidido así.
Puede ser que a lo mejor en un futuro me olvide de la novela(que no creo)y entonces me arrepienta de no hacerla mostrado pero ahora voy muy en serio con ella y me gustaría reservarla para cuando pueda leerse en papel.
Espero que hayais disfrutado con Blanca,Diego tal y tal... Y bueno quizás algún dia os lleveis uan sorpresa y vuelva a actualizar,pero por ahora no.De todas formas no pienso cerrar esta cuenta porque en ella he conocido muchas personitas maravillosas y no me gustaría perder el contacto.
Un besazo y mil gracias por vuestro apoyo,de verdad sois todos magníficos (L)
pd: Subiré el capítulo 8 pues lo escribí todavia pensando en ustedes y ahora me veo obligada(por mi misma)a subirlo.

domingo

¡Malas noticias!

Estoy teniendo algunos problemillas con el cargador de mi ordenador,resulta que se ha roto y no me carga el ordenador,asi que estoy sin batería y por lo tanto sin ordenador.Esto me impide poder seguir escribiendo y actualizar.Intentaré solucionar el problema lo antes posible para poder avanzar con la novela.

¡Un beso!

sábado

Continuación capítulo 7.

Condujo a toda velocidad por la autovia,estaba distante y eso me asustaba bastante.
Me relaje cuando al fin pude ponerme el cinturón de seguridad y aferrarme al sillón.Hablé después de sotar un suspiro.
-Carol,se puede saber porque corres tanto-le dije al filo de la agonía.
Carol se encogió de hombros.
La miré cuando la agonía me había invadido del todo.
-¡Carol!-la llamé a gritos-¡¿A dónde coño vas?!
Paró de un frenazo el coche en el arcén.
-Que no lo sé,necesito algo.
-¿Algo como qué?
-Algo,como...necesito verlo Blanca,saber que está bien...
Había olvidado lo enamorada que estubo Carol de David aunque tenía entendido que ahora estaba felizmente con Brian.
-Y Brian...-le dije con el ceño funcrido.
Carol apretó fuertemente los ojos,los abrió al tiempo que chasqueba la lengua.
-Creo que...si volviera a ver a David ni siquiera Brian me importaría.
Me acababa de quedar petrificada,no sabía que Carol llegara hasta ahí.
Me quede con los ojos muy abiertos y las cejas levantadas y volví a mirar a la carretera,no daba crédito.
Solo fui capaz de contestar un miserable "ah".
Carol sacudió la cabeza y metió gas de nuevo,haciendo que me diera un ligero golpe con el posacabezas.
De camino a casa,tube la necesidad todo el tiempo de contarle lo sucedido a Diego,él seguro que me despejaría,haciendo,como siempre,que me olvidara de todo,que me hiciera sentirme la chica más afortunada del mundo.Decidí un poco antes de llegar,que simplemente haría como si no hubieramos discutido,como si todo lo sucedido hubiera sido un sueño,un sueño no,una estupidez,¡pensar que yo no podía querer a Diego! Me llamaría tonta una y otra vez.
Al cojer nuestra bolsas del maletero Carol y yo compartimos una mirada de agradecimiento,la mía por haberme comprado aquella preciosa chamarreta,y la suya supongo que por haberle contado lo de David,un hecho que había realizado involuntariamente pues al contarselo jamás de los jamases hubiera pensado que aquel David era "su" David.
Nos adentramos en la casa,Carol rió bajo al verme abrir la puerta de la entrada con el trasero al tener las manos llenas de bolsas,yo le continué la risa aunque me quede muda al ver a Dani en medio del salón con su sonrisa dulce directamente para mi.
Le devolví la sonrisa un poco perpleja,avergonzandome de no haberle dedicado el tiempo suficiente es ansiar su ausencia,sintiendo culpable.
Carol lo saludó con un amable abrazo,solo amable,ni la mitad de cariñoso que le hubiera dado yo de ser capaz de moverme.
Pero al parecer el solo tenía ojos para mi,no parecío aprobecharse mucho de tener a un pivón a su lado como lo era Carol.
Fui descarada al no acercarme a Dani hasta que Carol se retiró.
Asentí con media sonrisa y con las manos entrelazadas en mi espalda.
-Así que ya habeis venido...
-No-me respondío secamente para luego soltar una carcajada al ver mi cara de "no entiendo nada"-pues no ves que estoy aqui tonta...
Me removió el pelo cariñosamente y yo le envolví la cintura absorviendo el olor de su sudadera,dándole la bienvenida.
Nos dirigimos hacía el patio con su brazo alrededor de mis hombros.
-Por cierto,¿y Rafael?
Respiró profundamente y luego contestó echando de nuevo todo el aire.
-Ha ido a hacer algunas cosillas con Diego.
-Ah-musité decepcionada,aunque por suerte creo que él no lo notó.
-¿Qué habéis hecho?
Pareció confundido.
-En vuestro viaje-aclaré.
-Ah,cosas.
Lo miré con una ceja arqueada.
-Nada en especial Blanca,cosas que hacía tiempo teniamos que hacer-explicó atropelladamente.
Tenía mucha curiosidad pero Dani no parecía estar por la labor.Lo miré con cara de angelito.
-Dani...dime por lo menos dónde habeis estado-le pedí-tengo curiosidad-dije ingénua.
En realidad esto formaba parte de mi plan para encontrar respuestas.
-En España-me dijo secamente.
-¡¿Qué?!-grité casi sin querer.
Dani chasqueó la lengua y entrecerró los ojos ligeramete.
-¿Lo ves?Sabía que te pondrías así.
-Como no quieres que me pongas así,¿por qué no me dijisteis nada?Podría haber ido.
Esta vez fue Dani quien me miró con una ceja arqueada.
-Tu estás mal...-me insultó con una mueca en la boca.
Le lanzé una mirada asesina a la vez que deshacía de su brazo y me dirigí con grandes zancadas hacía mi cuarto,con la lagrimas a punto de brotar de mis ojos.
Cerré la puerta de la habitación fuertemente para despues cerrar la del baño con otro porrazo.Me bajé los pantalones y las braguitas mientras me sentaba en el retrete y apoyaba la espalda en el frio respaldo de este,aliviandome un poco este agobiante calor.Cuando hubo acabado me fijé en las braguitas y lo compredí todo a la vez que soltaba una risita de alivia.Me había bajado el periodo,eso explicada mis lloriqueos,las discursiones y el gran de debate sobre mi amor a Diego,Carol se reiría cuando se lo contase.
Me di una ducha y me sentí persona de nuevo,no pensaba volver a salir de la casa así que me puse unos pantalones cortos rollo "sport" y una camiseta de tirantes,me recogí el pelo en un moño.
La verdad esque hoy no me apetecía hacer nada de nada,ni siquiera comer,sentía la tripa llena y molesta.Recordé que en la mesita de noche guardaba un par de ibuprofenos,cogí uno de esos sobrecitos alargados y lo vertí en un poco de agua,me lo bebi de un trago,ignorando el desagradable sabor,acto seguido me derrumbé en la cama,con los brazos y las piernas extendidos y el aire acondicionado a tope,estaba muerta de calor,siempre me pasaba cuando me bajaba el periodo,esperaría en la cama hasta que mi humor mejorara.
Sentí los pelos enmarañados en mi nuca y el cuerpo sudoroso,me levanté casi enloquecida por cogerme una coleta(el moño se había deshacido alrededor de la noche),encontré un coletero en el tocador y me cogí un moño alto,intentando no dejar que ni un solo mechón tocara mi pelo,me era tan desagradable.
Después de hacer eso me apresuré en encontrar mi móvil (me lo había regalado Rafael antes de irse) y miré la hora: 23:16.Había dormido siete horas aproximadamente,me crujió la barriga,ahora sentía el estómago vacío aun así tenía la sensación que cualquier cosa que comiera la echaría,vía vómito.
Andé tambaleandome,dirigiéndome hacía el balcón.Las luces del despacho de Rafael estaban encendidas lo que quería decir que Rafael estaba todavía despierto,pues él nunca permitiría que una luz se quedase encendida si no había nadie en la habitación,habiamos tenido varias charlas sobre esto,cuando terminaba algunos de los miembros de la casa insultaba por vajini,"viejo maniático" le decían,quizás si fuera verdad que lo era,pero yo,por lo menos,no se lo podía reprochar,Rafael ya era bastante bueno conmigo.
Me dí media cuenta antes de que él me viera y volví de nuevo a la habitación.
El silencio en la casa era absoluto,aunque todos estaban despiertos,allí la gente no se acostaba antes de la 01:00 en un día normal.
Fuí al baño y me di otra ducha para bajar la temperatura corporal y sentirme limpia.Cuando me estube vestida sentí mucha más energía,parecía que la siesta,el ibuprofemo y el no pensar habían hecho efecto,ya que me sentía mucho mejor y no sentía los ovarios como algo primordial en mi tripa.

jueves

Recomendación (:

Bueno,esto no pinta aqui nada,pero es un favor a una amiga y una amiga es una amiga (L)

Querías recomendaros su formspring,se dan trucos de maquillaje y tal(y oye,¡la chica entiende!).


De paso,aprovecho y os recuerdo algunas cositas.

Tuenti:Un cambio radical.
Formspring:http://www.formspring.me/Uncambioradical
Msn:uncambioradical@hotmail.com

¡Un besito preciosidades! (L)

martes

Capítulo 7,continuación.

