Páginas

viernes

Reflejos de una niñez.

Las cosas no van a cambiar,lo supe por la manera en la que me miró la última vez.No fue una mirada seria,más bien vacía,porque eso era lo que según él sentía por mí.Yo sin embargo el vacío lo sentía en el corazón,y ese vacío dolía y mucho.Todavía recuerdo sus palabras: "Ana,sé que eres especial,a lo mejor podría pasar mi vida contigo,pero no lo tengo claro y creo que esto va muy rápido y no estoy preparado,quizás las curvas cerradas me dan un poco vértigo.Me encantaría seguir conociéndote pero dame tiempo y que sea un poco más lento.Espero que lo entiendas,tenemos toda una vida por delante y sabrá Dios lo que nos depara el futuro.O nuestros hijos son hermanos o son colegas y juegan a las canicas,nunca se sabe.Ojalá podamos seguir siendo amigos y quizás con el tiempo algo más".No sabía lo que era morir en una guerra,en una explosión,en un incendio o víctima de un huracán,ahora lo comprendía.Todo mi cariño fue arrastrado con esas palabras.Me temblaron las piernas me latió mucho más rápido el corazón y creo que tuve un tic nervioso en el ojo,en fin,mis neuronas simplemente dejaron de exitir.Mi mundo se derrumbaba sin Dorian.Normalmente no me permitía pensar mucho en él,pero a veces la memoria vagaba por si sola y lo traía de vuelta,sobretodo en clase,cuando lo tenía enfrente seis hora seguidas.

-Ana,¿te has enterado?-la voz del profesor me distrajó y lo miré.

-Claro profesor.

Me miró no muy convencido y siguió hablando mientras yo me desmoronaba en la silla.Para colmo esa noche tenía el concierto,no me importaba cuando estaba allí,vestida y hecha una idea de lo que me esperaba,pero a la hora de prepararme se me hacía de una vaguedad imposible.Cantar era una de mis mayores habilidades y aficiones,al principio cuando me halababan por ello no les creía o no quería creerlos pero ya no me escondo,ahora grito a los cuatro vientos lo mucho que me gusta,sobre todo cuando lo hago con los ojos cerrados y me dejo llevar por la música.

Salí de la clase despitada y patosa no me molesté en observar como él pasaba de mi y se reunía con sus amigos,aunque no puedo negar que lo miré de soslayo.Principamente la razón por la que siempre quería quitarme del medio era por las miradas furtivas de mis compañeros y sus comentarios "Ya tenemos una famosa en clase" o "Esta noche actuará en el Bernabeu".

Como siempre salí deseando cruzarme con mi amigo de la infancia,Yahel.Con él compartía secretos,me refugiaba en los malos momentos y reiamos también en los buenos.Él sabía de mí como nadie y siempre tenía un buen consejo y una sonrisa gigante en el momento oportuno.

Cruzó el pasillo y allí estaba,con su pinta de chulito y su mirada descarada,era como llegar a casa.

-Venga mujer que no es para tanto.

-¿El qué?...-lo dije con voz pesada,como pensando ya estamos.

-Tienes la cara desencajada.Joder,que solo vas a cantar ni que te fueran a ingresar en el talego.

Arqueé la ceja con mi media sonrisa y lo empujé por el hombro.

-No empiezes Yahel.

Me senté en uno de los bancos de piedra del patio,al instante puso su pie sobre él y echó sus codos sobre su rodilla.

-Además con lo mal que cantas seguro que no te contratan más.

Y se echó a reir a carcajadas.Como siempre me arrancó una sonrisa.

-Que gracioso,si por ti fuera mi carrera de cantante no habría exitido.

Al momento me estampó una de esas sonrisas que te calman de verdad.

-Venga Ana,si sabes que eres la mejor.

Me quedé pensativa.

-Suéltalo ya ¿Qué te ronda por esa cabezita? Aparte del concierto.

Viendo la seriedad del asunto prefirió sentarse junto a mi.

-Yahel,estaba muy pillada.No me esperaba que Dorian me hiciese eso y menos así,de sopetón.Me encontraba tan a gusto ultimamente,iba todo fenomenal y después de seis meses todo al garete...

