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viernes

Nuestros besos sabian a fresa y su piel a pasión.

Empezé a sentir la punzada en el costado,estaba asfixiándome.Las lagrimas resbalaban por mis mejillas llenas de grasa,pero ellas no me impedía seguir corriendo,pues en cada paso la imagen de Anne se hacía más nítida en mi mente y eso tenía una gran fuerza sobre mi.Podía sentir el sudor bajar por mi espalda,ahora esto no tenía ninguna importancia,mucha menos que el dolor de pies,pero tambien me molestaba,en el estado donde me encontraba todo me molestaba.
Por algún motivo que aún no había conseguido comprender,Anne me amaba,puede que no tanto como yo a ella,pero lo suficiente para que estubiera demasiado satisfecho.Debo admitir que me dajaba arrastrar por ella,que hacía todo lo que me pedía,eso tiraba mi orgullo por la borda,pero jamás me vería capaz de reprocharle nada.Cómo lo podría hacer si gracias a Anne luchaba por mi vida,solo para estar con ella.Hace mucho que habría muerto si la imagen de su bonito rostro se borrara de mi mente.

Hacía meses que no la veía,pero recuerdo que el cabello le caía por los hombros,hasta las caderas,amoldándose a la forma de su espalda,era de un bonito color caoba,pero a la luz del sol,se podían ver destellos cobrizos.Sus ojos no se quedaban atrás,ojos grandes y vivos,de un verde azulado suave y unas pestañas interminables.No podía evitar sonreir cada vez que le miraba su naricilla chata y pecosa,le mosqueaba tanta que me gustase que tube que controlarme para no besársela.Pensareis que Anne era antípatica y borde,pero nada eso,era buena persona y extremedamente sensible,pero se escondía en una coraza,mil veces intenté arrebatársela,solo lo conseguí cuando me enamoré de ella,que fué poco después de salir juntos.Anne se había encaprichado conmigo y no me dejó en paz hasta que accedí a cenar con ella.Me divertí tanto que olvidé que estaba bromeando con la chica más caprichosa e insoportable de todo el condado,claro que después,no pensé lo mismo de ella.Anne consiguió lo que quería,en un abrir y cerrar de ojos me había metido en el pequeño baño de la taberna y me desabrochaba la camisa,salvaje y delicada a la vez.Me tomé un segundo para mirarle la cara,tenía los labios entreabiertos y podía ver sus dientes,tenía los delanteros un pelín separados,pero eso era lo que le daba a su boca un aspecto encantador.Los suaves ojos verdes azulados estaban excitados y eso me excitaba a mi tambien.Nuestros besos sabían a fresa y su piel a pasión.

A estas alturas se podían ver los barcos en el puerto y mi corazón me golpeó con tanta fuerza el pecho que creí que moriría antes de llegar.Avanzé esta vez más despacio y en diez minutos estaba entre madres con sus hijos,dispuestas a emprender una nueva vida,grupos de amigos que solo buscaban diversión,maletas,bahúles y todas las pertenencias de los viajantes.Caminé desorientado entre la gente,fijándome en todas las chicas lindas que pasaban a mi lado pero ninguna de ellas lo eran tanto como para parecerse a Anne.

Entonces pude ver una bonita pamela blanca,debajo de esta se hallaban mechones cobrizos y,cogida en una trenza,una larga melena caoba.El sol le daba en la cara,aunque tenía la pamela y eso resguardaba sus ojos,le brillaban como dos esmeraldas,tambien distinguí sus pestañas,me dió la impresión de que se balanzeaban cada vez que ella parpadeaba.
Sus movimientos eran nerviosos e inquietos,tuve la necesidad de estrecharla entre mis brazos y amarla pero no creía que ese fuera un buen reencuentro.

Lo había visto,lo había visto.Sí era aquel,él rubio del sombrero marron.Tenía que disimular,no quería hablar con él,no tenía ganas de discursiones,pero esque estaba tan guapo que no pude resistirme a mirarlo de reojo mientras guardaba el petete.Sabía que me estaba obserbando,es increible que solo saber que me miraba me hiciera sonrojar.Desde la última vez que nos vimos no he dejado de pensar en él,cada vez que descubría algo nuevo pensaba en enseñarselo,cuando salía de la facultad esperaba unos minutos a ver si aparecía,aun sabiendo que no volveria con él.Es cierto que en una pequeña parte de mi amor por él había dolor.Acostarse con mi hermana,en mi propio coche,no se olvida facilmente.Mil veces me explicó que no lo hizo queriendo,que estaba casi obligado,pero eso no tenía nada que ver,yo jamás hubiera hecho eso.Pero lo amaba,aún lo amaba,aunque amarlo supusiera dolor.Había intentado muchas veces olvidarlo,pero mi cuerpo reaccionaba ante su olvido,parecía como si él se hubiera acostumbrado a su calor y mi ojos a su cuerpo.