Hicimos algunas compras con pocas ganas,Carol se mostró incomoda y triste,supuse que no le gustaba verme así,tan dudosa¡Con lo que le gustaban las compras!Y venía yo a estropearle el dia,como había dicho antes me sentía tan desagradecida que me odiaba por ello.Carol hizo algunos intentos para animarse,hasta se compró un capricho de cientocincuenta dólares,un vestido negro que dejaba a espalda al descubierto y llegaba hasta los tobillos,se ceñía al cuerpo por lo que Carol podría marcar sus preciosas curvas.En el momento en que compró el vestido parecío alegrarse pero se le paso cuando vió mi cara aún absorta en mis pensamientos en los que me había introducido mientras Carol se probaba el vestido.Tambien yo compré algo,unos cuantos vaqueros y una chaqueta de cuero del autentico,siempre había deseado tener una,no sé porque cuando la compré pensé en Diego y en enseñarsela olvidándome de que habiamos cortado,si esque lo habiamos hecho...
La cosa pareció relajase cuando nos sentamos a tomar algo.Yo pedí una Coca cola y Carol otra.Nos pusieron unos frutos secos para picar.Intenté animar a Carol para ver siquiera una sonrisa.
-Ese vestido que te has comprado,es precioso-le dije despues de beber un sorbo de mi Coca cola.
Carol me miró sorprendida despues me dedicó una sonrisa y asintió.Tardó unos segundos en contestar.
-Sí que lo es,sí...
Parecía que las dos teniamos mucho que decir pero la situación no lo permitía.Pero que leches la situación,Carol era mi amiga no iba a sorportar que una pelea con mi novio nos distanciara de aquella manera tan ridícula.
-Carol...-mi voz sonó dudosa,no sabía muy bien que decirle,la verdad.
Se volvió hacía mi esperando a que contestara.
Bajé la vista al tiempo que decía:
-Te he amargado el día,¿verdad?
Para mi sorpresa Carol sonrió calidamente.
-No te preocupes cielo,todo el mundo tiene un mal momento.
Una vez más me hizo recodar lo mucho que la quería.
Le devolví la sonrisa.
-La verdad esque me siento un poco confundida-confesé menéando la cabeza.Carol me miró asintiendo con mirada compresiva.
-Es normal,pero verás que poco la cosa se va aclarando y al final dirás¡Me comí la cabeza para nada!
Solté una ligera risa,me había pasado eso millones de veces,¿por qué no podía pasarme igual con lo de Diego?Quizás esta noche hablaramos y se solucionará todo o quizás esta noche me daré cuenta de que todavía lo quiero y entonces no podré dormir pensado en lo tonta que fuí al pensar que alguna vez yo no podría querer a Diego¡Como si eso fuera posible!
Cogí la mano de Carol a través de la mesa y la miré dulcemente.
-Muchas gracias-se me quebró la voz,otra vez empezaría a llorar,normal,había estado toda la mañana aguantándome.
Solté algunas lagrimillas que intenté ocultar poniéndome las gafas de sol,aún así tenía dificultad para respirar y tube que sonarme tres veces los mocos,al fin y al cabo ponerme las gafas no había servido de mucho.
Nos tomamos las Coca colas así que cuando pasó el camarero le pedimos otra.Todavía no teniamos prisa por irnos.
Carol bebió un poco de Coca cola y hablo:
-Bueno...ahora que estamos más animadas...
La miré curiosa esperándo a que soltará unas de sus preguntas.
-¿Qué tal fue tu cena con Diego?
Desvíé la vista con el ceño funcrido pensando la repuesta,despues miré a Carol de nuevo que me miraba pícara y dije:
-Bien-le respondí indiferente.
Ella me miró con las cejas levantadas y los ojos excesivamente abiertos.
Y entonces rectifiqué,había sido la cena mas maravillosa de mi vida,"bien" era quedarse corto.
Le conté cada detalle de la cena.Le dije que Diego me había llevado al Hard rock café,una de las mayores ilusiones de mi vida entonces ella puso una expresión culpable y supe que había sido la que se lo había chivado,en realidad le estaba agradecida.Le dije mi ataque de locura en el escenario y la mirada de Diego(dulce,deseosa y orgullosa)También le conté la verguenza que pasé cuando el agente nos regañó y Carol rió más que en toda la mañana.Le expliqué toda la conversación con él.Pero Carol me intenrrumpió cuando dije el nombre de aquel poli atractivo.
-Espera,espera...¿David Johnson?-me preguntó sorprendida y confundida a la vez aunque más bien creo que la pregunta se la hizo a ella misma.
Yo me encogí de hombros mientras levantaba las cejas.
-Sí,David Johnson-confirmé impaciente porque me contara algo más.
Carol al fin me miró con el ceño funcrido.Me miraba aunque todavia estaba pensativa,desvió la vista otra vez y habló,por fin:
-Blanca...
De repente lo vi todo.Y se me hizo un nudo en el estámago.David Johnson fue el novio de Carol aquel del que me habló ,del que estaba totalmente enamorada y del que se suponía estaba muerto.
-Pero Carol no dijiste que lo habían matado-le dije gesticulando bien cada palabra pues estaba hablando en susurros.
Carol meneó la cabeza con los ojos muy abiertos entonces dejó un billete de 15 dólares en la mesa cogió su bolso y tiró de mi brazo mientras abanzabamos hacía el parking donde se encontraba el coche.
-No entiendo nada-le confié a Carol con los brazos cruzados mientras ella pagaba.
Ella tubo un pequeño problema con el ticket,chasqueó la lengua cuando volvió a meter el ticket y al fin salió de nuevo,Carol casi corrió con su bolso colgado del hombro.El chico que estaba detrás de ella en la cola para pagar la analizó mientras nos dirigiamos hacía el coche.
Pareció aliviada cuando entramos en el coche,se demoró sobre el asiento y me dirigió una mirada para despues volverla a bajar.Yo estaba al borde de mis nervios y Carol seguía con su debate mental.
-Carol-la llamé alargando las sílabas-dime algo por favor-se hizo una pausa-¿qué es lo que pasa?-hize esta pregunta esperando que con ella se solucionaran todas mis dudas.
-Creían que lo habían matado Blanca,yo lo ví,ví como le dispararon...
Sacudió la cabeza.
-Quizás le dispararon pero no murió-intenté comprender,pensar alternativas sobre esta nueva incógnita,buscar soluciones lógicas.
Carol asintió para si,esa fue una alternatica bastante lógica,me sentí orgullosa y solté una risita,que payasa podía llegar a ser a veces.
-Pero lo que no comprendo...-prosiguió Carol-es como ha continuado con la pasma,se supone que estaba metido en asuntos-parecía que no encontraba la plabra adecuada-turbios-se decidió al fin.
Esa si que era una buena incógnita.

lunes

Capítulo 7,segunda parte.

La luz del Sol se filtraba por mis parpados,poco a poco eso empezó a molestarme así que decidí abrirlos.
Sin quererlo recordé aquella mañana en la Diego y yo nos escapamos al despacho de Rafel,tuve que sonreir.Bajé aún sin peinar y con el pijama al piso de abajo.Carol se encontraba en la encimera de la cocina con una taza de café en la mano,me sonrió en cuanto me vió.
-Buenos dias-saludó alegremente al tiempo que me preparaba un cola cao a mi,nunca me había gustado el café.
-Hola-le respondí con desgana mientras me desmoronaba sobre la mesa.
Alzó un dedo,señanlándome.
-Deberías estar contesta.
-Debería...-coincidí.
-Creí que escuchaste nuestra pelea.
Carol sacó la taza del microóndas y le añadió dos cucharadas de cacao.
-Y la escuché-dijo al fin.
-¿Entonces?-inquirí un poco inrritada.
-Venga Blanca,sabes que hoy mismo estareis perdonados.
Le dió un mordisco a la galleta mientras ponia los ojos en blanco.
Yo no pensaba lo mismo,esta vez era yo quien tenía que perdonar y perdonar no era una de mis cualidades precisamente.
-No lo creo...-murmuré.
Ella se levantó y me rodeó con los brazos,me dió un beso en la mejilla.
-Alguna vez me he dicho algo que no se hiciese realidad-dijo con aires de superioridad.
Solté una gran risotada a la vez que Carol tambien rió conmigo.
Me bebí lo poco que quedaba en el vaso y llevé la taza al fregadero,ni siquiera tenía ganas de agacharme para introducirlo en el lavabajillas.
Carol me rodeó los hombros.
-¿Qué tal...?
Le temía cuando empezaba las frases así.
-¿...Si nos vamos de compras?
En realidad me apetecía muchisimo.
-Dame un minuto.
Me sonrió dulcemente mientras señalaba con un gesto de la cabeza las escaleras.
Ella como siempre ya estaba vestida y peinada.Aun llevaba el pelo corto pero ultimamente no se lo dejaba liso,si no que,se lo amoldaba un poco con espuma dejándole un aspecto mucho más juvenil.Hoy se había decidido por unos pantalones de tallo alto,que le marcaba su fina cintura,conbinados por unos taconazos rojos a cojunto con su blusa,dejando ver el nacimiento de sus pechos,ahora comprendereis que pensara que era un milagro que Diego estubiera enamorado de mi,teniendo a estas clase de tias rondando por la casa.
Me di una ducha rápida,froté energeticamente la esponja contra mi piel mientras el olor del gel invadía el pequeño baño.Salí a la habitación con la toalla liada y abrí el armario con gesto ausente.Al final me puse una camiseta con la etiqueta del precio puesta,era sencilla y alegre y unos vaqueros levi´s.Me recogí el pelo en una trenza tejida.
Carol me esperaba sentada en el sofá.
A veces me preguntaba donde estaba la gente.
-¿Vamos?-me dijo muy entusiasta.
Le sonreí a modo de respuesta y nos dirigimos hacía su porche negro.Se lo había regalado Brian despues de que Carol se lo hubiera pedido quinientasmil veces.Ella le había dicho que era para navidades,para las que faltaban mas de seis meses,utilizando como escusa esto pues le pidió que ya que estaban se lo podía regalar ya y Brian como un tonto lo hizo.Carol se reía y decía que lo dejara que el lo hacía con gusto,pero esque en realidad Brian parecía el perrito faldero de Carol.Aunque nunca quise meterme en ese tema,bastante tenía yo con Diego.
Cuando estabamos a punto de abanzar alguien nos cortó el paso,una figura tan sexy solo podía proceder de Diego,se acercó a mi ventanilla y me hizo un gesto con la mano para que bajara.
Abrí la puerta sin esperar a que se apartara por lo que,le golpeé con ella.
-Perdona ha sido sin querer-me disculpé frotándole el brazo,el lugar donde le había dado.
Carol nos interrumpió,a veces era tan inoportuna.
-Te espero afuera-dijo guiñándome el ojo.
Vale,rectifico,Carol seguía con su misteriosa habilidad de leerme el pensamiento.
-Vale.
Le dediqué una sonrisa verdaderamente agradecida.
Me enfrenté a Diego con los brazos cruzados.
-¿Que quieres?
Me arrepentí al segundo de haber usado ese tono borde.
Diego habló mientras acariziaba mi pomulo,erizándome y sonrojándome la piel,él lo notó y reprimió una sonrisa.
-Me preguntaba si alguna vez me perdonarás-confesó tímido y haciendo así que me volviera loca.
-Eso depende de si tu confias en mi y de si yo vuelvo a cofiar en ti-le expliqué bastante segura.
-Te juro-pareció rectificar-es más,te garantizo que puedes confiar en mi y bueno yo...siempre confiaré en ti.
Me mordí el labio inferior,una vez me había hecho dudar y plantearme las cosas.
-Diego...
Me miró ansioso.
-Qué te parece si lo hablamos despues.
Eso le sentó fatal.Pero era la primera vez que lo miraba y no sentía nada.Tuve miedo de que mi amor de esfumara.intenté convercerme de que lo quería,de que necesitaba abrazarlo pero nada de eso sirvió,es más ahora mismo no tenía ganas de pensar en él.
-Blanca,¿estás bien?-me preguntó Carol al ver que llevabamos calladas la mayor parte del tiempo.
-Sí-hize un intento de sonrisa-es solo que...
Me eché a llorar,me sentía tan desagradecida,Diego que me daba lo mejor de si.Como era posible que me hubiera desenamorado en tan solo una noche.Pues claro que no era posible,todavia lo estaba era tan solo una mala racha,quizás solo necesitara un tiempo para darme cuenta de que todavia lo quería.
-Es solo qué Blanca.
Reprimí los sollozos en un intento de explicarle a Carol lo que pasaba.
-Esque...esque creo que no quiero a Diego-dije entre gemidos.
Carol pareció petrificada.
-Pero Blanca...si ayer lo amabas con todo tu corazón-exageró un poco.
-Lo sé...pero...no sé...supongo que,al fin y al cabo,solo soy una niñata encaprichada y suertuda.Por dios Carol,Diego es lo que siempre quise y ahora,soy una desagradecida de mierda.
Carol parecía que no sabía lo que decir,así que me callé,no quería incomodarla.

domingo

Capítulo 7,primera parte.Traicionada.