Yahel no sabía muy bien que decirme,al final dijo:

-Bueno Ana,será un arebato.Ese niñato no sabe lo que hace y el día que se de cuenta se dará de chocazos con la pared.

-Lo dices porque eres mi amigo.

-No,lo digo porque es tonto.

Se hizo un silencio,mientras él me miraba fijamente yo contemplaba el horizonte como si más allá de él hubiese un escape rápido.Entonces Yahel como siempre oportuno y jugando con mis rizos me soltó:

-Si tú sabes que con un golpe de tacón tienes a veinte moscardones volando a tu alrededor.

Di un golpetazo en el suelo con el pie y lo miré.

-¿Dónde están?

Comenzó a reirse a carcajadas.

-Yahel deja de cachondearte de mi-le dije entre risas.

-Cuando se de cuente de lo que ha perdido volverá con las orejas agachadas.

La cara se me iluminó.

-Por cierto a que adivino como irás vestida en el concierto.

-Aquí está mi amigo,el listillo.Suéltalo.

-Para empezar tus guantes de encaje con los dedos afuera.

Lo miré de reojo.

-Vamos bien.

-Tu minifalda de listas blanca y negra,esa de los dos o tres volantes.

Asentí divertida.

-Tus botas de cordones por encima de las rodillas.

-Ya veo que me conoces como a la palma de tu mano.

-En fin,horrorosa.

Le miré extrañada y le solté:

-Venga Yahel cómo puedes decir eso si sabes que compartimos los mismos gustos.

Pero él no me escuchó.

-Más que horrosa,incompleta.

-¿Y eso por qué?

-Pues muy sencillo,porque te falta esto.

Sacó una caja del bolsillo de su casaca abotanada que junto a esos vaqueros rotos se veía elengantemente macarra.Entonces la puso en mis manos y me dijo: "anda toma,a ver que te parece".La cogí ilusionada porque él sabía perfectamente mis gustos y yo sabía que era algo que seguro me iba a gustar.Así que literalmente destrozé el envoltorio y abrí esa pequeña caja.Era un colgante de plata,con una espada preciosa,de esas mediavales que se ven en las películas de gladiadores y que para el guerrero es una pieza imprescindible e importante,de estas que heredan de padres a hijos y que te muestran como si fuera un tesoro e incluso comentan siempre la cantidad de veces que ha sido su hoja forjada,así que en ese momento comprendí que era algo más que un colgante,iba más allá.Supe que tenía un tesoro en mis manos.Y ahora sabía que iría completa.Abrí los ojos como platos y lo miré fijamente.

-Vaya Yahel ¡Me encanta!-exclamé.

Me puso una de esas sonrisas que ocultaban el mensaje "te conozco como nadie".Y yo capté el mensaje.

-¿De dónde lo has sacado?

-Lo compré en una pequeña tienda del centro,de esas vacilonas que te gustan.

-Pues has dado en el clavo-comenté mientras miraba el collar atontada-Da por hecho que esta noche lo llevo.

Le agarré esa cabecita loca y le arreé veinte besos en la frente.O eso conté yo.Las carcajadas se oyeron en todo el campus.Cuando saliamos de allí pude comprobar como Dorian reía acompañado de Alice y Marta,entonces una tristeza recorrió mi cuerpo.Parecía que se había liberado.Estaba alegre y risueño.Pero ¿cómo?,es que esos meses juntos no significaban nada para él.Acaso le había importado alguna vez.Mientras se me encogía el corazón de pena seguía escuchando sus carcajadas,hasta que el brazo de Yahel sobre mi hombro y esa forma de tocarme el cuello me hicieron distraerme de mis pensamientos.Una vez más Yahel había captado mi atención,como siempre.

Me hacía gracia como cuando iba con mi mejor amigo todas las chicas se lo comían con la mirada.Esa melena morena y larga,esos ojos profundos y esa sonrisa que seguramente a todas les quitaría el sentido.Él lo sabía y lo único que conseguían esas miradas es que sus chulería al andar se volvería aún mayor y a veces reiamos cuando yo lo llamaba creido y él siempre contestaba "creida tú missmundo".Le eché el último vistazo a Dorian y caminé tan rápido como mis piernas me dejaron.Necesitaba salir de allí.Yahel también aceleró el paso y volvió a lanzarme una sonrisa cómplice.

