Páginas

miércoles

Capítulo 6,segunda parte.

Bajé del escenario aun riendome y me senté al lado de Diego mientras le daba un sorbo a mi cerveza.
-Creo que no deberías haberte pedido la cerveza-comentó Diego.
-Diego por favor,no es la primera vez que tomo una.
Puso los ojos en blanco y tomo un poco de la suya a la vez que la camarera puso la comida sobre la mesa.
Se retiró sin decir nada.
Miré los platos horrorizada,creía que solo eramos dos y ahí había comida para cinco.
Diego se rió al ver mi expresión.
-Venga a comértelo todo,que esto vale dinero.
-Pero Diego...voy a engordar tres kilos.
Me pinchó un nacho y me lo metió en la boca,como a una niña pequeña.
-¿Qué haces?-le dije con la comida ya en la boca.
Comimos en silencio mientras escuchabamos música rock.
Me dejé dos nachos y media cerveza.
-Diego,¿cuándo van a venir Dani y Rafael?Hace ya 5 dias que se fueron.
-No lo sé,creo que dentro de 3 dias o así.
Asentí mientras miraba la espuma de la cerveza con curiosidad.
Rafael y Dani se habían marchado a hacer unos "negocios".Es cierto que los echaba de menos,sobre todo a Dani,nos habiamos unido mucho en esta semana,es cierto que solo hemos convivido dos dias,pero en esos dos días estubimos juntos practicamente todo el tiempo puesto que Diego tambien había estado ausente y Carol había llegado ayer.Así que cuando Dani me dijo que se tenían que marchar casi le supliqué que se quedaran,por lo menos él.Pero como he dicho se fueron y me quede sola excepto algunos momentos en los que Diego sacaba tiempo para mi y entonces disfrutaba de su compañia,paseabamos por la playa o charlabamos en el banco o simplemente nos cruzabamos por los pasillos y nos dabamos un simple beso entonces el seguía su camino y yo el mio que normalmente se dirigía hacía mi habitación o hacía el patio,eso sí,por muy pequeño que fuera nuestro encuentro siempre salía con una sonrisa.Por eso Diego había organizado esta cenita,para recompensarme por todo este tiempo ausente.
De repente Diego se acercó a mi oido.
-¿Bailas señorita?
Tenía tantas ganas de tocarlo y abrazalo.Salimos a la pista y Diego colocó mi mano en su hombro y me estrechó la cintura.Me encantaba su actitud,me encantaba como me trataba,me encantaba lo bromista y dulce que era,me encantaba la protección que me daba,me encanta esa cara que tenía que me hacía babear cada vez que lo miraba,maldita sea,estaba totalmente enamorada de él,y cada vez lo estaba más,me daba tanto miedo que me dejara aunque sabía que eso no pasaría porque,al igual que yo,Diego me demostraba su amor día a día.
Sonaba wasting love de Iron maiden y el ambiente no podía ser mejor.Diego me tatareaba la canción al oido y yo me derretía al escuchar su voz.Me dio una vuelta sobre mi misma y me volvió a estrechar contra él hundiendo su cara en mi pelo.
-Diego...tenemos que irnos-le susurré.
-Mmm.
Siguió tatareando la canción junto a mi oido.
-Esque son las 2 ya.
Lo hice reacionar.
-¿Las dos?
-Sí,junto a ti pasa el tiempo tan rápido.
Sonrió dulcemente mientras besaba mis labios,seguí perdiéndome en su boca mientras él agarraba mi cuello masejeándolo.
Me separé y los dos soltamos una ridícula risa tonta como dos locos enamorados.
Nos acercamos al mostrador que había junto a la entrada para pagar.
-¿Cuánto es?-le preguntó Diego a otro camarera morena.
-Son 100 dólares.
Diego paso sin problemas,pero a mi se me acababa de subir la comida a la garganta,¡¿100 dólares?!Eso era lo que había costado nuestra velada,era una exageración.
Cuando estubimos afuera le hablé a Diego:
-Diego...eso es una barbaridad.
-¿Te ha gustado la comida?
-Sí pero sabien...
Me cortó antes de que pudiera acabar la frase.
-¿Y te lo has pasado bien?
-Diego me lo he pasado muy bien pero esque son cien...
Volvió a cortarme.
-Pues entonces no tienes nada que decir,bueno sí necesito que me digas...¡Qué me quieres!
Le sonreí avergonzada ahora que él estaba esperando que se lo dijera me resultaba mucho más dificil.
-Si no me lo dices pensaré que no lo haces.
-Sabes que si que lo hago.
Le dí un ligero beso en los labios y cara a cara se lo dije.
-Te quiero.
-Ya lo sabía-dijo indiferente,puse los ojos en blanco.
Me abrió los brazos esperando que le diera uno lo hice para ocultar mi sonrojamiento.
Nos dirigimos abrazados hacía el coche y Diego arrancó mientras que con una mano me frotaba el muslo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario