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lunes

¡Salta!

-¡Salta!

Retrocedí un paso en cuanto me asomé al filo del edificio.

-No puedo Dorian,tengo miedo-me aferré a su cintura.

-Mírame Sera-la lluvia le resbalaba por la cara y formaba pequeñas gotitas de agua en sus pestañas y su boca,me concentré en escucharle-Tienes que hacerlo,estoy aqui,contigo.

Negué con la cabeza mirando de nuevo el vacio.

-Ni siquiera se ve el suelo Dorian,no puedo.

-¡Sera! Hazlo por mi,salta ahora si me quieres.Confía en mi,te quiero,confía en mi...-me pidió con ojos suplicantes.

-Si muero será culpa tuya.

-Si mueres,voy contigo.Siempre juntos recuerdas.

Lo miré con lágrimas en los ojos,ya casi ni lo veía,su imagen se difuminaba y eso me hacía agonizar.

-Te amo Dorian.

-No puedes amarme,esto es culpa mia...

-Te amo Dorian-insistí.

-Lo sé cariño.Siempre juntos.

-Siempre...

Se oyeron voces a sus espaldas y Dorian se giró para luego mirarme aterrorizado.

-¡Salta ahora mismo Sera!

Le besé los labios,y recordé nuestro primer contacto,las mariposas seguían aqui.Y salté y las piernas me cosquillearon y miré hacía arriba esperando ver caer a Dorian,pero se escuchaban los puñetazos,los quejidos.Y ya no se escuchó nada.
El corazón me golpeaba el pecho,dificultándome la respiración pero no lo suficiente como para no correr en dirección al edificio.Al comenzar a correr me percaté del profundo dolor que sentía en la pierna,la rodilla se me doblaba con cada paso,aunque seguí,ya me preocuparía de eso más tarde.
Oí las voces de aquellos niñatos (reprimí un escupitajo) y me pegué contra la pared.Cuando las voces se esparcieron continué hacía el edificio.Subí las escaleras a duras penas.Me arrojé a la puerta que daba a la azotea y vi su silueta,en el suelo,inmovil.

-Dorian-grité.

Me arrodillé examinando su cara.

-Dorian,siempre juntos recuerda,siempre juntos...Te quiero,siempre juntos...No me dejes...

Amanecí oliendo a...nada.Los hospitales no huelen a nada,están tan pulcros que no huelen a nada.Por eso no me gustan.

viernes

Un cambio radical (No todo es lo que parece)

¡Hola! :D

Como ya habreis intuido vuelvo definitivamente a mi novela querida.He pensando en reescribirla pues hay mucha cosas de ella que me gustaría modificar y como yo voy aprediendo y evolucionando pues me gustaría que la novela lo hiciese tambien.Quiero mejorarla pero lamento deciros que esa mejora no la podreis apreciar,al menos aqui,en mi blog.Si algún día la termino,la guardaré por si me decido a enviarla a las editoriales o la dejaré en mi estantería,como algo personal ¡Mi primera novela!

Pero no os preocupeis,seguiré subiendo actus,pues advierto que la novela va a variar mucho cuando la reescriba,asi que no veo nada de malo en terminar la "antigua" Un cambio radical para no dejaros con la intriga xD

Bueno pues eso,que me deseeis mucha suerte n_n''

Pronto subiré el capítulo 9,lleno de cambios en la vida de Blanca.



-¿Preguntas? (anonimamente tambien): http://www.formspring.me/laurandroses
-Tuenti: Un cambio radical (novela) Laura roses (fotografías y relatos independientes)
-Flickr: Pincha en la fotito de la derecha.


¡Un beso! (L)

martes

Final capítulo 8.Cambios.

