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viernes

Reflejos de una niñez.

Las cosas no van a cambiar,lo supe por la manera en la que me miró la última vez.No fue una mirada seria,más bien vacía,porque eso era lo que según él sentía por mí.Yo sin embargo el vacío lo sentía en el corazón,y ese vacío dolía y mucho.Todavía recuerdo sus palabras: "Ana,sé que eres especial,a lo mejor podría pasar mi vida contigo,pero no lo tengo claro y creo que esto va muy rápido y no estoy preparado,quizás las curvas cerradas me dan un poco vértigo.Me encantaría seguir conociéndote pero dame tiempo y que sea un poco más lento.Espero que lo entiendas,tenemos toda una vida por delante y sabrá Dios lo que nos depara el futuro.O nuestros hijos son hermanos o son colegas y juegan a las canicas,nunca se sabe.Ojalá podamos seguir siendo amigos y quizás con el tiempo algo más".No sabía lo que era morir en una guerra,en una explosión,en un incendio o víctima de un huracán,ahora lo comprendía.Todo mi cariño fue arrastrado con esas palabras.Me temblaron las piernas me latió mucho más rápido el corazón y creo que tuve un tic nervioso en el ojo,en fin,mis neuronas simplemente dejaron de exitir.Mi mundo se derrumbaba sin Dorian.Normalmente no me permitía pensar mucho en él,pero a veces la memoria vagaba por si sola y lo traía de vuelta,sobretodo en clase,cuando lo tenía enfrente seis hora seguidas.

-Ana,¿te has enterado?-la voz del profesor me distrajó y lo miré.

-Claro profesor.

Me miró no muy convencido y siguió hablando mientras yo me desmoronaba en la silla.Para colmo esa noche tenía el concierto,no me importaba cuando estaba allí,vestida y hecha una idea de lo que me esperaba,pero a la hora de prepararme se me hacía de una vaguedad imposible.Cantar era una de mis mayores habilidades y aficiones,al principio cuando me halababan por ello no les creía o no quería creerlos pero ya no me escondo,ahora grito a los cuatro vientos lo mucho que me gusta,sobre todo cuando lo hago con los ojos cerrados y me dejo llevar por la música.

Salí de la clase despitada y patosa no me molesté en observar como él pasaba de mi y se reunía con sus amigos,aunque no puedo negar que lo miré de soslayo.Principamente la razón por la que siempre quería quitarme del medio era por las miradas furtivas de mis compañeros y sus comentarios "Ya tenemos una famosa en clase" o "Esta noche actuará en el Bernabeu".

Como siempre salí deseando cruzarme con mi amigo de la infancia,Yahel.Con él compartía secretos,me refugiaba en los malos momentos y reiamos también en los buenos.Él sabía de mí como nadie y siempre tenía un buen consejo y una sonrisa gigante en el momento oportuno.

Cruzó el pasillo y allí estaba,con su pinta de chulito y su mirada descarada,era como llegar a casa.

-Venga mujer que no es para tanto.

-¿El qué?...-lo dije con voz pesada,como pensando ya estamos.

-Tienes la cara desencajada.Joder,que solo vas a cantar ni que te fueran a ingresar en el talego.

Arqueé la ceja con mi media sonrisa y lo empujé por el hombro.

-No empiezes Yahel.

Me senté en uno de los bancos de piedra del patio,al instante puso su pie sobre él y echó sus codos sobre su rodilla.

-Además con lo mal que cantas seguro que no te contratan más.

Y se echó a reir a carcajadas.Como siempre me arrancó una sonrisa.

-Que gracioso,si por ti fuera mi carrera de cantante no habría exitido.

Al momento me estampó una de esas sonrisas que te calman de verdad.

-Venga Ana,si sabes que eres la mejor.

Me quedé pensativa.

-Suéltalo ya ¿Qué te ronda por esa cabezita? Aparte del concierto.

Viendo la seriedad del asunto prefirió sentarse junto a mi.