-Luego te veo artista-se despidió mientras jugaba con mis rizos.Vamos que me despeinó.Y para acabar mosqueándome,se despidió de nuevo:

-Adios Ann lex.

Comenzé a prepararme para la actuación.Y después de dos besos a mi madre me dispuse a montarme en el coche que el quipo de sonido mandaba para recogerme.En los asientos traseros se apilaban periódicos del día,en primera plana pude leer: "La artista rockera revelación,Ann lex,ofrece un concierto en Madrid y ya presume de aforo completo" .No sabía Yahel cuanto me molestaba que me llamara por mi nombre artístico"Ann lex" en su boca sonaba raro,me gustaba que él,mi amigo de toda la vida me llamara por mi nombre real,Ana.Pero siempre aprovechaba para sacarme de mis casillas en un momento dado.Cuando vine a darme cuenta estaba a punto de subirme al escenario.Entonces vi a Dorian en una de las filas delanteras,sus amigos bromeaban y le daban codazos mirándome a mí.Durante la actución me guiñó el ojo varias veces solo para chulear delante de los amigos,y me percaté de que ahora quería daserla de que era el novio de la famosa e incluso pudo leer en sus labios "luego hablamos preciosa".Se me heló la sangre y en ese momento llegué a verlo con odio,es que acaso si no fuera conocida no tendría nada que hacer con él.Pero en ese momento estaba enfrascada en mi música y no estaba dispuesta a que nada me distrajese.Así que una canción y otra y el concierto todo un éxito.

Seguía escuchando los aplausos cuando vi a Yahel,a un lado del escenario junto a la escalera.Me observaba sonriente,a mi y a mi colgante.Apreté el cogante fuertemente y suspiré mirándole a la cara."Puebra superada".Tenía la sensación del trabajo bien hecho.Me precipité hacía las escaleras esperando el abrazo de ese amigo que siempre he tenido,jamás pensé que esa situación me desvordara,pero lo que nunca imaginé es que esperando encontrar su abrazo me encontré con sus labios.Me besó apasionadamente,nunca creí que exitirían esas palomitas del estómago pero eran reales ¡Exitían! Fue increible como de un mazazo ese momento fue interrumpido por Dorian,pasaron en mi mente miles de preguntas,pero qué quieres y ahora qué pretendes,no tienes nada mejor que hacer que estropearme el mejor momento de mi vida.Probablemente no.Demasiado bonito para ser verdad...

Con el mayor respeto,como un caballero andante de los de época se retiró Yahel en esta situación tan incómoda.Fue entonces como entre los abrazos y halagos de Dorian ante sus amistades ví como la figura humilde de Yahel se marchaba del recinto,de espaldas,silencioso...

No lo pensé dos veces.Creía que la izquierda seguía a la derecha y la derecha a la izquierda,corrían por si solas.No sabía que tenía unas piernas tan independientes.En un abrir y cerrar de ojos me presenté ante él dispuesta y decidida.

Solo me miró.Después de una larga amistad de años no fuimos capaces de cruzar palabras.Sobraba todo.Esos reflejos de amistad de una niñez fluían solos convirtiéndose en mucho más,en un amor eterno que sabiamos,perduraría siempre.Jamás olvidaré aquella época,hoy lo comentamos entre risas aún enamorados.

lunes

¡Salta!

-¡Salta!

Retrocedí un paso en cuanto me asomé al filo del edificio.

-No puedo Dorian,tengo miedo-me aferré a su cintura.

-Mírame Sera-la lluvia le resbalaba por la cara y formaba pequeñas gotitas de agua en sus pestañas y su boca,me concentré en escucharle-Tienes que hacerlo,estoy aqui,contigo.

Negué con la cabeza mirando de nuevo el vacio.

-Ni siquiera se ve el suelo Dorian,no puedo.

-¡Sera! Hazlo por mi,salta ahora si me quieres.Confía en mi,te quiero,confía en mi...-me pidió con ojos suplicantes.

-Si muero será culpa tuya.

-Si mueres,voy contigo.Siempre juntos recuerdas.

Lo miré con lágrimas en los ojos,ya casi ni lo veía,su imagen se difuminaba y eso me hacía agonizar.

-Te amo Dorian.

-No puedes amarme,esto es culpa mia...