Pasaron los días y la carta seguía allí,guardada en un cajón,sin atreverme siquiera a mirarla.Tenía tanto miedo de lo que pudiera leer (y descubrir) que creí que lo mejor era preparme y imaginarme mil cosas,por muy disparatadas que fueran,para así no sorprenderme tanto.Esa tarde paseaba con Carol por la playa.Ibamos descalzas y en shorts,hacía mucho calor y el cielo estaba totalmente azul.
-...y entoncés cogió y se fué a ver un partido de beisbol,me enfade tanto que...
Siguió hablando como si nada.Me estaba contando la última que había tenido con Brian,la mitad del tiempo no le hacía caso pues cada noche me contaba algo parecido o que le había molestado,pero a la mañana siguiente tocaba la reconciliación,esta la escuchaba menos,pues todas eran iguales.No entendía como dos personas que se querían tanto podían pelear todo el día,porque se querían y eso nadie lo duduba,incluso Diego me lo había comentado alguna vez,y eso que Diego jamás sería capaz de meterse en la vida amorosa de otra persona,no era nada cotilla.Era super cerrado para eso,para expresar sus sentimientos,me refiero.Solo yo se los conseguía sacar pero me costaba mucho,aunque cuando lo conseguía no había dios que lo parara.Y yo contentísima de que el niño me abriera su mente ¡Como si eso no fuera lo normal! O sí lo era... Sabía que la mayoría de los hombres eran muy suyos,pero creía que lo normal era que tu pareja te contara sus preocupaciones y tal,no que se las guardara para él,porque para eso estaba yo,para que se desahogara y para apoyarle...
Carol me habló pero yo estaba distraida.
-¿Qué?
-Decía...-dijo un poco molesta-que sigues preocupada por lo de la carta.
Carol y su extraña habilidad de averiguar mis emociones.
-Creo que deberías leerla ya Blanca-me aconsejó.
La miré con los ojos entrecerrados,intentando averiguar porque me decía aquello y esperando que ella me lo explicara.
-No sirve de nada aplazarlo más...
-Tengo miedo...
Me miró dulcemente y luego me rodeó los hombros.
-No debes tenerlo ¿Por qué?
-No lo sé...Me da miedo verme entre la espada y la pared-le dije dudosa.
Bajó la vista,había dado en el clavo.Eso era lo que iba a pasar,me vería atrapada y confusa...
-Sea lo que sea...Piensa bien lo que harás-me dijo con una sonrisa.
Seguimos caminando hasta que un hermoso crepúsculo púrpura se formara en el horizonte.
Llegamos a la casa justo a tiempo para ver a Diego entrar por la puerta de aluminio que había en el salón.
-Diego-le llamó Carol,esta hizo un movimiento con la cabeza,preguntándole que pasaba.
-Hay problemas.Buscan problemas y según Rafael acabaran consiguiéndolos.
Carol fue con grandes zancadas hacía él y se adentraron en el garaje.
-Bueno...-dije hablando en voz alta para mi misma.
Y ahora que voy a hacer yo.Terminé la frase en mi mente.
Me molestaba muchísimo que siempre fuera yo la que me quedara fuera de todo,como si importase una mierda mi presencia.Puse toda mi atención en aquella puerta,mientras mis sentidos trabajaban rapidamente,mis oidos intentaban captar toda la información posible,y los otros cuatro hacían el menor ruido y movimiento posibles.
-No sabía que aquel inutil seguía en la pasma.
Aquella voz agresiva y nerviosa era,sorprendentemente la del tranquilo Rafael.
-Yo tampoco me lo explico.Es demasiado inteligente.
Todos le dieron la razón al hombre que acababa de hablar.
Estaban hablando de David Joshon y de lo que pasó cuando se llevaron a Carol.Recuerdo cuando Carol me contó aquella historia,en aquel entonces jamás me imaginaría lo que me depararía el futuro.
Carol no había pronunciado ni una sola palabra desde que entró.Oí una voz a mis espaldas.
-Hola-susurró Dani.Con aquel pelo suyo tan peinado y alborotado a la vez.
-Hola.
Le dediqué media sonrisa.
-Están reunidos verdad.
-Sí,por lo visto hay problemas-imité la forma en que lo había dicho Diego.
-Siempre hay problemas-coincidió.
Nos sentamos en sofá.Su rodillas rozó la mia y estupidamente mi corazón se aceleró.
-Lo siento Dani,el otro día me enfadé contigo sin...
-No,no.Fuí yo el que te contestó borde-me interrumpió.
-La verdad es que sí-afirmé con la boca torcida.
Dani rió y agarró mi cabeza para colocarla en el hueco de su cuello.
A estas alturas ya podía oir el ruido de mi corazón.No sabía muy bien lo que me pasaba con Dani,era un amor raro,como de hermanos,pero aún así me sentía atraida por él.
-¿Por qué tú no estás con ellos?-pregunté más que nada para romper el hielo.
Contestó mientras me acariziaba el pelo.
-Porque estoy harto de escuchar las mismas gilipolleces de siempre.
-Ah-me limité a contestar,no queriendo meter la pata.
-En realidad estoy harto de esto.De hacer siempre lo mismo y de una vida monótoma.
-Es raro.
-Me gustaría irme-me confesó.
Le miré sorprendida y el rió suavemente.
-Y por qué no te vas-inquirí colocando la cabeza de nuevo en su hombro.
-Ni idea,supongo que me da miedo hacerlo solo.
No sé si esa última frase iba con segundas.
-Yo te acompañaría-me atreví a decir.
-No,no lo harías.
Pensé que lo que quería era contradecirme para que yo le dijise que sí,que me iría con él.
-Es verdad,no lo haría-contesté. A ver que respodía ahora.
Soltó una gran carcajada,para mi sorpresa.
-Ya lo sabía,anda-me picó en tono cariñoso.
Me reí nerviosa.Cometí el gran fallo de mirarle y tener ganas de besarle.Le cogí ambos lados de la cara y apreté mis labios contra los suyos mientras sentía su mano en mis costado sujetándome junto a él.No sé porque seguí el beso,supongo que era porque no tenía ninguna gana de que acabase,pero aún así sabía que lo tendría que haber cortado.No.Debería no haberle besado nunca,así Diego no nos hubiera pillado y no se habría enfadado conmigo.
Escuchamos la puerta y teniendo en cuanta mis pocas ganas de separarme tardé un segundo en apartarme de Dani,segundo suficiente para que Diego nos viera.
Dani ni siquiera miró a Diego,se piró antes de que pronunciara palabra.
-¿Qué?-dijo Diego al fin.