Después de haber estado un buen rato hablando con un conocido me decidí a acercame,intenté hacerlo lo más casual posible.Apoyé mi costado sobre su auto con las manos en los bolsillos.Hablaba en la parte delantera con su chófer y estaba de espaldas a mi,solo encontrarme a un metro de distancia de ella me ponía nervioso,podía oler su perfume,un perfume caro para una chica cara.El chofer empezó a murmurar algo a la vez que me señalaba con la cabeza y entonces Anne se volvió,primero ladeó la cabeza y luego volvió el cuerpo también.Nos comimos con la mirada durante unos segundos.Anne me miraba satisfecha y divertida a través de sus pestañas.

Sonrió,irguió la espalda,levanto la barbilla y mientras jugueteaba con un guante de piel blanco habló:

-¿Qué haces aqui Daniel?

La miré devolviendole la sonrisa.Cogí el guante que tenía entre las manos para ponerselo de la manera más delicada que supe.Esto pareció funcionar,pues la expresión que puso me recordó a la que ponía después de besarnos,estaba seria pero sabía que no estaba triste,pues seguía nerviosa.Aunque la excitación la noté en sus ojos.

-¿Adónde vas?-le pregunté serio yo tambien.

-Me voy Daniel.

La miré sin pestañear.

-¿Adónde?-insistí.

-A España.

El sueño de Anne era viajar a España.Estaba perplejo y no sabía que decir,Anne tampoco.

Aún tenía el corazón agitado pero se relajó de repente.

Junté los dedos índice y corazón y los choqué ligeramente con mi sién derecha,a modo de saludo y me marché.Sentí la mirada de Anne en mi espalda,la miré de reojo,esto estropearía enormemente mi salida teatral pero me daba igual,necesita verla por última vez.El labio inferior le temblaba y tenía el semblante inexpresivo.Me giré antes verla llorar.

No me arrepentía de haber corrido desde la otra punta de la ciudad.Si hubiera sabido que la única conversación con ella iba a ser nuestra despedida habría corrido otra vez,con la misma intensidad.

Unas chicas me miraron mientras reian nerviosas,eran hermosas,mujeres jovenes,apenas veinte años y estaban a mi alcance,le guiñé el ojo a una morena y me dedicó una de las sonrisas más bonitas que había visto en mi vida,después de la Anne.

-Adios guapo-me dijo con voz seductora.

La miré con media sonrisa y seguí mi camino.

Pero,¿quien es esa? ¿Por que habla con él? Se ha ido,así me gusta.Dios,que nerviosa estaba,faltaba una hora para zarpar y justamente ahora empiezo a dudar.Después de cinco meses preparando este viaje,nunca había sentido que debía quedarme y aparece el idiota de Daniel y me hace dudar.

Le di una larga calada al cigarrillo,luego eché el humo en circulos,como hacía cuando fumaba solo.El humo bajar por mi gargante me relajó y me hizo ver las cosas de distinta manera.Me había dado por vencido demasiado pronto,ni siquiera le había dicho que se quedara,aunque dudo que ella hubiera accedido.Llevaba mucho tiempo queriendo ir a España como para quedarse por mi,un traidor.Si ella supiera que de verdad estaba arrepentido...

Absorto en mis pensamientos había perdido de vista a Anne,me di cuenta de que el barco estaba zarpando y en un ataque de nosequé tiré el cigarilo y empezé a correr calle abajo.Todo el mundo me miraba malhumorado por mis empujones pero por alguna razón decidieron no decirme nada.Solo me encontraba a veinte metros del gran transatlántico,aunque me bastó para ver como la rampilla,que conectaba el barco con la superficie,era retirada.Poco a poco el barco empezé a moverser.Toda la gente gritaba y se despedía desde la proa y después cuando el barco había avanzado suficiente corrían hacía la popa y volvían a saludar.Mis ojos viajaron por cada uno de los rostros que saludaban,aunque claro no espereba ver a Anne allí,basicamente porque no tenía a nadie a quien saludar.Seguramente su chófer fuera con ella.

Después de un rato sintiendo que mi vida se desvanecia volví a casa.