Subí la cuesta que daba a la casa por segunda vez desde que estaba aqui,bajé del coche cogida de la mano de Diego,siempre intentabamos evitar las muestras de cariño delante de Rafael o Dani,fué Diego quien tomó la decisión,dijo que a Rafael no le parecía bien que los habitantes de la casa fueran novios entre ellos y como Dani era el hijo del jefe pues decidimos que delante de él tambien ocultariamos nuestro noviazgo.A mi sinceramente me daba igual,pues yo como realmente disfrutaba de Diego era a solas,en público con que me lanzara una mirada cómplice yo me conformaba o simplemente utilizaba alguna excusa para tocarme,a Rafael esto le pasaba desapercibido pero para nosotros ese contacto era tan especial como cualquier otro.Lo cierto esque cada vez que tocaba a Diego me sentía como en las nubes.
Subimos a mi cuarto.Diego se sentó en la cama mientras yo me deshacía las trenzas en el servicio,salí a la habitación para coger el pijama por lo que aprobeché para besar a Diego.Volví a meterme en el servicio y cerré la puerta tras mi,me quité rapidamente el vestido y me puse el pijama de pantalones largos y camiseta de tirantes,luego desbroché las hebillas de las sandalias salí de nuevo a la habitación.Diego no estaba,comenzé a llamarlo.
-¡Diego!-le llamó echando un vistazo en el balcón.
Salí al pasillo pero tampoco lo ví así que me metí en la habitación,que volviera cuando quisiese.
Había pasado una velada preciosa,era la primera vez que Diego y yo habiamos cenado en condiciones porque a las pizzas en la azotea con las latas de coca-cola y sentados en una toalla no sé si se le podían llamar cenas,aunque a mi me daba igual donde cenáramos o lo que hicieramos la cuestión era estar con él.Además sentía que nunca me separaría de él,quizás fuera porque todavía no nos habiamos peleado de verdad,habiamos tenido alguna que otra discursión pero siempre acabamos besándonos,como había dicho antes,éramos dos locos enamorados.Yo nunca había creido en el amor y mucho menos en el eterno pero mi historia me recordaba tanto a la de Noa y Allie,de la película El diario de Noa,siempre me había gustado la película,había leido el libro claro está,pero la película siempre me gustó mucho más,me hubiera encantado tanto vivir en aquella época,tener un noviazgo,que el chico se marchara a la guerra y años después volver a encontrarse y descubrir que aquella pasión de adolescentes jamás se marchó.
Algo me agarró el pie,empezé a patalear pero aquellas manos me agarraban con fuerza,hasta que por fin me di cuenta.Comenzé a reirme mientras Diego seguía toqueteándome los gemelos.Me arrestré bajo de la cama y comenzé a hacerle cosquillas a Diego mientras me llenaba de polvo.
-Blanca,no por favor-me decía Diego mientras se tronchaba.
-Sí,sí por listo.
Menos mal que la cama era bastante alta si no ya me hubiera metido algún que otro cabezazo.
Al final,cuando empezé a agobiarme salí de debajo de la cama y me tiré sobre esta,no sin antes sacudirme el polvo.
Diego se echó conmigo con las manos detrás de la nuca y los pies cruzados a la altura de los tobillos.Yo me eché bocabajo.Mientras lo miraba fijamente.
-Hoy vas a dormir aqui-inquirí mientras le acariziaba el antebrazo.
-No sé.
Me estremecí sin saber muy bien por qué.
-¿Cómo que no sabes?-pregunté de nuevo con el ceño funcrido.
-Pues que no lo sé Blanca,joder.
Meneé la cabeza y miré hacía otro lado.Aburrida,me levanté de la cama y rebusqué en las estanterias del armario,buscaba mi diario pero no estaba donde lo puse,miré en la estantería de abajo,quizás se había caido o algo,pero nada,no había nada.
-Maldita sea...-dije entre dientes-¿dónde coño lo habré puesto?
Diego me miraba atento,como sabiendo perfectamente lo que estaba buscando.
-¿Buscabas esto?
Me giré inmediatamente,se había incorporado y sostenía algo entre los dedos pulgar y índice,era el diario.
Le chille:
-¡¿Qué haces con eso?!
Se lo intenté quitar pero el lo agarró mas fuerte detras de su espalda.
-Explícame todo lo que hay aqui dentro-me ordenó como si lo que me pedía fuera lo mas corriente del mundo.
-¿Cómo?Devuélme el diario Diego,no tenías ningún derecho a leerlo.
-Sí que lo tengo,¿cuándo pensabas decirme todo lo de tu padre?-dijo con los ojos muy abiertos,su expresión cambió de repente-¡¿Y lo de tu padre?!-me chilló.
Me cubrí el rostro con las manos mientras comenzaba a llorar.Diego me intentó abrazar me lo esquivé inmediatamente.
-Dejame-le dije separando las sílabas.
Me pusé histérica de repente.
-¡Fuera!¡Fuera Diego!¡No quiero volver a verte!
Diego sacudió la cabeza y salió de la habitación.Y yo seguí llorando con lágrimas de rabía.Diego no tenía ningún derecho a leer ese diario,eran mis cosas,mis cosas íntimas,ahí hablaba de Dani,de lo mucho que lo quería,Diego seguro que había malinterpretado mis sentimientos y no no era así,maldita sea porque no se me ocurrió especificar en el diario que lo quería como un hermano,claro,nunca pensé que nadie pudiera leerlo.
Me sentía tan...decepcionada por Diego.Abrí la puerta de la habitación casi con violencía y subí las escaleras pisando fuerte los escalones.Diego efectivamente estaba en la azotea.Me cruzé de brazos apoyada en la cristalera.
¿Por qué siempre que discutiamos acababamos en la azotea?
-¿Por qué los has hecho?¿Por lo has leido?-pregunté intentando mantener la calma.
Se hizo una pausa hasta que Diego contestó al fin:
-Sinceramente no sé que decir.No voy a intentar darte una explicación lófica ni decirte que lo leí accidentalmente porque no es verdad.Solo sentía curiosidad y vi ese diario donde estaban todos tus secretos,donde mostrabas tus sentimientos tal y como eran.Pensé que era la única manera de saber la verdad sobre ti.
Ahora era yo la que me había quedado sin palabras.
Estaba pasmada intenté decir una o dos palabras pero esque no me salían.No creí nunca que Diego fuera tan desconfiado.
-Me has fallado Diego,has desconfiado de mi.Las cosas tal y como son es lo que ves aqui-le expliqué señanlándome con un gesto de la mano.
Me concentré en no llorar pero sabía que no lo conseguiría así que me dirigí hacía mi cuarto,en el que lloré hasta que no me quedaron lagrimas.
No era la primea discursión que tenía con Diego pero sí la primera de verdad aunque con él siempre había momentos en los que me olvidaba de mis problemas a eso le llamaba yo felicidad.Por eso le estaba agradecida porque había conseguido eso,había conseguido que olvidará a mi padre y que me olvidara de mi madre,ya sé que es cruel pero era la verdad,Diego ocupaba cada parte de mi ser.

miércoles

Capítulo 6,segunda parte.

Bajé del escenario aun riendome y me senté al lado de Diego mientras le daba un sorbo a mi cerveza.
-Creo que no deberías haberte pedido la cerveza-comentó Diego.
-Diego por favor,no es la primera vez que tomo una.
Puso los ojos en blanco y tomo un poco de la suya a la vez que la camarera puso la comida sobre la mesa.
Se retiró sin decir nada.
Miré los platos horrorizada,creía que solo eramos dos y ahí había comida para cinco.
Diego se rió al ver mi expresión.
-Venga a comértelo todo,que esto vale dinero.
-Pero Diego...voy a engordar tres kilos.
Me pinchó un nacho y me lo metió en la boca,como a una niña pequeña.
-¿Qué haces?-le dije con la comida ya en la boca.
Comimos en silencio mientras escuchabamos música rock.
Me dejé dos nachos y media cerveza.
-Diego,¿cuándo van a venir Dani y Rafael?Hace ya 5 dias que se fueron.
-No lo sé,creo que dentro de 3 dias o así.
Asentí mientras miraba la espuma de la cerveza con curiosidad.
Rafael y Dani se habían marchado a hacer unos "negocios".Es cierto que los echaba de menos,sobre todo a Dani,nos habiamos unido mucho en esta semana,es cierto que solo hemos convivido dos dias,pero en esos dos días estubimos juntos practicamente todo el tiempo puesto que Diego tambien había estado ausente y Carol había llegado ayer.Así que cuando Dani me dijo que se tenían que marchar casi le supliqué que se quedaran,por lo menos él.Pero como he dicho se fueron y me quede sola excepto algunos momentos en los que Diego sacaba tiempo para mi y entonces disfrutaba de su compañia,paseabamos por la playa o charlabamos en el banco o simplemente nos cruzabamos por los pasillos y nos dabamos un simple beso entonces el seguía su camino y yo el mio que normalmente se dirigía hacía mi habitación o hacía el patio,eso sí,por muy pequeño que fuera nuestro encuentro siempre salía con una sonrisa.Por eso Diego había organizado esta cenita,para recompensarme por todo este tiempo ausente.
De repente Diego se acercó a mi oido.
-¿Bailas señorita?
Tenía tantas ganas de tocarlo y abrazalo.Salimos a la pista y Diego colocó mi mano en su hombro y me estrechó la cintura.Me encantaba su actitud,me encantaba como me trataba,me encantaba lo bromista y dulce que era,me encantaba la protección que me daba,me encanta esa cara que tenía que me hacía babear cada vez que lo miraba,maldita sea,estaba totalmente enamorada de él,y cada vez lo estaba más,me daba tanto miedo que me dejara aunque sabía que eso no pasaría porque,al igual que yo,Diego me demostraba su amor día a día.
Sonaba wasting love de Iron maiden y el ambiente no podía ser mejor.Diego me tatareaba la canción al oido y yo me derretía al escuchar su voz.Me dio una vuelta sobre mi misma y me volvió a estrechar contra él hundiendo su cara en mi pelo.
-Diego...tenemos que irnos-le susurré.
-Mmm.
Siguió tatareando la canción junto a mi oido.
-Esque son las 2 ya.
Lo hice reacionar.
-¿Las dos?
-Sí,junto a ti pasa el tiempo tan rápido.
Sonrió dulcemente mientras besaba mis labios,seguí perdiéndome en su boca mientras él agarraba mi cuello masejeándolo.
Me separé y los dos soltamos una ridícula risa tonta como dos locos enamorados.
Nos acercamos al mostrador que había junto a la entrada para pagar.
-¿Cuánto es?-le preguntó Diego a otro camarera morena.
-Son 100 dólares.
Diego paso sin problemas,pero a mi se me acababa de subir la comida a la garganta,¡¿100 dólares?!Eso era lo que había costado nuestra velada,era una exageración.
Cuando estubimos afuera le hablé a Diego:
-Diego...eso es una barbaridad.
-¿Te ha gustado la comida?
-Sí pero sabien...
Me cortó antes de que pudiera acabar la frase.
-¿Y te lo has pasado bien?
-Diego me lo he pasado muy bien pero esque son cien...
Volvió a cortarme.
-Pues entonces no tienes nada que decir,bueno sí necesito que me digas...¡Qué me quieres!
Le sonreí avergonzada ahora que él estaba esperando que se lo dijera me resultaba mucho más dificil.
-Si no me lo dices pensaré que no lo haces.
-Sabes que si que lo hago.
Le dí un ligero beso en los labios y cara a cara se lo dije.
-Te quiero.
-Ya lo sabía-dijo indiferente,puse los ojos en blanco.
Me abrió los brazos esperando que le diera uno lo hice para ocultar mi sonrojamiento.
Nos dirigimos abrazados hacía el coche y Diego arrancó mientras que con una mano me frotaba el muslo.

martes

Capítulo 6,primera parte.Hard rock café Los angeles.