-Te amo Dorian-insistí.

-Lo sé cariño.Siempre juntos.

-Siempre...

Se oyeron voces a sus espaldas y Dorian se giró para luego mirarme aterrorizado.

-¡Salta ahora mismo Sera!

Le besé los labios,y recordé nuestro primer contacto,las mariposas seguían aqui.Y salté y las piernas me cosquillearon y miré hacía arriba esperando ver caer a Dorian,pero se escuchaban los puñetazos,los quejidos.Y ya no se escuchó nada.
El corazón me golpeaba el pecho,dificultándome la respiración pero no lo suficiente como para no correr en dirección al edificio.Al comenzar a correr me percaté del profundo dolor que sentía en la pierna,la rodilla se me doblaba con cada paso,aunque seguí,ya me preocuparía de eso más tarde.
Oí las voces de aquellos niñatos (reprimí un escupitajo) y me pegué contra la pared.Cuando las voces se esparcieron continué hacía el edificio.Subí las escaleras a duras penas.Me arrojé a la puerta que daba a la azotea y vi su silueta,en el suelo,inmovil.

-Dorian-grité.

Me arrodillé examinando su cara.

-Dorian,siempre juntos recuerda,siempre juntos...Te quiero,siempre juntos...No me dejes...

Amanecí oliendo a...nada.Los hospitales no huelen a nada,están tan pulcros que no huelen a nada.Por eso no me gustan.

viernes

Un cambio radical (No todo es lo que parece)

¡Hola! :D

Como ya habreis intuido vuelvo definitivamente a mi novela querida.He pensando en reescribirla pues hay mucha cosas de ella que me gustaría modificar y como yo voy aprediendo y evolucionando pues me gustaría que la novela lo hiciese tambien.Quiero mejorarla pero lamento deciros que esa mejora no la podreis apreciar,al menos aqui,en mi blog.Si algún día la termino,la guardaré por si me decido a enviarla a las editoriales o la dejaré en mi estantería,como algo personal ¡Mi primera novela!

Pero no os preocupeis,seguiré subiendo actus,pues advierto que la novela va a variar mucho cuando la reescriba,asi que no veo nada de malo en terminar la "antigua" Un cambio radical para no dejaros con la intriga xD

Bueno pues eso,que me deseeis mucha suerte n_n''

Pronto subiré el capítulo 9,lleno de cambios en la vida de Blanca.



-¿Preguntas? (anonimamente tambien): http://www.formspring.me/laurandroses
-Tuenti: Un cambio radical (novela) Laura roses (fotografías y relatos independientes)
-Flickr: Pincha en la fotito de la derecha.


¡Un beso! (L)

martes

Final capítulo 8.Cambios.