-Yahel,estaba muy pillada.No me esperaba que Dorian me hiciese eso y menos así,de sopetón.Me encontraba tan a gusto ultimamente,iba todo fenomenal y después de seis meses todo al garete...

Yahel no sabía muy bien que decirme,al final dijo:

-Bueno Ana,será un arebato.Ese niñato no sabe lo que hace y el día que se de cuenta se dará de chocazos con la pared.

-Lo dices porque eres mi amigo.

-No,lo digo porque es tonto.

Se hizo un silencio,mientras él me miraba fijamente yo contemplaba el horizonte como si más allá de él hubiese un escape rápido.Entonces Yahel como siempre oportuno y jugando con mis rizos me soltó:

-Si tú sabes que con un golpe de tacón tienes a veinte moscardones volando a tu alrededor.

Di un golpetazo en el suelo con el pie y lo miré.

-¿Dónde están?

Comenzó a reirse a carcajadas.

-Yahel deja de cachondearte de mi-le dije entre risas.

-Cuando se de cuente de lo que ha perdido volverá con las orejas agachadas.

La cara se me iluminó.

-Por cierto a que adivino como irás vestida en el concierto.

-Aquí está mi amigo,el listillo.Suéltalo.

-Para empezar tus guantes de encaje con los dedos afuera.

Lo miré de reojo.

-Vamos bien.

-Tu minifalda de listas blanca y negra,esa de los dos o tres volantes.

Asentí divertida.

-Tus botas de cordones por encima de las rodillas.

-Ya veo que me conoces como a la palma de tu mano.

-En fin,horrorosa.

Le miré extrañada y le solté:

-Venga Yahel cómo puedes decir eso si sabes que compartimos los mismos gustos.

Pero él no me escuchó.

-Más que horrosa,incompleta.

-¿Y eso por qué?

-Pues muy sencillo,porque te falta esto.

Sacó una caja del bolsillo de su casaca abotanada que junto a esos vaqueros rotos se veía elengantemente macarra.Entonces la puso en mis manos y me dijo: "anda toma,a ver que te parece".La cogí ilusionada porque él sabía perfectamente mis gustos y yo sabía que era algo que seguro me iba a gustar.Así que literalmente destrozé el envoltorio y abrí esa pequeña caja.Era un colgante de plata,con una espada preciosa,de esas mediavales que se ven en las películas de gladiadores y que para el guerrero es una pieza imprescindible e importante,de estas que heredan de padres a hijos y que te muestran como si fuera un tesoro e incluso comentan siempre la cantidad de veces que ha sido su hoja forjada,así que en ese momento comprendí que era algo más que un colgante,iba más allá.Supe que tenía un tesoro en mis manos.Y ahora sabía que iría completa.Abrí los ojos como platos y lo miré fijamente.

-Vaya Yahel ¡Me encanta!-exclamé.

Me puso una de esas sonrisas que ocultaban el mensaje "te conozco como nadie".Y yo capté el mensaje.

-¿De dónde lo has sacado?

-Lo compré en una pequeña tienda del centro,de esas vacilonas que te gustan.

-Pues has dado en el clavo-comenté mientras miraba el collar atontada-Da por hecho que esta noche lo llevo.

Le agarré esa cabecita loca y le arreé veinte besos en la frente.O eso conté yo.Las carcajadas se oyeron en todo el campus.Cuando saliamos de allí pude comprobar como Dorian reía acompañado de Alice y Marta,entonces una tristeza recorrió mi cuerpo.Parecía que se había liberado.Estaba alegre y risueño.Pero ¿cómo?,es que esos meses juntos no significaban nada para él.Acaso le había importado alguna vez.Mientras se me encogía el corazón de pena seguía escuchando sus carcajadas,hasta que el brazo de Yahel sobre mi hombro y esa forma de tocarme el cuello me hicieron distraerme de mis pensamientos.Una vez más Yahel había captado mi atención,como siempre.