Había decidido dejar de pensar que estaba secuestrada,¿por qué pensarlo?Si cada vez era más evidente que no lo estaba.Había visto millones de secuestros en la tele,ninguno compartía mis condiciones,se veían videos de la persona con cara magullada y amarrada a algún sitio en un lugar viejo y sucio.Si el video de mi secuestro saliera en la tele,la gente pensaría que estoy de vacaciones.
Por eso descarté la idea del secuestro,detrás de todo esto había mucho más y yo lo descubriría aunque eso lo dejaría para despues de mi cena con Diego.
-Blanca,te juro que me voy-me amenazó mientras aporreaba la pierta de la habitación de Carol.
-No te puedes imaginar lo cansino que es-le expliqué a Carol en voz baja.
-¡Ya salgo Diego!
Carol soltó una leve risa mientras terminaba de hacerme las trenzas y yo me retoqué la raya del ojo y el rimel.
Me miré un par de veces al espejo y abrazé nerviosamente a Carol.
-Estás perfecta-dijo guiñándome un ojo,hasta guiñando era sofisticada.
-Muchas gracias.
Me volví a alisar el vestido vaquero,se abrochaba con botones por la parte de alante y era de mangas cortas lo combiné con las sandalias que usé el primer dia que conocí a Dani.
-Suerte guapetona-me deseó dando pequeñas palmitas y saltitos.
Le dediqué una sonrisa gigante y cerré la puerta tras mi topándome con Diego.
-Hola-saludó con media sonrisa.
Me miró de arriba a abajo.
-¿Te pondras unas mallitas o algo no?
-Perdona...
El vestido no era tan corto,me llagaba a medio muslo.
Lo miré realmente enfadada.
-¡Era broma!-me abrazó cariñosamente-Estas preciosa-besó ligeramente mi frente.
-Siempre estás igual Diego.
-Pero a que te gusta...
Puse los ojos en blanco mientras abanzaba hacía mi cuarto,cogí el bolso que estaba encima de la cama y me lo puse a modo de bandolera.
-Venga,vamos.
Adelanté a Diego y bajé las escaleras dejándolo atras.
-Joder Blanca,espérame,¿no?
No le respondí.Salí al patio y me dirigí hacía el coche situado al lado de la casa.Estaba a punto de abrir la puerta cuando una mano lo hizo por mi.
-Gracias-dije recalcando cada sílaba.
Diego puso cara de disgusto y cerro la puerta con un portazo.
Estubimos todo el camino en silencio mientras él conducía el coche sin mirarme ni una sola vez.Pero estaba cansada de esta situación tan tensa.Empezé a acariziarle el brazo,me miró a través de sus pestañas conteniendo una sonrisa.Me incliné hacía él mientras le besaba el cuello.
Diego soltó una leve risa.
-Blanca,estoy conduciendo.
-¿Y qué?
Me acerqué a su boca,me devolvió el beso pero no por mucho tiempo.
-No elijes bien el momento.
Para él nunca era el momento adecuado.
-Buenos pues nada,¿qué tal si paso directamente a no elegir el momento?
-En ese caso lo elegiré yo.
Me guiño un ojo y yo resoplé,¿por qué no le afectaba nada?
Aparcó el coche en frente de un Hard rock cafe.
Me bajé del coche,maravillada.
-¡Diego!¡Eres el mejor!¡El mejor!-le grité mientras lo abrazaba.
-Me alegro pequeña,sabía que te haría ilusión.
No podía borrar la sonrisa de mi boca.Miré a Diego cariñosamente.
-Eres un cielo cariño.
Luego besé ligeramente sus labios.
-Buenas-nos saludó alguien,deshacimos el abrazo a regañadientes.
-Agente David Johnson.
Diego le dió un fuerte apretón de manos.
-¿Algún problema agente?
-Solo que debería tener usted mas cuidado con las distraciones-me dedicó una mirada intencionada-pueden ocasionarle un accidente.
Tube que reprimí la risa avergonzada ante aquel chico tan guapo,tan alto,tan moreno,tan...
-Lo tendremos,gracias agente.
Diego le sonrió.
-Que pasen buena noche-dijo mientras se cogía el filo de la visera a mado de saludo y daba la vuelta para montarse de nuevo en su moto,elegantemente.
-Joder,con la pasma-se quejó Diego.
-Era guapo-le contesté indiferente.
-Pues alá vete con él.
-Dame un besito cariño-le cogí la cara y besé su mejilla-tú lo eres más.
-Sí claro...
Me agarro la mano mientras nos adentrabamos en el Hard rock cafe.Siempre supe que entraría en este sitio pero hacerlo acompañada de Diego,ni siquiera me lo imaginaba.
-Uff,como está la camarera-dijo mientras la miraba de arriba a abajo.
En vede quejarme opté por reirme.
-Hola guapa,¿tendría una mesa?
No podía creer lo que estaba haciendo,de verdad era tan vengantivo.
-Claro,su hermana y usted pueden sentarse aqui.
¡¿Su hermana?!Esque no veía que estabamos cogidos de la mano.
Diego se lo estaba pasando "chupi".
Nos condujo a una mesa,en la que te tenias que sentar en sillones de cuero rojo.Me deslizé por el asiento y me cruzé de brazos,enfadada.
Yo solo había dicho que el policia era guapo,él se estaba pasando tonteando con ella.
Me puse en medio del sofalito.
-Cariño,acércate un poco.
La camarera pareció ponerse del mal humor por su equivocación al plantearse los lazos entre Diego y yo.Estaba con su blog y el boli en la mano esperabdo tomar nota.
-Una cerveza-le pedí a la camarera pasando completamente de Diego que me miraba totalmente asombrando.
-¿Y usted?
-Mmm...otra para mi-dijo dudoso.
La camarera se marchó y Diego aprobechó para acercarse a mi y pasarme el brazo por los hombros,me aparté inmediatamente.
-Diego,quitate-le ordené.
-Pero cariño,solo la he llamado guapa.
-¿Te parece poco? Y encima has dejado que se creyera que era tu hermana.
-Vamos nena,despues te he llamado cariño delante de ella.
Cruzé los brazos y miré hacía otro lado mientras me deslizaba por el sofa lejos de Diego pero el se volvió hacía mi y me susurre al oido:
-Hoy es nuestro aniversario-anunció.
¿Nuestro aniversario?
-Hacemos...¡10 días!
Seguí con lo brazo cruzados pero esbozaba una sonrisa.
-Eso no es un aniversario,un aniversario en cuando haces un mes-le expliqué mientras me miraba intensamente.
-Pues para mi cada día contigo es un aniversario.
Agaché la cabeza sonrosada,Diego era el único que conseguía sacarme los colores.
-Blanca-volvió a susurrar en mi oido-sabes que eres mi niña preferida,te quiero.
Era la segunda vez que oía esas palabras de su boca y cada vez que las pronunciaba se me erizaba las piel.Le cogí la cara y le besé tiernamente los labios,chocamos nuestras frentes y froté mi nariz con su cuello,memorizando su olor.
La camarera nos interrumpió con las bebidas,antes de separarnos Diego me besó,me sentí tan bien por haberle dejado claro a esa...niñata que Diego era mio que tube que sonreir.
-Ains...muchas gracias,¿estará fresquita no?-la piqué con una gigantesca sonrisa falsa que a ella le sentó fatal.
-Perdone-intervino Diego-queremos pedir nota ya.
Miré a Diego desesperada,ni siquiera había mirado la carta la abrí rapidamente y dije lo primero que vi.
-Nachos con extra de queso y...¿extra de guacamole?
La camarera lo apuntó y miró a Diego que pidió una hamburguesa hickory.
Cuando la camarera casi se iba le pedi de nuevo.
-Ahh y una ensalada honey citrus.
Diego me miró extrañado.
-¿Qué? Soy una chica sana.
-Se nota-dijo mirándome de arriba abajo y exageradamente embobado.
Me reí mirándolo a los ojos.
-Eres preciosa.
-Diego,no me hagas pasar verguenza.
-Te digo lo que pienso.
Beso mi mejilla y yo me acomodé en el sofá observando el local.Aquel sitio era IMPRESIONANTE tanto por fuera como por dentro,estaba decorado con un montón de guitarras,posters y todo lo que tubiera que ver con rock n roll.Ademas de buena música,hablando de música estaba sonando Welcome to the jungle de los guns n roses.
-¡Diego!¿Escuchas?
-¿El qué?
-La canción,es welcome to the jungle.
-Ahh,es verdad.Está guapa.
La canturreé mientras me balanceaba como Axl rose.
-No te muevas así nena,que me vuelves loco.
Solté una carcajada y salí de aquel sillón agobiante mientras me dirigía a la pista donde varias personas bailaban.
Seguí moviendome en medio de la pista,el grupo que tocaba su versión de welcome to the jungle me miraban,divertidos.Para mi verguenza me subieron al escenario,miré a Diego entusiasmada.Canté la canción junto al cantante y me lo pasé de miedo.
-Un aplauso para...
-Blanca-le dije con una sonrisa.
-Un aplauso para Blanca.
Todos aplaudieron y me silbaban el cantante beso mi mano mientras yo reía histérica.