Pasaron los días y la carta seguía allí,guardada en un cajón,sin atreverme siquiera a mirarla.Tenía tanto miedo de lo que pudiera leer (y descubrir) que creí que lo mejor era preparme y imaginarme mil cosas,por muy disparatadas que fueran,para así no sorprenderme tanto.Esa tarde paseaba con Carol por la playa.Ibamos descalzas y en shorts,hacía mucho calor y el cielo estaba totalmente azul.
-...y entoncés cogió y se fué a ver un partido de beisbol,me enfade tanto que...
Siguió hablando como si nada.Me estaba contando la última que había tenido con Brian,la mitad del tiempo no le hacía caso pues cada noche me contaba algo parecido o que le había molestado,pero a la mañana siguiente tocaba la reconciliación,esta la escuchaba menos,pues todas eran iguales.No entendía como dos personas que se querían tanto podían pelear todo el día,porque se querían y eso nadie lo duduba,incluso Diego me lo había comentado alguna vez,y eso que Diego jamás sería capaz de meterse en la vida amorosa de otra persona,no era nada cotilla.Era super cerrado para eso,para expresar sus sentimientos,me refiero.Solo yo se los conseguía sacar pero me costaba mucho,aunque cuando lo conseguía no había dios que lo parara.Y yo contentísima de que el niño me abriera su mente ¡Como si eso no fuera lo normal! O sí lo era... Sabía que la mayoría de los hombres eran muy suyos,pero creía que lo normal era que tu pareja te contara sus preocupaciones y tal,no que se las guardara para él,porque para eso estaba yo,para que se desahogara y para apoyarle...
Carol me habló pero yo estaba distraida.
-¿Qué?
-Decía...-dijo un poco molesta-que sigues preocupada por lo de la carta.
Carol y su extraña habilidad de averiguar mis emociones.
-Creo que deberías leerla ya Blanca-me aconsejó.
La miré con los ojos entrecerrados,intentando averiguar porque me decía aquello y esperando que ella me lo explicara.
-No sirve de nada aplazarlo más...
-Tengo miedo...
Me miró dulcemente y luego me rodeó los hombros.
-No debes tenerlo ¿Por qué?
-No lo sé...Me da miedo verme entre la espada y la pared-le dije dudosa.
Bajó la vista,había dado en el clavo.Eso era lo que iba a pasar,me vería atrapada y confusa...
-Sea lo que sea...Piensa bien lo que harás-me dijo con una sonrisa.
Seguimos caminando hasta que un hermoso crepúsculo púrpura se formara en el horizonte.
Llegamos a la casa justo a tiempo para ver a Diego entrar por la puerta de aluminio que había en el salón.
-Diego-le llamó Carol,esta hizo un movimiento con la cabeza,preguntándole que pasaba.
-Hay problemas.Buscan problemas y según Rafael acabaran consiguiéndolos.
Carol fue con grandes zancadas hacía él y se adentraron en el garaje.
-Bueno...-dije hablando en voz alta para mi misma.
Y ahora que voy a hacer yo.Terminé la frase en mi mente.
Me molestaba muchísimo que siempre fuera yo la que me quedara fuera de todo,como si importase una mierda mi presencia.Puse toda mi atención en aquella puerta,mientras mis sentidos trabajaban rapidamente,mis oidos intentaban captar toda la información posible,y los otros cuatro hacían el menor ruido y movimiento posibles.
-No sabía que aquel inutil seguía en la pasma.
Aquella voz agresiva y nerviosa era,sorprendentemente la del tranquilo Rafael.
-Yo tampoco me lo explico.Es demasiado inteligente.
Todos le dieron la razón al hombre que acababa de hablar.
Estaban hablando de David Joshon y de lo que pasó cuando se llevaron a Carol.Recuerdo cuando Carol me contó aquella historia,en aquel entonces jamás me imaginaría lo que me depararía el futuro.
Carol no había pronunciado ni una sola palabra desde que entró.Oí una voz a mis espaldas.
-Hola-susurró Dani.Con aquel pelo suyo tan peinado y alborotado a la vez.
-Hola.
Le dediqué media sonrisa.
-Están reunidos verdad.
-Sí,por lo visto hay problemas-imité la forma en que lo había dicho Diego.
-Siempre hay problemas-coincidió.
Nos sentamos en sofá.Su rodillas rozó la mia y estupidamente mi corazón se aceleró.
-Lo siento Dani,el otro día me enfadé contigo sin...
-No,no.Fuí yo el que te contestó borde-me interrumpió.
-La verdad es que sí-afirmé con la boca torcida.
Dani rió y agarró mi cabeza para colocarla en el hueco de su cuello.
A estas alturas ya podía oir el ruido de mi corazón.No sabía muy bien lo que me pasaba con Dani,era un amor raro,como de hermanos,pero aún así me sentía atraida por él.
-¿Por qué tú no estás con ellos?-pregunté más que nada para romper el hielo.
Contestó mientras me acariziaba el pelo.
-Porque estoy harto de escuchar las mismas gilipolleces de siempre.
-Ah-me limité a contestar,no queriendo meter la pata.
-En realidad estoy harto de esto.De hacer siempre lo mismo y de una vida monótoma.
-Es raro.
-Me gustaría irme-me confesó.
Le miré sorprendida y el rió suavemente.
-Y por qué no te vas-inquirí colocando la cabeza de nuevo en su hombro.
-Ni idea,supongo que me da miedo hacerlo solo.
No sé si esa última frase iba con segundas.
-Yo te acompañaría-me atreví a decir.
-No,no lo harías.
Pensé que lo que quería era contradecirme para que yo le dijise que sí,que me iría con él.
-Es verdad,no lo haría-contesté. A ver que respodía ahora.
Soltó una gran carcajada,para mi sorpresa.
-Ya lo sabía,anda-me picó en tono cariñoso.
Me reí nerviosa.Cometí el gran fallo de mirarle y tener ganas de besarle.Le cogí ambos lados de la cara y apreté mis labios contra los suyos mientras sentía su mano en mis costado sujetándome junto a él.No sé porque seguí el beso,supongo que era porque no tenía ninguna gana de que acabase,pero aún así sabía que lo tendría que haber cortado.No.Debería no haberle besado nunca,así Diego no nos hubiera pillado y no se habría enfadado conmigo.
Escuchamos la puerta y teniendo en cuanta mis pocas ganas de separarme tardé un segundo en apartarme de Dani,segundo suficiente para que Diego nos viera.
Dani ni siquiera miró a Diego,se piró antes de que pronunciara palabra.
-¿Qué?-dijo Diego al fin.