En la calle todo el mundo rebozaba felicidad,después del escándalo del Titanic,nadie se había atrevido a montarse en un barco.Pero claro,los americanos en nuestro afán de superación lo hicimos,bueno yo no lo hice pero porque no quería,me gustaba América.Reconocí a algunas personas que habían estado en el puerto,varias de ella lloraban pero a la vez reían.

Mi barrio era tranquilo,se situaba al lado del mar.Allí la gente era humilde y todos nos conociamos,nunca había visto ni una sola pelea.En la orilla había varias barquitas blancas.
Estaba anocheciendo y el cielo estaba especialmente bello esa tarde,el celeste se difimunaba por el horizonte mezclándose con púrpura y naranja,esa extraña mezcla de colores me produjo una profunda añoranza.Dicen que los hombre nunca lloran,pues aquella noche lloré y no me importó,tampoco esque hubiera mucha gente obserbándome.Vivía solo,en una pequeña casa enfrente del mar.Constaba de dos plantas,abajo el salón y la cocina y subiendo unas estrechas escaleras estaba el dormitorio y el baño.

Mientras me quitaba las botas en el borde de la cama recordé algunas cosas que había vivido junto a Anne.Una mañana después de hacer el amor con Anne,ella se vestía junto a la ventana y el Sol del amanecer le alumbraba su preciosa piel blanca,dándole un aspecto como de plata.Era preciosa,cuanto más pensaba en ella más bonita me parecía.La ayudé a amarrarse el corsel mientras acariziaba sus caderas y sus muslos,firmes y duros,propios de una chica bailarina.Sí,Anne era bailarina,de ballet y no una cualquiera,era conocida en todo New York.No entendía mucho de ballet pero se movía con tanta elegancia que deducí que lo hacía verdaderamente bien.A ella le encantaba que yo fuera a verla y después presumía de mi en las fiestas,eso era lo que más me sorprendida,una señorita como ella orgullosa de ir del brazo de un tipo como yo,que no tenía nada,solo una casita y el mar,y mi camioneta,aunque esa la utilizaba poco,no tenía dinero para gasolina.

Solo me serví cerveza y sopa fría que había quedado del día anterior,me la ofrecido mi vecina yo era incapaz de cocinar nada.La mayoría de veces era Anne la que me invitaba a comer a restaurantes caros,esto me avergonzada bastante,se suponía que era yo el que tenía que invitarla,pero por desgracia nunca pude y nunca podré.

Encedí el décimo cigarro de la noche y le dí una calada larga.Es cierto,tenía que dejarlo,pero que haría yo sin tabaco,problamente acabaría cometiendo algún asesinato.

En ese mismo instante cuando saboreaba el humo en mi boca alguien peguó en la puerta.

-Maldita sea...-murmuré malhumorado.

Esperé a quien quiera que fuera se marchara,no tenía ganas de nada.

Volvió a pegar,me levanté derramando la cerveza sobre el suelo y abrí la puerta de sopetón preparado para arrear una bofetada a quien fuera necesario,aunque mi mano se congeló junto a mi costado,cuando ví aquella sonrisa perfecta.

-Hola-saludó timidamente.

La estreché entre mis brazos,como un buceador cuando sube a la superficie y coge aire.Habia perdido toda esperanza en mi vida,ya no tenía ningún sentido vivir pero Anne me había devuelto el aire que necesitaba.

Sus labios resbalaban por los mios.Cinco meses sin tocar a una mujer,lo que más me dolía esque la última había sido la hermana de Anne y no ella.Pero ahora no importaba.

Todo su cuerpo quemaba,su cuerpo y su boca.

-Te quiero-me susurró en algún momento de la noche.

-¿Me has perdonado?-le pregunté como respuesta.

Analizó mis facciones con media sonrisa a la vez que me acariziaba el pelo.

-No importa-dijo tiernamente.

Nos miramos durante segundos,como si el tiempo no hubiera pasado para nosotros.


sábado

Solo es un "hasta luego".