lunes

Capitulo 5,segunda parte.Por los pelos

Me cambié rapidamente,aunque me costó la vida encontrar unos zapatos "normales" y que no tubieran 6 cm de tacón.
En ese justo momento me acordé de Carol,bajé corriendo las escaleras,con las sandalias de cuero que había elegido,preciosas.La estancia estaba ocupada por unas cuantas personas.Había tres hombres en la cocina,conversando.Tenían un aspecto normal,treinta y tantos años y monos,nada del otro mundo.
De repente me sentí acobardada pero ya me encontraba a media escaleras y no iba a quedarme parada allí.Cuando terminé de bajarlas los tres me miraron.Uno de ellos con afecto especial.
-Hola-me saludó con una sonrisa-Rafael te estaba buscando.
Avanzé hacía ellos,para obserbar mejor a aquel chico,de cerca me di cuenta que en realidad no era tan mayor.
-Vale,¿sabes dónde está?-pregunté mirando sus profundos ojos verdes.
-Ven-me dijo mientras salía de detras de la barra de la cocina y se dirigía hacía la salida.
-Está alli afuera.
Creo que intentaba no mirarme aunque yo no podía evitarlo,él era tan adorable o mejor dicho me transmitía eso porque hacía un minuto que lo conocía.
Cuando salimos a la parte delantera de la casa pudimos ver a Rafael,como bien había dicho...él.
A Rafel se le puso una cara "rara" al vernos juntos al final cambió la expresión por alegria.
-Pero bueno,por fin se ha despertado.
Reí bajito,avergonzada.Rafael le dió unos cuantos golpes a él en el hombro cariñosamente.
-Blanca,este es mi hijo Dani.
Dani me sonrió encogiéndose de hombros.
-Bien-contesté ante este silencio incómodo.
Rafael dijo de repente:
-Oye Dani¿Por qué no le enseñas a Blanca los alrededores?
Dani lo miró sorprendido,parecía incómodo,yo no quería que se sintiera incómodo.
-Rafael,no pasa nada,no necesito ver nada.
-Como que no,venga Dani.
Pero Dani,estaba pasmado.
-¿Qué?-dijo saliendo de si embobamiento.
Rafael comenzaba a cabrearse.
-¡Que le enseñes los alrededores,coño!-gritó mientras daba media vuelta y se dirigía hacía la torre de control.
Me encogí de hombros como diciendo:"Tú decides."
-Bueno,¿qué quieres que te enseñe?
-No sé,no soy yo la que vivo aqui.
-Eso es cierto-contestó realmente preocupado.
Se le iluminó el rostro.
-¿Quieres ir a la playa?-me propusó.
-Claro-casi grité.
Me hacía tanta ilusión ir a la playa,en Madrid no había y nunca había tenido la oportunidad de ir,salvo aquella mágica vez con Diego,esa noche ha sido la mas importante en mi vida.
Bajamos por una lindísima escalinata echa de madera que había en el patio trasero y que daba a la playa.Había algo de vegetación a ambos lados de la escalera y algún que otro árbol pero al acabar esta,la vegetación iba disminuyendo hasta quedar solamente la fina arena blanca de las playas oceánicas.
Estaba tan absorta en el paisaje que no me di cuenta que ya habiamos pisado esa arena que me hacía cosquillas en los pies.Me quite las sandálias.
Dani parecía muy a gusto en aquel entorno.Se mostró nervioso mientras me quitaba los zapatos,cuando al fin terminé de quitarmelos lo descubrí con una sonrisa pícara en la cara.
-Te echo una carrera hasta el mar-me retó con media sonrisa.
Empezé a correr como una loca,me daba igual que se me llenaran de arena los pantalones cortos monísimos de la muerte,me daba igual caerme y llenarme todo el pelo,estaba corriendo el cielo estaba nublado y estaba en la playa con el viento azotándome el rostro,a pesar de estar secuestrada en ese momento pude sentir la libertadad.
Miré a Dani que al parecer también estaba disfrutando del momento.Ni siquiera me paré a pensar si meterme o no en el agua,simplemente noté como mis piernas se mojaban y me costaba más abanzar,pero yo seguía corriendo hasta que caí de boca al agua y me tragué un buen buche de agua salada.Empezé a toser,pero a causa de la risa y de la sal.Dani también reía.
-Deberías haberte visto,parecías que estabas colocada-dijo mientras soltaba otra carcajada.
-Tonto-le insulté mientras le daba un manotazo.
Salimos del agua en silencio.En la orilla había bien dobladas dos toallas,no sé de dónde habían salido,hasta que vi a Margarita saludarnos con la mano desde la escalinata y hablar con Rafael.La saludé alegremente.
Me eché la toalla por los hombros mientras me sentaba en la arena,él se sentó a mi lado.
-Aqui son todos unos viejos,no podiá haber hecho esto con ninguno de ellos-se quejó.
Me reí histéricamente,el tono que uso fué realmente gracioso.
-¿Te crees muy jovén?-dije aun riéndome levemente.
-Solo tengo 22 años.
Fruncí el ceño.
-Vaya,creía que tenías muchos más-dije sacudiendo la cabeza.
-¿Qué hay de tu familia?
Esa pregunta me pilló totalmente desprevenida.
Lo miré,mientras pensaba la respuesta.
-Era una mierda-me decidí al fin.
-¿Querrías volver a ella?
Sus ojos me transmitían tanta confianza,que decidí que todo lo que me preguntara se lo contestaría.
-Sí,pero solo sería para proteger a mi madre.
-Claro...-murmuró mientras agachaba la cabeza.
Si el me preguntaba estas cosas,yo también le podía preguntar cosas a él.
-Dani...¿Tú sabes que está pasando?Conmigo quiero decir,¿por qué estoy aqui?-le dije con un hilo de esperanza.
-No,no lo sé.Solo soy el hijo de Rafael.
-Pues intenta averiguarlo-le supliqué.
-No es tan importante.
-Sí que lo es,necesito una razón para no escapar de aqui.
-Hazlo por tu madre,piensa que ella quiere que estés aqui.
-Mi madre nunca me separaría de su lado.
-Bueno pues piensa que ha sido así,te sentirás mejor.
-Lo que más me jode,esque...creo que tampoco puedo separarme de vosotros.
Los ojos me escocían,iba a llorar en breve.
Me besó la coronilla.
-No te preocupes,nadie sabe qué es lo que pasa pero Rafael nunca dejaría que te pasara nada malo.
Lo miré una vez a los ojos,me decía la verdad.Me di cuenta de que lo quería había empezado a quererlo en este mismo instante,no de una manera como quiero a Diego,a Dani lo quiero como algo más cercano y familiar.

domingo

Capítulo 5,primera parte.Por los pelos.

Abrí los ojos lentamente,aun tenía la baba chorreando por la barbilla,me la limpié en seguida.Oí una risa,la conocía,conocía esa risa.
-Sí,¿qué pasa?¿Es malo babear?-le dije antipáticamente.
-Para nada cariño-contestó dulcemente,una vez más me había hipnotizado con esa sonrisa suya.
-Un besito de buenos dias,¿no?-me suplicó con una expresión triste exagerada.
Coloqué mi dedo índice en la barbilla.
-Mmm...No se...Tendría que pensarmelo.
Diego dió un salto de la cama y se mantubo medio en cuclillas,en un momento pensé que se convertiría en Hulk.
-No hay tiempo para pensar-negó con una voz maligna.
Hizé ver como si estubiera muy asustada y empezé a correr por toda la habitación,huyendo de él.
-Socorro,socorro-chillé.
Diego me atrapó y me cogió como si fuera un bebe.
Nos miramos durante segundos intensos.Nos deseabamos y eso era palpable en el aire.Pero yo tenía miedo de todo,desconfiaba.
-Blanca...deja que te toque,deja que te sienta...por favor-me pidió con su cara a tres centimetros de mi.
Aunque no lo creais estaba babeando otra vez,cerré la boca inmediatamente.
-Diego...
Empezamos a besarnos,mientras nuestras lenguas ansiaban tocarse.Mis manos entrelazadas en su pelo y las suyas parecían formar parte de mi cuerpo.Estabamos a punto de dar el paso,yo ya había decidido darlo pero unos pisadas se acercaron a la puerta de mi habitación.Nos nos iba a dar tiempo pues yo tenía el pecho descubierto.Cogí a Diego de la mano y nos dirigimos hacía el balcón,con la otra me tapaba.Recordé que Rafael había dicho que mi balcón se conectaba con su despacho.Abrí la gran cristalera del despacho y nos metimos dentro.
Diego no podía parar de reirse.Y yo tube de tapar mi boca para no soltar una carcajada.Nos miramos mientras nos reimos.
Cuando al fin paramos,Diego me miró de arriba a abajo,serio.Yo le miraba con el labio mordido intentando seducirle.Lo atrajé agarrándolo de la camiseta.Nos empezamos a besar de nuevo,retomando el rumbo,él se quitó la camiseta y yo fui directa a por los pantalones,Diego me paro la manos,creo que quisó decir que el marcaría el ritmo.
-Shh...-me susurró mientras levantaba mis brazos hacía arriba y acariziaba mis dos costados con ambas manos.De repente cogío su camiseta y me la metió por los brazos y despues por la cabeza.
-¿Qué haces?-le pregunté intentando quitarme la camiseta.
-Ahora no es el momento.
Besó mi cuello y salió por la puerta del despacho.Obserbé como se iba,de espaldas me pareció el tipo mas sexy del mundo,claro que de frente tambien me lo parecía.Sinceramente tenía un trasero perfecto y una espalda musculosa y ancha.
Me acomodé sobre el sofa,¿por qué siempre me quedaba con la cara partida?
Volví a mi habitación,arrastrándo mis calcetines por el suelo de madera,me gustaba esa sensación.
Escuché la voz de Rafael.
-Por el amor de Dios Diego,ponte una camisa.
Solté una leve risa y sin querer olí la camisa de Diego.

sábado

Capítulo 4,segunda parte.