jueves

¡Capítulo 8! (Leer P.D.)

-Como que por su parte no va a poder ser ¡Es mi madre por el amor de Dios,Rafael!
Me sentía impotente y fuera de lugar.Desesperada porque no sabía cuanto duraría esto y no me importaba,lo único que quería era saber la verdad.
Rafael entrelazó sus manos en la espalda y se medio vuelta,sin más.Subió la escaleras y escuché una puerta,probablemente la de su despacho.No había nadie en la casa,como casi siempre y Carol tampoco aparecía.
Me senté en el sofá sin saber muy bien que hacer y intentando no pensar en mi conversación con Rafael.Era un sofá de cuero,con lineas rectas y precisas.Los posabrazos eran como tacos de madera.No me gustaba ese sofá por eso nunca me sentaba en él,nadie se sentaba en él.Nunca había nadie en el salón lo que le daba un aspecto deprimente a la bonita casa.A mi tampoco me gustaba estar en el salón,prefería el patio o mi cuarto.Aunque la terraza era mi lugar favorito,sobre todo de noche cuando todo el cielo estaba iluminado de estrellas.Pero probablemente todos los sitios eran bonitos cuando me acompañaba Diego.Me sentía tan protegida y completa junto a él,como si no exitiera ningún tipo de preocupación para mi.
Alguien me llamó a gritos.Era Rafael.
-¿Quééééé?-contesté también gritando.
-Ven por favor.
Subí hacía el despacho del jefe y antes de entrar llamé a la puerta,costumbre.
-Pasa Blanca,pasa-me dijo pacientemente.
A Rafael le molestaba muchísimo que llamara a la puerta.
-¿Qué pasa ahora?-inquirí con aire ausente.
-Te quería dar una cosa.
Le miré con los ojos abiertos tremendamente curiosa,no quise adelantarme y esperé a que él tomara la palabra.
Trasteó en los cajones del gran escritorio de madera y sacó un sobre.Su mano se quedó paralizada en el aire,con el brazo extendido hacía mi mientras que yo obserbaba aquel sobre,como si fuera una espina en la garganta,lo cogí inmediatamente para poder despejérmela.
Era el que ví en casa de Carol y del que intúa que era mio,una intuición acertada,pero eso ya lo sabía yo en cuanto lo vi.En estos momentos hubiera abierto el sobre ropiéndolo y leer la carta alli mismo de pie pero no lo hice,salí del despacho dedicándole una ligera sonrisa a Rafael.Bajé las escaleras de nuevo,ocupando toda mi mente con la cara de Diego.Cruzé el patio a toda velocidad,entré en el cuarto de Diego,este estaba engominándose el pelo,pero yo le interrumpí abrazándolo por detrás.
-¡Diego,Diego!-exclamé contenta.
-¿Qué pasa?-preguntó mientras intentaba sujetarme las muñecas-Tranquilízate chica.
Empezé a reir histéricamente.
-Mira lo que tengo.
Le enséñe el sobre agarrándolo con las dos manos pero Diego pareció congelarse ante él.
-¿Qué?-inquirí repentinamente seria.
-¿Quién te lo ha dado?-Frio como el hielo.
Yo sonreí de nuevo ante la evidencia.
-Rafael obviamente.
-Ah-se limito a contesar.
Me senté en la cama mientras Diego seguía peinándose.No sabía a que se debía su falta de entusiasmo,creía que se pondría contento al ver lo feliz que estaba yo,pero parecía como si algo malo fuera a pasar.
-Bueno...-comentó.
Le miré atenta.
-...¿No la lees?-Terminó de decir.
Manuseé el sobre mientras lo observaba pensativa.
-Quería esperar a que lo leyéramos juntos.
Me miró con una mueca en la cara.Eso me molesto muchísimo.
-¿No quieres?
Su cara se tornó a tristeza.
-No es eso Blanca,creo que deberías leerla sola.
-¿Por qué?-contesté seca.
-Por que es algo que te incumbe a ti.Pero sabes que podremos hablar todo lo que quieras cuando la leas.
-¿Qué quieres decir con eso?
Se acerquó a abrazarme.
-Que voy a estar aqui para lo que me necesites.
Estaba de rodillas,mirándome con aquellos ojos claros que me ipnotizaban.
Le contesté tontamente en cuanto cogí aire.
-Ya lo sé cariño.
Gesticuló un "te quiero" con la boca mientras yo le acariziaba la espalda y él se dejaba querer un poquito más de lo habitual.Entendedlo como querais.