Me hacía gracia como cuando iba con mi mejor amigo todas las chicas se lo comían con la mirada.Esa melena morena y larga,esos ojos profundos y esa sonrisa que seguramente a todas les quitaría el sentido.Él lo sabía y lo único que conseguían esas miradas es que sus chulería al andar se volvería aún mayor y a veces reiamos cuando yo lo llamaba creido y él siempre contestaba "creida tú missmundo".Le eché el último vistazo a Dorian y caminé tan rápido como mis piernas me dejaron.Necesitaba salir de allí.Yahel también aceleró el paso y volvió a lanzarme una sonrisa cómplice.

-Luego te veo artista-se despidió mientras jugaba con mis rizos.Vamos que me despeinó.Y para acabar mosqueándome,se despidió de nuevo:

-Adios Ann lex.

Comenzé a prepararme para la actuación.Y después de dos besos a mi madre me dispuse a montarme en el coche que el quipo de sonido mandaba para recogerme.En los asientos traseros se apilaban periódicos del día,en primera plana pude leer: "La artista rockera revelación,Ann lex,ofrece un concierto en Madrid y ya presume de aforo completo" .No sabía Yahel cuanto me molestaba que me llamara por mi nombre artístico"Ann lex" en su boca sonaba raro,me gustaba que él,mi amigo de toda la vida me llamara por mi nombre real,Ana.Pero siempre aprovechaba para sacarme de mis casillas en un momento dado.Cuando vine a darme cuenta estaba a punto de subirme al escenario.Entonces vi a Dorian en una de las filas delanteras,sus amigos bromeaban y le daban codazos mirándome a mí.Durante la actución me guiñó el ojo varias veces solo para chulear delante de los amigos,y me percaté de que ahora quería daserla de que era el novio de la famosa e incluso pudo leer en sus labios "luego hablamos preciosa".Se me heló la sangre y en ese momento llegué a verlo con odio,es que acaso si no fuera conocida no tendría nada que hacer con él.Pero en ese momento estaba enfrascada en mi música y no estaba dispuesta a que nada me distrajese.Así que una canción y otra y el concierto todo un éxito.

Seguía escuchando los aplausos cuando vi a Yahel,a un lado del escenario junto a la escalera.Me observaba sonriente,a mi y a mi colgante.Apreté el cogante fuertemente y suspiré mirándole a la cara."Puebra superada".Tenía la sensación del trabajo bien hecho.Me precipité hacía las escaleras esperando el abrazo de ese amigo que siempre he tenido,jamás pensé que esa situación me desvordara,pero lo que nunca imaginé es que esperando encontrar su abrazo me encontré con sus labios.Me besó apasionadamente,nunca creí que exitirían esas palomitas del estómago pero eran reales ¡Exitían! Fue increible como de un mazazo ese momento fue interrumpido por Dorian,pasaron en mi mente miles de preguntas,pero qué quieres y ahora qué pretendes,no tienes nada mejor que hacer que estropearme el mejor momento de mi vida.Probablemente no.Demasiado bonito para ser verdad...

Con el mayor respeto,como un caballero andante de los de época se retiró Yahel en esta situación tan incómoda.Fue entonces como entre los abrazos y halagos de Dorian ante sus amistades ví como la figura humilde de Yahel se marchaba del recinto,de espaldas,silencioso...

No lo pensé dos veces.Creía que la izquierda seguía a la derecha y la derecha a la izquierda,corrían por si solas.No sabía que tenía unas piernas tan independientes.En un abrir y cerrar de ojos me presenté ante él dispuesta y decidida.

Solo me miró.Después de una larga amistad de años no fuimos capaces de cruzar palabras.Sobraba todo.Esos reflejos de amistad de una niñez fluían solos convirtiéndose en mucho más,en un amor eterno que sabiamos,perduraría siempre.Jamás olvidaré aquella época,hoy lo comentamos entre risas aún enamorados.