-¡Diego!,no puedo confiar en ti si me ocultas cosas-le chillé.
Diego sacudió la cabeza y salió de cuarto.
Me senté en el filo de la cama mientras la agonía me invadía.Decidí salir del cuarto,aun era temprano y no pensaba quedarme toda la noche encerrada.
Iba a bajar las escaleras cuando me dí cuenta que había otra planta más,me dirijí al final del pasillo y subí las escaleras al final de estas había una puerta,la abrí por el mango de plastico blanco.Había una salita pequeña,constaba de un sofá de cuero negro y una mesita en frente de este,al lado del sofá había un minibar.Toda la pared de mi izquierda era una cristalera.Ese sitio era precioso,estaba iluminado por luces a poca intensidad lo que lo hacía muy acogedor.La cristalera daba a una terraza,deslizé la cristalera y salí afuera.Diego estaba apoyado en la barandilla,al parecer no me escuchó entrar.
Me acerqué a él y lo abrazé por detrás,mientras acariziaba su barriga,impresionantemente dura.
-Lo siento.
Se dió la vuelta y me acunó la cabeza en su pecho.
-No pasa nada,no sabes cuanto me duele no poder contestarte.
-Pero por qué no puedes-le insistí mirándolo a los ojos.
-Porque Rafael nos lo ha prohibido,si alguien abre la boca nos echa de aqui.
Fruncí el ceño.Diego me cogió ambos lados de la cara.
-Y sabes que...
-¿Qué?-le seguí el juego con media sonrisa.
-Que me moriría sin ti.
Me deshice de sus manos.
-Ohh por favor,Diego.No seas dramático.Has vivido sin mi y no te has muerto ni nada de eso.
-Porque no te conocía,ahora no podría estar sin ti..
-Me conoces de un dia Diego.
-Blanca,¿cuando vas a aceptar que te quiero?-dijo algo inrritado.
-Claro que lo acepto.
En realidad lo aceptaba pero todavia no había asimilado de que me quería,eran demasiadas cosas juntas.
-¿Tú me quieres?-preguntó inesperadamente.
-¡Sí! Y yo si que no podría estar sin ti.
Eso si era absolutamente cierto,que haría yo sin él,no sería nada.
-Lo tuyo si es verdad y lo mio no-replicó con los ojos muy abiertos.
-Lo tuyo es demasiado-dije con rentintín.
-Vale,pues estás conforme con que no me imagino la vida aqui sin ti.
-Sí,eso esta mejor y tambien estoy conforme con que me des un beso.
-No va a poder ser.
-¿Por qué?-dije con un puchero.
-Porque no te quiero dar un beso te quiero dar muchos besos.
Solté una leve risa.
-En ese caso...-no me dió tiempo a terminar la frase pues Diego ya me estaba besando acariziando cada parte de mi cuerpo,yo enredé mis manos en su cabello.Más que suavemente nos estabamos besando violentamente, exigentes.Diego deslizó su mano hacía los botones de mi camisa,la paré en seco.
-Diego,no.
-¿Por qué?
Apartó mi mano y me quito unos de los botones de la camisa.Le dí un empujón y me dirigí corriendo hacía las escaleras.
-Blanca-gritó Diego a mi espalda.
No le contesté llegué al segundo piso pero me detubo una figura que salió de uno de los cuartos.Metí un sobresalto.
-Hey Blanca-dijo agarrándome de los hombros.
-Uh Rafael,que susto me has dado.
Rafael se carcajeó mientras yo me recuperaba de mi taticardia.
-¿Qué hacías ahí arriba?-me preguntó agarrándome la espalda y dirigiéndonos hacía abajo.
-Nada,solo cotilleaba el sitio-contesté indiferente rezando porque Diego no bajara.
-¡Estupendo! Me gusta la gente curiosa.
Le sonrié ampliamente,no sabía que mentía tan bien.
-Oye,¿cuándo vendrá Carol?
-Seguramente mañana por la mañana estará aqui,ella tenía que hacer unas cuantas cosas.
Se hizo un silencio incómodo en el que siquiera estabamos andando,Rafael me miraba,no supe identificar su expresión,era mezcla de tristeza,añoranza...¿cariño?¿Cómo era posible que me tubiera cariño en dos horas?
-Bueno...voy a terminar de deshacer mi maleta.
-Vale,puede que suba despues-dijo con una sonrisa,despues besó ligeramente mi frente y bajó las escaleras,tranquilo como él era.
Me metí en el cuarto,liberada por fin.Sola,me senté en frente de la maleta,con las piernas cruzadas y sin hacer nada.
Analizé todo,¿qué era lo que estaba pasando aqui? No podía fingir estar tranquila si en el fondo me estaba comiendo el coco,dando importancia a cada palabra,aqui todo era importante.Como lo de "es igualita" ,¿a quién podía ser igulita yo?
Empezó a dolerme la cabeza así que decidí parar,vivir el momento y que pasara lo que tubiera que pasar,creo que era la mejor opción,visto lo visto.
Rebusqué entre el equipaje,al final entre ropa y zapatos encontré la cartera del instituto.Aun estaba mojada,la abrí dejando amontonados todos los libros y libretas,hasta que encontré el diario,lo abrí por la última página escrita.
No esque fuera mucho conmigo eso de escribir diarios,es más lo veía cursi.Pero decidí empezar a escribir uno cuando me di cuenta de la dura realidad de mi entorno.
Cerré otra vez el diario y lo abrí por una página que tenía la esquina marcada.
2 de mayo de 2009
Otra vez la misma historia.Otra vez los mismo gritos de dolor,otra vez los mismo ruidos de los muebles al chocar contra la pared.Me escondí en mi habitación en realidad tenía miedo de que me lo hiciera a mi,pero mama nunca dejaría que eso pasara.Aunque a la misma vez deseaba tener valor para plantarle cara,pero él era fuerte y no quería que nadie lo superara.Además,al fin y al cabo era mi padre,era quien nos mantenía y supongo que tambien nos querría aunque de eso no estaba segura.Buenas noches.
Apreté los ojos con fuerza.El dia que escribí esa página no sabía que la cosa empeoraría.Abrí el diario por otra página de hacía tan solo dos semanas.
7 de febrero de 2010
No puedo más,esto cada vez va a peor y lo que más temo es acostumbrarme.Hoy mi padre ha abierto la puerta mientras me duchaba,se ha quedado unos segundos mirándome y despues la ha cerrado con una sonrisa en los labios,un escalofrio ha rrecorido mi cuerpo.No se lo he contado a mama,bastanta tiene ella con lo suyo.Pero hace rato,papa ha venido a darme las buenas noches,estaba un poco avergonzada despues de lo de esta tarde.Se ha sentado en el filo de la cama y me ha mirado con aquella sonrisa de esta tarde,se ha deslizado hacía mi para darme un beso pero he notado su mano por debajo de la sabana,he empezado a temblar,su mano se acercaba a mis pechos hasta empezar a manusearlos,lo he apartado rapidamente,pero él ha seguido insistiendo,¡me estaba aguantando las manos!,hasta que ha aparecido mama y lo ha quitado de encima mia.Mama está llorando desconsoladamente y papa está en el suelo,pero papa se está levantando y ha cogido a mama del brazo y se la ha llevado a su habitación,se escuchan los gritos de mama.
Había zonas de la página que estaban arrugadas a causa de las lágrimas secas y otra partes mojadas,pero esto era debido a mi llanto.Recuerdo que ese día mama durmió conmigo,bueno en realidad estubimos llorando,mama solo repetía que lo mataría,que algún día lo haría y yo...no podía decir nada,el nudo en el estómago me lo impedía.
Alguien abrió la puerta de repente,cerré el diario de golpe y me sequé las lágrimas pero obviamente Rafael se dió cuenta.
-Blanca...cielo,¿qué ocurre?
Se sentó en el suelo conmigo y me rodeó con sus brazos.
Meneé la cabeza intentando sonreir.
-Nada...
Lo miré,tenía los ojos cerrados con fuerza.
-Blanca-dijo aun con los ojos cerrados.
-Si.
Se hizo una pausa hasta que abrió los ojos de nuevo.Y otra en la que estubo observandome.
-¿Que pasa Rafael?-pregunté curiosa.
-Yo...te apoyo,¿vale?
Me quedé perpleja¡¿Me apoyaba?!Y entonces por que me había secuestrado,no lo entendía.
-Vale.Me voy a dormir-anuncié al fin.
-Que duermas bien-me sonrió dulcemente,de verdad me pareció que lo deseaba de verdad.
Esperé a que saliera de la habitación para desplomarme sobre la cama.Me escocían los ojos mogollón.Ni siquiera me dió tiempo ha deshacer la cama o a cambiarme de ropa.El sueño invadía mi cuerpo,primero las piernas que las sentí totalmente relajadas,después invadió mi tronco y los brazos,flojos sobre la cama y finalmente mi cabeza quedándome dormida.

jueves

Capitulo 4,parte 1.La casa.

No pude dormir en todo el camino sabiendo que Diego estaba al lado mía.Noté que frenábamos así que me puse derecha para besar a Diego pero el me detubo agarrándome por el hombro.
-Blanca aqui no pueden saber nada-dijo gesticulando la ultima palabra.
-¿Nada?
Me deje caer sobre el sillón.
-No te preocupes estaremos todo el tiempo juntos y cuando estemos a solas...-dejo la frase sin terminar mientras fabricaba una sonrisa pícara.
Yo a cambio le sonreí,con solo estar todo el tiempo con él me conformaba.
La gran cancela de la casa se abrió y pude ver la casa que como ya supuse me encantaba,tenía varias cristaleras.Entramos con el coche.Había un par de hombres a los pies de una pequeña torre de control.Vestían trajes de chaquetas.
-No te preocupes,no son mala gente.
-No son mala gente...-refunfuñé.
Diego rió entre dientes y me frotó la pierna.
-Salgamos.
Abrí la puerta con todo el cuerpo invadido con las ganas de besar a Diego que rodeó el coche y me dirigió una mano colocada en mi espalda no pude evitar sonreir.
Diego les sonrió a los tipos de la torre de control y estos levantaron la barbilla en señal de saludo.
-Dan miedo-le susurré,Diego sonrió.
Entramos por la gran puerta de cristal con el pomo de cristal y pude ver el paisaje tan hermoso que se extendía detras de la casa gracias a la cristalera,la luna era la mas bonita que había visto nunca.De repente un hombre alto de unos cincuenta y muchos años partió el paisaje en dos,pelo canoso lo llevaba larguito aunque no mucho,las entradas se extendían por su frente.Vestía traje de chaqueta,todavía no comprendía como podían ir tan abrigados con la calor que hacía.
-Por fin,estaba empezando a pensar si en vede de España la habíais traido de Rusia-bromeó.
Su sonrisa era infinita y tenía los brazos extendidos pero aun así daba miedo.Se acercó a mi y acarició mi cara.
-Es igual-dijo sonriendo con su profunda voz grave,no quería imaginar como sería aquel hombre enfadado.
La pregunta me salió sin querer.
-¿Soy igual a quien?
-Preciosa-volvió a susurrar mientras se volvía a alejar de mi y se frotaba las manos.
-Gracias-dije alto para que me escuchara,Rafael soltó una carcajada.
Diego pellizco mi costado y yo lo miré sonriendo.
-Diego deja a la niña,ya sabes a lo que me refiero.
Diego rió bajito mientras agachaba la cabeza.Estaba claro que Rafael era inteligente.
-Blanca,ven te enseñaré tu habitación.
-Rafael,yo si quieres...se la enseño yo-intervino Diego cuando yo ya me encontraba al lado de Rafael.
-Diego puedes retirarte.
Diego resopló me acarizió la espalda y salió por la puerta vi como bromeaba con los guardias.
-Tienes sueño-preguntó Rafael sonriendo.
-No,he dormido algo en el coche.
-Esta bien,me acompañas señorita-me invitó ofreciéndome su brazo,le sonreí y despues apoyé mi mano en el pliegue de su codo.
Esto era...no sabría como explicarlo,creía que se pasaba mal cuando te secuestraban en cambio yo¡Estaba tan a gusto!
Subimos por unas escaleras con escalones transparentes.Conforme subía podía ver habitaciones a ambos lados de la escaleras.Rafel se dirigió a una que había a la izquierda.Tenía un balcón que daba al mar,mi habitación era...¡Perfecta!Todo era blanco,las sabanas,el suelo,los muebles,las paredes...Fui directa al balcón.
-Las vistas...son preciosas-dije mientras habría las puertas de cristal.
-Lo sé,es el mejor balcón de toda la casa,ademas se comunica con mi despacho.
-Ahh...muy bien.
Me gustó el extraño detalle.
-¿Te ha gustado la casa?
-Sí,sí no me podría gustar más.
Sonreimos los dos mientras él me miraba con cierto cariño yo me dediqué a observar el cielo maravillada,nunca había visto un cielo tan estrellado.
-¿Te gustan las estrellas?-inquirió mirándolas él tambien.
-Sí,me encantan aunque no se ni sus nombre ni nada-me expliqué.
Rafel soltó una gran carcajada.
-Pues sabías que se le pueden poner nombre.
Lo miré sorprendida y él rió levemente.
-Sí,sí-se acercó a mi-algún día alguna llevará tu nombre.
-¡¿De verdad?!-exclamé abrazándolo casi involuntariamente.
-Claro,¿cuándo es tu cumpleaños?-inquirió con una sonrisa.
-El ocho de agosto.
-Me gusta agosto.
-A mi tambien-afirmé sorprendida de nuestros gustos comunes.
Rafel soltó una leve risa.
-Entremos,cogeras frio.
-Bromeas,hace una calor insoportable.
Me fijé en su americana.
-Y usted con esa chaqueta.
Rafael se puso serio de repente,luego su rostro se suavizó y me agarró la barbilla.
-Puedes tutearme.
-Esta bien-mencioné asintiendo.
-Entremos pues.
Me ofreció otra vez su brazo y yo lo cogí encantada.
-Gracias-añadí inclinando la cabeza levemente,los dos soltamos una carcajada que fue interrumpida cuando encontre a una señora arrodillada junto a mi maleta.
-Tranquila Blanca,esta en Margarita.
Una sonrisa apareció en su ancho rostro que difundía tanta confianza,por sus rasgos intuí que era sudamericana.Una gran boca de dientes blancos desentonaba con sus pequeños ojos.Y en medio de dos altas mejillas se encontraba una nariz ancha.
-Encantada muchacha-mencionó con acento mexicano.
-Igualmente.
Me abrazó cariñosamente.
-Que linda y que pelo-comentó,yo me sonrojé,aquel no era mi pelo sin embargo a la gente le gustaba.
-Gracias.
Le dediqué una divertida sonrisa.
-Bueno-intervino Rafael-Margarita tengo que hacer cosas,quedate con Blanca mientras tanto ¿vale?
-Claro Don Rafel vayase tranquilo.
Alguien abrió la puerta todos miramos hacía ella,era Diego.
-No se preocupe Marga,yo me quedo.
Rafael le lanzó una mirada amenazante yo le lanzé una suplicante a Rafael.
-Esta bien,Margarita puede retirarse.
Frotó mi brazo mientras yo contenía la euforía y acto seguido salieron los dos por la puerta.
Miré a Diego que se encontraba de pie en medio de mi habitación se me hacía tan raro verlo en frente de mi mirandome satisfecho,¿de verdad aquel hombre modelo me quería?
Diego se mordía el labio pícaro y yo...estaba enloqueciendo.Seguí obserbándolo mientras él se acercaba a mi despacio,duduso,pero sumamente perfecto.Lo agarré por la camiseta atrayéndolo hacía mi,él sujeto mi cintura mientras yo absorbía su olor.Después besé su cuello y él el mio,poco a poco acercamos nuestras bocas y ya nada importó,pues estaba besando apasionadamente a mi secuestrador aquel que me había alejado de mi madre y de mi vida y lo que verdaderamente me daba miedo que no me importaba,es más le estaba agradecida.
-Diego,Diego para.
Presioné mis mano suavemente contra su pecho,alejándolo.
-¿Qué?
-Tenemos que hablar.
Asintió con el ceño funcrido sentándose en la cama.
-No me quieres,¿verdad?
-Ogg,mira que eres tonto.
Me senté en su regazo y él susurró en mi oido.
-Entonces,¿qué es lo que te preocupa?
-Sé que lo sabes.
Me miró con el ceño fruncido.
-¿Qué sé,ehh?-bromeó mientras peñizcaba mi costado.
-Sabes más de lo que yo sé-le dije con mirada de reproche.
-Ohh,venga ya,eso es normal llevo aqui mucho más que tú.
-Diego-le llamé en tono desfiante-no te hagas el tonto.
-¿A quien soy igualita?-inquirí mirándolo a los ojos.
Diego bajó la vista.
-Siguiente.
-¿Como que siguiente?-exclamé en voz demasiado alta.
-Lo siento Blanca,no voy a poder contestar a nada.
Me quitó de su regazo dejándome tirada en la cama,me rechinaban los dientes de rabia.