P.D: Tengo escrito mucho más por eso he tardado en subir.Me he dedicado a avanzar mucho la historia,pero según como sienta vuestro apoyo seguiré subiendo actus o no,asi que...¡Todo depende de vosotros! (L)

domingo

¡Capítulo 8! Continuación.

Salí del edificio a zancadas y anduve por el césped un poco despistada,sin saber muy bien a donde iba.Sé que mi cabeza no estaba para pensar y muchos menos para tomar decisiones importantes.Así que entré en la casa casi sin saber que sería lo próximo que haría,por suerte no tube que debatir mucho pues Rafael me sorprendió al salir de la casa cuando justo iba a entrar yo.
-Blanca ¿Cómo estás preciosa?-me saludó con la alegria que lo caracterizaba.
Hablé contra su pecho.
-Muy bien-dije riendo.
Avanzamos con el brazo de Rafael rodeando mis hombros.
-Ayer vi a Dani...-comenté.
-Creo que me dijo algo.
Hizo un extraño gesto con la cara,lo que me dió a entender que sabía que Dani y yo habiamos discutido.
Me deshice de su abrazo y lo miré fijamente.
Rafael era quizás la persona más importante aqui,en América,después de Diego,claro.Pero sabía que me ocultaba algo,lo que no sabía era cuanto tiempo iba a seguir haciéndolo y eso me ponía nerviosa.
Miré hacía el suelo,pensando en lo que decir,pero no me dió tiempo a decir nada.Rafael me cogió de ambos lados de la cara mientras hablaba.
-Muchacha,no debes preocuparte de nada.Te pedí que confiarás en mi,hazlo sin más.
-Que no Rafael,que no.Quiero ver a mi madre.
Me miró como si no diera crédito a lo que estaba escuchando.
-Creo que por su parte eso será imposible.

lunes

Reflexiones de media noche.

Hoy no puedo dormir,supongo que es por la emoción de las fiestas,el estrés,las ganas de que llegue todo y la pena de que se acabe...La navidad es bonita,no lo dudo,pero esta claro que no todo el mundo la disfruta igual.
A veces siento que estoy vacía.Me he dedicado de echarle el problema a mis gustos,a mi no me gusta el verano,no me gusta la navidad...Pero no,el problema soy yo,me doy cuenta de que no estoy aprobechando la vida y me voy a arrepentir lo que no esta escrito y no quiero.Tengo que solucionar este problema ya,todavía no sé como pero lo que sí sé esque será lo mejor que haga en la vida.No me apetece pasar toda mi vida así,amargada y con prohibiciones.
Pero a pesar de todo siento el cariño verdadero,pues solo ese hace que me olvide de todo esto,y piendo que no todo es malo que soy feliz pero solo hace falta que me encuentro sola para que vuelva a pensar la mierda que soy.
A pesar de todo siento que soy afortunada,que no me falta de nada.
Estas ultimas semanas no hago más que pensar en dar un cambio en mi y estoy entusiasmada por la idea,aunque tenga que pasar por momentos duros o tristes o por una depresión si hace falta.

Hoy por hoy,no tengo nada más que decir ¡Un beso!