Me voy chicas,no voy a dejar mi novela pues estoy más que nunca enfrascada en ella pero no voy a subir más.
Quiero ir en serio con esto,me gustaría publicarla de verdad,aunque sea en un futuro(lejano).
Y creo que si la publico por aqui cuando tenga la posibilidad de mandarla a alguna editorial no podré.
Lo siento,pues ustedes me habeis ayudado mucho para escribirla,pero lo he decidido así.
Puede ser que a lo mejor en un futuro me olvide de la novela(que no creo)y entonces me arrepienta de no hacerla mostrado pero ahora voy muy en serio con ella y me gustaría reservarla para cuando pueda leerse en papel.
Espero que hayais disfrutado con Blanca,Diego tal y tal... Y bueno quizás algún dia os lleveis uan sorpresa y vuelva a actualizar,pero por ahora no.De todas formas no pienso cerrar esta cuenta porque en ella he conocido muchas personitas maravillosas y no me gustaría perder el contacto.
Un besazo y mil gracias por vuestro apoyo,de verdad sois todos magníficos (L)
pd: Subiré el capítulo 8 pues lo escribí todavia pensando en ustedes y ahora me veo obligada(por mi misma)a subirlo.

domingo

¡Malas noticias!

Estoy teniendo algunos problemillas con el cargador de mi ordenador,resulta que se ha roto y no me carga el ordenador,asi que estoy sin batería y por lo tanto sin ordenador.Esto me impide poder seguir escribiendo y actualizar.Intentaré solucionar el problema lo antes posible para poder avanzar con la novela.

¡Un beso!

sábado

Continuación capítulo 7.