Capítulo 3.Los Angeles.

-Estaba en Los angeles,para mi suerte sabía inglés asi que lo utlizé para preguntar a alguien donde podía encontrar un hotel barato.No hizo falta que preguntara porque un policia me preguntó a mi,era guapísimo Blanca no te lo puedes imaginar.Me dijo que si necesitaba ayuda mientras me miraba de arriba abajo y soltó una sonrisa magnífica,yo no era como ahora,me vestía más infantil,creo que llevaba un vestido de florecillas y tirantes,era cortito y mis dos trenzas.Me explicó perfectamente donde podía encontrar un hotel pero lo hizo mientras tomabamos café,no lo podía evitar cada vez me gustaba más,su forma de hablar,las expresiones de su cara y esa honradez que era visible con tan solo mirarle.Hubo más cafes y más fiestas.Eramos felices e inseparables,me dijo que nunca me abandonaría pero claro...sucedió algo que lo estropeó todo.
Carol comenzó a entristezerse asi que intenté que mi cara no reflejara curiosidad,no quería que se viera obligada a contarme nada pero lo hizo mirándome a los ojos de nuevo.
-Era un domingo,los domingos nosotros cogiamos su descapotable y dabamos vueltas sin rumbo fijo pero ese dia fue diferente David parecía que quería llegar a algún sitio pues se dedicó la mayor parte del camino a mirar carteles y de vez en cuando parabamos en el arcén y él hablaba por telefono,pensé que me estaba preparando algo especial asi que me relajé pero cogimos por una carretera secundaría que no me gustó nada,hasta que llegamos a un descampado,había un tipo apoyado sobre el capó de un coche,David y él se saludaron cogiendo la mano.David me había regalado un collar unas semanas antes,era precioso.Ese dia me lo había puesto porque iba a salir con David.Salí del coche mientras ellos hablaban.Cuando David me vió al lado de aquel tipo se le escapó un mirada de pánico.El tio que me daba mala espina se acercó a mi y me agarró el collar,estaba desconcertada.Escuché un derrape detrás mia me giré bruscamente provocando que aquel tipo me arrancarra el collar.Entonces dos hombres se bajaron del coche que acababa de llegar.Me agarraron mientras me arrastraban hacía el coche.Desde el coche pude ver como disparaban al colega de David y luego...-la voz se les deshizo.
-¿David...murió?-me arrepentí al segundo de decirlo.
Carol asintió llorando yo la abrazé fue lo unico que me salió en ese momento ya que tenía los músculos agarrotados,me había quedado petrificada.
-Bueno yasta,no se por que me pasa esto algunas veces,pero esque David era tan especial-dijo secándose las lágrimas aunque siempre le volvían a salir.
-Tranquila,puedes desahogarte.
-No,no de verdad,muchas gracias.Deberiamos irnos a la cama.Mañana tenemos que hacer cosas.
La miré con los ojos muy abiertos,otra vez estupidamente curiosa.
-No querrás montar en avión sin equipaje,¿no?¿Qué pensaría la gente?-dijo bromeando mientrás reía.
Yo estaba un poco confundida.
-¿Y...de donde vamos a sacar mi equipaje?
-Iremos de compras-dijo mirándome entusiasmada,yo reí nerviosa,comprariamos mi equipaje,era lo más guay que había hecho en mi vida.
Me acosté entre aquellas sabanas desconocidas pero extrañamente seguras.
No sabía en que acabaría esto,ni siquiera lo quería pensar.Hasta ahora era todo tan...perfecto.El apartamento,Carol.Realmente parecía que iba a pasar el fin de semana con mi prima y aun así recordaba que esto no era nada más y nada menos que mi secuestro.
Me quedé dormida en seguida,¿de verdad podían pasarte tantas cosas en un día?
Desperté sofocada y quitando las sabanas de golpe,aquella calor era horrorosa.Cuando me levanté tenía sobre los pies de la cama un cojuntito bien doblado,supuse que Carol me lo había preparado,asi que me lo puse.Era muy elegante y sofisticado,constaba de unos pitillos vaqueros oscuros super ceñidos y una blusa negra que se ajustaba a mi cadera por un elástico.Me sentía mayor,suena estúpido pero asi era,aunque lo mejor fue cuando vi los zapatos,bueno los tacones,cinco centimetros de tacón de águja.La boca me llegaba hasta el suelo.
-Guau-exclamé mirandolos maravillada.
Me los coloqué y me quedaban perfectos.Andé como un pato mareado hasta la cocina donde estaba Carol tomándose un café totalmente arreglada ya.
-Estas fabulosa Blanca,parece que tienes veinte años.
Solté una risita baja.
Estubimos toda la mañana de compras,ni siquiera sé cuantas tiendas visitamos y mucho menos cuantas cosas compramos.Entramos en el aeropuerto con todas las maletas echas.Debo admitir que me sentía bien,que me sentía cómoda.La gente nos miraba impresionados,no podía parar de reir de una manera un tanto histérica y nerviosa.Cuando nos sentamos en los asientos me sentí aliviada,como un famoso que por fin entra en su casa y se libra de los paparazzi.
Decidí averiguar más cuando las azafatas apagaron las luces y todos los pasajeros comenzaron a dormirse.
-Oye Carol,no se...explícame mas cosas de...lo que hay en Los angeles.
Me miró con una media sonrisa.
-Bueno pues como en todas...las bandas-me sonrió dulcemente-Hay un jefe,se llama Rafael,es un hombre cálido pero aun asi es muy misterioso,te tendrás que acostumbrar.Luego está Yessica-por el tono advertí que no le caía bien-Es la mano derecha de Rafael,ya sabes la típica rubía-dijo con rentintín,reimos las dos juntas.
Me estubo explicando más cosas sobre la casa y de las demás personas.La casa tal y como me la explicó me encantó,era como siempre me habían gustado las casas.Como es normal,era de diseño,dijo que la fachada era blanca y de lineas rectas.Pero lo que más impresionaba era el jardín y la piscina que daba a la playa.
Pero por lo visto me quedé dormida porque no recuerdo nada más.Incluso cuando estubimos dando vueltas por el aeropuerto me encontré un poco adormilada.Despues cogimos el taxi para llegar hasta Santa mónica,donde se encontraba la casa.
El viaje fue tranquilo,el taxita conducía bastante bien por eso no sé que pasó,cuando chocamos intensamente contra un parachoques,el coche al ser grande,partió el parachoques,por lo que estabamos totalmente aguantados por él.
Yo estaba en el lado derecho es decir antes de salir yo tenía que salir Carol,lo que ocasionaba que mi situación fuera la más complicaba,por que me daba a mi que si el coche sufría el más mínimo movimiento se desplomaba hacía el campo que había debajo.
Carol me agarraba para que no fuera deslizaba hacía la derecha,yo estaba tan agarrotada que me dolía la espalda.
-Tranquila Blanca,voy a salir poco a poco,¿vale?
Yo ni siquiera me moví,Carol salió por la puerta,el coche se tambaleó un poco y yo me quedé alli en medio,entre la vida y la muerte y aun así estaba la marde tranquila,agarrotada pero tranquila.
Carol me habló desde afuera.
- Blanca necesito que salgas pero intenta no moverte demasiado-dijo gesticulando exageradamente.
Deslizé la mano por el sillón hasta que agarré el filo y me arrojé a la carretera.
-Blanca,te dije que no lo hicieras bruscamente
-Lo siento,no he podido evitarlo.
Me levanté nerviosa,la calle estaba desierta,por suerte.De repente me centré en el asiento del piloto y ví la ventanilla llena de sangre procedente de la cabeza del taxita.
-Carol,Carol-la llamé nerviosa mientras señalaba hacía el coche-Has visto como esta sangrando.
-Ya lo sé,¿vale?Estoy pensando que vamos a hacer.
Me empezé a poner nerviosa,nos iban a descubrir,seguro.
Carol se movía rápido,primero sacó al taxita y lo colocó en el suelo,después metió medio cuerpo en el automovil y empezó a manipular todos los mandos,cuando salió me acerqué y ahora constaba en el taxi que los ultimos pasajeros se habían bajado en una de las calles próximas al aeropuerto y no en la desviación a Santa mónica.
Me quedé un poco pillada.
-¿Como has hecho eso?
Carol resopló riendo.
-Hize un cursillo sobre como manipular taxis-dijo irónicamente,vale eso significaba que no lo me diría.
-Blanca,toma el movil,tienes que llamar a Diego.
Se me hizo un nudo en el estómago.Me dió el movil pero en ese momento yo tenía toda mi mente centrada en Diego.
-Blanca por favor sé rapida,dile que tiene que venir,que a surgido una emergencía.
-Vale...y como se llama este sitio-dije confundida.
-Él lo sabrá,llamalo ya-me ordenó mientras le curaba la herida al taxita.
Busqué el número y me lo coloqué en el oido aunque me resulto dificil ya que la mano me temblaba,no sabía si la voz me saldría.
El telefono pito tres veces entonces se escuchó una respiración a través del teléfono,las manos me temblaron el doble.
-¿Si?-era su voz-¿Quien es?
Lo echaba de menos,quería volver a verlo.
-Blanca,dile que tiene que venir-me chilló Carol sacndome de mis pensamientos.
-Diego,soy...Blanca-sonó tan ridículo,en realidad desde cuando llamaba un secuestrado a su secuestrador,aunque cada vez me resultaba mas dificil aferrarme a esa idea,sonreí.
-Blanca-pareció alegre-¿pasa algo?
-Bueno esque ha pasado algo...
Carol me quitó el movil.
-Blanca intenta que aquel hombre se levanté por favor-me dijo señalando con un dedo al taxita.
-Diego...-siguio hablando con Diego un poco alterada.
Comenzo a hablar mientras que yo me concentraba en dirigirme hacía el taxita sin tropezarme,consegui escuchar como Carol le decía a Diego algo como "si,si,esta bien",no quise escuchar más ya que nada más saber que Diego está al otro lado del telefono aparecían las cosquillas en el estómago.
-¿Se puede levantar?-le dije al taxita agarrándolo del codo.
-Más o menos-dijo con una mueca.
Lo ayudé a levantarlo para entonces Carol ya estaba a mi lado.
-Mire necesito que no hable de nosotras.
-¿Y por que iba a hacer eso?-dijo un poco confundido mientras intentaba no mirar a Carol pues entonces haría todo lo que ella le pidiese.
-Porque le hemos salvado la vida y encima le vamos a pagar.
El taxita la miró con ojos abiertos mientras sonreía.
-Ahh en ese caso,de aqui no sale nada.
-Bien.
Carol le dió el fajo de billetes al Taxita y al segundo oímos los motores de unos coches,yo me giré asustada de que fuera la policia o algo,pero no.
Pararon en el arcén a tres metros de nosotros,eran dos coches.El primero era un monovolumen un tanto tosco y feo.Cuando me fijé en el segundo el corazón me dió un vuelco,era el mismo que sacó Diego del garaje de Malaga,¿como diablos lo había traido hasta aqui?Entonces de aquel coche negro salió Diego y solo lo vi a él.Estaba guapisimo,llevaba un traje de chaqueta aunque sin la americana y sin corbata,con tres botonos abiertos.No pude evitar sonreir como una tonta cuando me guiñó el ojo.Carol se dirigió corriendo al hombre del monovolumen,este tipo era grande,tenía una anchura de hombros impresionantes,no era guapo pero tenía cierto atractivo y estaba totalmente rapado al cero.
-Brian-gritó Carol y se dirigió hacía el hombre grande que supuse que era Brian.
-Ha sido insoportable tenerte lejos-le dijo él con cierto acento extranjero mientras la elevaba un poco del suelo.
Carol se acercó a mi mientras Diego hablaba con el taxita.
-Cariño,ahora tú te irás con Diego,nos veremos por la mañana.
Asentí y la abrazé,le había cogido tanto cariño en tan poco tiempo.
-Tranquila cielo,nos veremos mañana.
-Pero muchas gracias por todo,¿vale?
-No tienes que darlas.
Nos separamos y alguien me rodeó los hombros,era Diego intenté relajarme,al lado de él se me hacía muy dificil manejar mi cuerpo.
Carol se dió la vuelta y antes del montarse en el coche nos mandó un beso.
-Hasta mañana.
Luego besó en los labios a Brian,cosa que me extrañó pues creía que Carol no había tenido otro novio ademas de David.El monovolumen pasó a nuestro lado echandome otra brisa de aire caluroso.
-Vamos-le dije dirigiendome hacía el coche con aire predominante.
-Vale,vale.
Sonreí.
-¿Donde vas?-preguntó hablándome en el oido-Esque quieres conducir o qué.
Perfecto,ahora se cachondearía todo el rato.
Rodeé el coche y abrí la puerta del copiloto agresivamente intentando parecer cabreada aunque tenía ganas de sonreir.
El paisaje era bonito aunque demasiado seco para mí,que adoraba el frío.Sentí los ojos de Diego fijos en mi.
-Estas preciosa de pelirroja-dijo dulcemente.
-Me gustaba mas mi pelo moreno-le confesé avergonzada aunque mirándolo a los ojos.
-Bueno en realidad-me miró a traves de su pestañas-A mi me viene mejor así.
Intenté mostrarme indiferente aunque estaba cautivada por Diego.
-Por qué te viene mejor-le dije con una ceja arqueada.
-Carol ha hecho un gran trabajo-miró la carretera de nuevo.
-No me cambies de tema Diego.
Diego soltó una carcajada y yo sonreí sacudiendo la cabeza.
-Me dejas terminar señorita protestona-dijo aun entre risas.
Bajé la vista mientras me mordía el labio,me había encantado el tono cariñoso que había usado.
-Pareces más mayor asi-soltó al fin yo levanté la vista de nuevo
-¿Y...?
-Pues que me viene bien.
-Pero por qué-dije un poco irritada pero divertida.
-Ahh,eso si que no te lo voy a decir,tenemos que parar aqui para comer.
-Este sitio es precioso.
Era una especie de chiringuito en la playa,no había mucha gente.
-Lo sé,sirven todo tipo de pinchitos.
Sonreí mientras saliamos del coche,Diego se puso a mirar no se que cachibache y yo aprobeché para ponerme en frente suya.Hablé cuando guardó el movil en el bolsillo.
-Me lo vas a decir-confirmé mientras lo miraba coqueta.
-He dicho que yo-dijo conteniendo una sonrisa.
-Muy bien.
Me acerqué mucho más a él dejándolo atrapado contra el coche.
-¿Me estas acorrolando?
Me mostró una perfecta sonrisa.
-Sí-me pegué completamente a él.
-Pues te advierto que yo sé muchos de acorralamientos-me dijo pícaro.
No me dió tiempo a contestar porque me subió sobre su hombro bocabajo.
-Diego bájame-chillé pataleando.
-Me preguntaras otra vez por qué me viene bien.
-Sí,te lo preguntaré hasta que me lo digas.
-Muy bien.
Vi como abanzabamos.
-¿Donde vamos?
Intenté bajarme pero el me tenía fuertemente agarrada.
-Al agua.
-No,no Diego,por favor.
Me estaba riendo pero no quería que me tirara al agua.
-Te voy a tirar lo siento-me dijo tambien riéndose.
Pataleé con todas mir fuerzas y me caí de cabeza al suelo tragándome toda la arena.Diego estaba carcajeándose.Estaba mosqueada me había destrozado el pelo,cogí un puñado de arena y se lo tiré,le dió en el pecho,me miró malicioso.
-Corre-dijo con una sonrisa burlona.
Me costó trabajo levantarme pues no podía parar de reir,corrí por la orilla.No parabamos de reir aunque cuando él me atrapó por detras y me susurró al oido me quedé petrificada.
-¿Que me dices ahora?
Me di la vuelta cogiendo aire,él me rodeó el cuerpo y los brazos dejándome inmovilizada.
-Que eres un estupendo secuestrador.
Liberé mis brazos para rodear su cuello y me acerqué poco a poco a él hasta que pude tocar sus carnosos labios,nos besamos frenéticamente,yo lo rodeé con mis piernas mientras seguiamos besándonos,pero me asusté,no quería ir rápido,este no era el momento.
-Blanca,Blanca,¿qué haces?¿No te gusta?-dijo con ceño fruncido-Lo ves Diego,eres tonto-hablaba consigo mismo.
Como podía pensar que no me gustaba si había sido yo la que lo había besado,ademas se me notaba en la mirada de cuanto me gustaba.
-Pues claro que me gustas idiota,es solo que me he asustado.
Le cogí la cara y le volví a besar,esta vez mas suavemente.
-Vamos a comer-le dije con una sonrisa mientras le rodeaba la cintura.
Antes de entrar en el restaurante pasamos por el coche,me pasé el cepillo que llevaba en mi equipaje y me cambié de camisa en la parte de atras aunque fue un poco incómodo pues Diego estubo observandome.
-¿Te molesta que te miré?-dijo cuando al fin salí.
-Me molesta más ver el deseo en tus ojos.
Aspiré el olor que se concentraba en su cuello.
-No puedo evitar desearte-confensó colocandome un mechón de mi pelo detrás de la oreja,sonreí avergonzada,no estaba acostumbrada a aquellos gestos tan caballerosos.
Entramos en el restaurante muy playero,había unas cuantas parejas y varios grupos de amigos aun asi no estaba lleno.La comida estaba riquísima aunque Diego no comió mucho.
-Tú no comes o qué-inquirí después de tragarme un trozo de carne.
-Comí hace poco,era más por ti.
Le sonreí,desvié la vista hacía un grupo de muchachas que había al lado nuestra y que no paraban de cotillear y mirar a Diego.Las miré furiosa.
-¿Se os a perdido algo aqui?-les dije antipáticamente.
Desviaron la vista asustadas y Diego soltó una carcajada.
-Te voy a tener que poner un bozal-dijo entre risas.
Arqueé una ceja.
-Qué gracioso.
Diego seguía riendo por lo que al final tube que sonreir,verlo reir era maravilloso.
Estubimos hablando basicamente sobre Carol y Brian,Diego me dijo que su relación era muy alocada pero que Carol sabía manejar a Brian,se entedían y que ademas se querían.
Eran las once cuando nos montamos en el coche,sonaba una música tranquila y yo me relajé contra el cristal,cerré los ojos pero no del todo,quería seguir mirando a Diego.Entonces paramos frente a un semáforo en rojo y se acercó a mi,me dió un ligero beso en los labios,me hubiera gustado devolverle el beso,pero se suponía que estaba dormida,luego apoyó su frente contra la mia.
-Te quiero Blanca-susurró,el semáforo se puso en verde y el arrancó,pero no tan rápido como mi corazón que empezó a latir,golpeándome el pecho.