Condujo a toda velocidad por la autovia,estaba distante y eso me asustaba bastante.
Me relaje cuando al fin pude ponerme el cinturón de seguridad y aferrarme al sillón.Hablé después de sotar un suspiro.
-Carol,se puede saber porque corres tanto-le dije al filo de la agonía.
Carol se encogió de hombros.
La miré cuando la agonía me había invadido del todo.
-¡Carol!-la llamé a gritos-¡¿A dónde coño vas?!
Paró de un frenazo el coche en el arcén.
-Que no lo sé,necesito algo.
-¿Algo como qué?
-Algo,como...necesito verlo Blanca,saber que está bien...
Había olvidado lo enamorada que estubo Carol de David aunque tenía entendido que ahora estaba felizmente con Brian.
-Y Brian...-le dije con el ceño funcrido.
Carol apretó fuertemente los ojos,los abrió al tiempo que chasqueba la lengua.
-Creo que...si volviera a ver a David ni siquiera Brian me importaría.
Me acababa de quedar petrificada,no sabía que Carol llegara hasta ahí.
Me quede con los ojos muy abiertos y las cejas levantadas y volví a mirar a la carretera,no daba crédito.
Solo fui capaz de contestar un miserable "ah".
Carol sacudió la cabeza y metió gas de nuevo,haciendo que me diera un ligero golpe con el posacabezas.
De camino a casa,tube la necesidad todo el tiempo de contarle lo sucedido a Diego,él seguro que me despejaría,haciendo,como siempre,que me olvidara de todo,que me hiciera sentirme la chica más afortunada del mundo.Decidí un poco antes de llegar,que simplemente haría como si no hubieramos discutido,como si todo lo sucedido hubiera sido un sueño,un sueño no,una estupidez,¡pensar que yo no podía querer a Diego! Me llamaría tonta una y otra vez.
Al cojer nuestra bolsas del maletero Carol y yo compartimos una mirada de agradecimiento,la mía por haberme comprado aquella preciosa chamarreta,y la suya supongo que por haberle contado lo de David,un hecho que había realizado involuntariamente pues al contarselo jamás de los jamases hubiera pensado que aquel David era "su" David.
Nos adentramos en la casa,Carol rió bajo al verme abrir la puerta de la entrada con el trasero al tener las manos llenas de bolsas,yo le continué la risa aunque me quede muda al ver a Dani en medio del salón con su sonrisa dulce directamente para mi.
Le devolví la sonrisa un poco perpleja,avergonzandome de no haberle dedicado el tiempo suficiente es ansiar su ausencia,sintiendo culpable.
Carol lo saludó con un amable abrazo,solo amable,ni la mitad de cariñoso que le hubiera dado yo de ser capaz de moverme.
Pero al parecer el solo tenía ojos para mi,no parecío aprobecharse mucho de tener a un pivón a su lado como lo era Carol.
Fui descarada al no acercarme a Dani hasta que Carol se retiró.
Asentí con media sonrisa y con las manos entrelazadas en mi espalda.
-Así que ya habeis venido...
-No-me respondío secamente para luego soltar una carcajada al ver mi cara de "no entiendo nada"-pues no ves que estoy aqui tonta...
Me removió el pelo cariñosamente y yo le envolví la cintura absorviendo el olor de su sudadera,dándole la bienvenida.
Nos dirigimos hacía el patio con su brazo alrededor de mis hombros.
-Por cierto,¿y Rafael?
Respiró profundamente y luego contestó echando de nuevo todo el aire.
-Ha ido a hacer algunas cosillas con Diego.
-Ah-musité decepcionada,aunque por suerte creo que él no lo notó.
-¿Qué habéis hecho?
Pareció confundido.
-En vuestro viaje-aclaré.
-Ah,cosas.
Lo miré con una ceja arqueada.
-Nada en especial Blanca,cosas que hacía tiempo teniamos que hacer-explicó atropelladamente.
Tenía mucha curiosidad pero Dani no parecía estar por la labor.Lo miré con cara de angelito.
-Dani...dime por lo menos dónde habeis estado-le pedí-tengo curiosidad-dije ingénua.
En realidad esto formaba parte de mi plan para encontrar respuestas.
-En España-me dijo secamente.
-¡¿Qué?!-grité casi sin querer.
Dani chasqueó la lengua y entrecerró los ojos ligeramete.
-¿Lo ves?Sabía que te pondrías así.
-Como no quieres que me pongas así,¿por qué no me dijisteis nada?Podría haber ido.
Esta vez fue Dani quien me miró con una ceja arqueada.
-Tu estás mal...-me insultó con una mueca en la boca.
Le lanzé una mirada asesina a la vez que deshacía de su brazo y me dirigí con grandes zancadas hacía mi cuarto,con la lagrimas a punto de brotar de mis ojos.
Cerré la puerta de la habitación fuertemente para despues cerrar la del baño con otro porrazo.Me bajé los pantalones y las braguitas mientras me sentaba en el retrete y apoyaba la espalda en el frio respaldo de este,aliviandome un poco este agobiante calor.Cuando hubo acabado me fijé en las braguitas y lo compredí todo a la vez que soltaba una risita de alivia.Me había bajado el periodo,eso explicada mis lloriqueos,las discursiones y el gran de debate sobre mi amor a Diego,Carol se reiría cuando se lo contase.
Me di una ducha y me sentí persona de nuevo,no pensaba volver a salir de la casa así que me puse unos pantalones cortos rollo "sport" y una camiseta de tirantes,me recogí el pelo en un moño.
La verdad esque hoy no me apetecía hacer nada de nada,ni siquiera comer,sentía la tripa llena y molesta.Recordé que en la mesita de noche guardaba un par de ibuprofenos,cogí uno de esos sobrecitos alargados y lo vertí en un poco de agua,me lo bebi de un trago,ignorando el desagradable sabor,acto seguido me derrumbé en la cama,con los brazos y las piernas extendidos y el aire acondicionado a tope,estaba muerta de calor,siempre me pasaba cuando me bajaba el periodo,esperaría en la cama hasta que mi humor mejorara.
Sentí los pelos enmarañados en mi nuca y el cuerpo sudoroso,me levanté casi enloquecida por cogerme una coleta(el moño se había deshacido alrededor de la noche),encontré un coletero en el tocador y me cogí un moño alto,intentando no dejar que ni un solo mechón tocara mi pelo,me era tan desagradable.
Después de hacer eso me apresuré en encontrar mi móvil (me lo había regalado Rafael antes de irse) y miré la hora: 23:16.Había dormido siete horas aproximadamente,me crujió la barriga,ahora sentía el estómago vacío aun así tenía la sensación que cualquier cosa que comiera la echaría,vía vómito.
Andé tambaleandome,dirigiéndome hacía el balcón.Las luces del despacho de Rafael estaban encendidas lo que quería decir que Rafael estaba todavía despierto,pues él nunca permitiría que una luz se quedase encendida si no había nadie en la habitación,habiamos tenido varias charlas sobre esto,cuando terminaba algunos de los miembros de la casa insultaba por vajini,"viejo maniático" le decían,quizás si fuera verdad que lo era,pero yo,por lo menos,no se lo podía reprochar,Rafael ya era bastante bueno conmigo.
Me dí media cuenta antes de que él me viera y volví de nuevo a la habitación.
El silencio en la casa era absoluto,aunque todos estaban despiertos,allí la gente no se acostaba antes de la 01:00 en un día normal.
Fuí al baño y me di otra ducha para bajar la temperatura corporal y sentirme limpia.Cuando me estube vestida sentí mucha más energía,parecía que la siesta,el ibuprofemo y el no pensar habían hecho efecto,ya que me sentía mucho mejor y no sentía los ovarios como algo primordial en mi tripa.