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jueves

Capítulo 3.Los Angeles.

-Estaba en Los angeles,para mi suerte sabía inglés asi que lo utlizé para preguntar a alguien donde podía encontrar un hotel barato.No hizo falta que preguntara porque un policia me preguntó a mi,era guapísimo Blanca no te lo puedes imaginar.Me dijo que si necesitaba ayuda mientras me miraba de arriba abajo y soltó una sonrisa magnífica,yo no era como ahora,me vestía más infantil,creo que llevaba un vestido de florecillas y tirantes,era cortito y mis dos trenzas.Me explicó perfectamente donde podía encontrar un hotel pero lo hizo mientras tomabamos café,no lo podía evitar cada vez me gustaba más,su forma de hablar,las expresiones de su cara y esa honradez que era visible con tan solo mirarle.Hubo más cafes y más fiestas.Eramos felices e inseparables,me dijo que nunca me abandonaría pero claro...sucedió algo que lo estropeó todo.
Carol comenzó a entristezerse asi que intenté que mi cara no reflejara curiosidad,no quería que se viera obligada a contarme nada pero lo hizo mirándome a los ojos de nuevo.
-Era un domingo,los domingos nosotros cogiamos su descapotable y dabamos vueltas sin rumbo fijo pero ese dia fue diferente David parecía que quería llegar a algún sitio pues se dedicó la mayor parte del camino a mirar carteles y de vez en cuando parabamos en el arcén y él hablaba por telefono,pensé que me estaba preparando algo especial asi que me relajé pero cogimos por una carretera secundaría que no me gustó nada,hasta que llegamos a un descampado,había un tipo apoyado sobre el capó de un coche,David y él se saludaron cogiendo la mano.David me había regalado un collar unas semanas antes,era precioso.Ese dia me lo había puesto porque iba a salir con David.Salí del coche mientras ellos hablaban.Cuando David me vió al lado de aquel tipo se le escapó un mirada de pánico.El tio que me daba mala espina se acercó a mi y me agarró el collar,estaba desconcertada.Escuché un derrape detrás mia me giré bruscamente provocando que aquel tipo me arrancarra el collar.Entonces dos hombres se bajaron del coche que acababa de llegar.Me agarraron mientras me arrastraban hacía el coche.Desde el coche pude ver como disparaban al colega de David y luego...-la voz se les deshizo.
-¿David...murió?-me arrepentí al segundo de decirlo.
Carol asintió llorando yo la abrazé fue lo unico que me salió en ese momento ya que tenía los músculos agarrotados,me había quedado petrificada.
-Bueno yasta,no se por que me pasa esto algunas veces,pero esque David era tan especial-dijo secándose las lágrimas aunque siempre le volvían a salir.
-Tranquila,puedes desahogarte.
-No,no de verdad,muchas gracias.Deberiamos irnos a la cama.Mañana tenemos que hacer cosas.
La miré con los ojos muy abiertos,otra vez estupidamente curiosa.
-No querrás montar en avión sin equipaje,¿no?¿Qué pensaría la gente?-dijo bromeando mientrás reía.
Yo estaba un poco confundida.
-¿Y...de donde vamos a sacar mi equipaje?
-Iremos de compras-dijo mirándome entusiasmada,yo reí nerviosa,comprariamos mi equipaje,era lo más guay que había hecho en mi vida.
Me acosté entre aquellas sabanas desconocidas pero extrañamente seguras.
No sabía en que acabaría esto,ni siquiera lo quería pensar.Hasta ahora era todo tan...perfecto.El apartamento,Carol.Realmente parecía que iba a pasar el fin de semana con mi prima y aun así recordaba que esto no era nada más y nada menos que mi secuestro.
Me quedé dormida en seguida,¿de verdad podían pasarte tantas cosas en un día?
Desperté sofocada y quitando las sabanas de golpe,aquella calor era horrorosa.Cuando me levanté tenía sobre los pies de la cama un cojuntito bien doblado,supuse que Carol me lo había preparado,asi que me lo puse.Era muy elegante y sofisticado,constaba de unos pitillos vaqueros oscuros super ceñidos y una blusa negra que se ajustaba a mi cadera por un elástico.Me sentía mayor,suena estúpido pero asi era,aunque lo mejor fue cuando vi los zapatos,bueno los tacones,cinco centimetros de tacón de águja.La boca me llegaba hasta el suelo.
-Guau-exclamé mirandolos maravillada.
Me los coloqué y me quedaban perfectos.Andé como un pato mareado hasta la cocina donde estaba Carol tomándose un café totalmente arreglada ya.
-Estas fabulosa Blanca,parece que tienes veinte años.
Solté una risita baja.
Estubimos toda la mañana de compras,ni siquiera sé cuantas tiendas visitamos y mucho menos cuantas cosas compramos.Entramos en el aeropuerto con todas las maletas echas.Debo admitir que me sentía bien,que me sentía cómoda.La gente nos miraba impresionados,no podía parar de reir de una manera un tanto histérica y nerviosa.Cuando nos sentamos en los asientos me sentí aliviada,como un famoso que por fin entra en su casa y se libra de los paparazzi.
Decidí averiguar más cuando las azafatas apagaron las luces y todos los pasajeros comenzaron a dormirse.
-Oye Carol,no se...explícame mas cosas de...lo que hay en Los angeles.
Me miró con una media sonrisa.
-Bueno pues como en todas...las bandas-me sonrió dulcemente-Hay un jefe,se llama Rafael,es un hombre cálido pero aun asi es muy misterioso,te tendrás que acostumbrar.Luego está Yessica-por el tono advertí que no le caía bien-Es la mano derecha de Rafael,ya sabes la típica rubía-dijo con rentintín,reimos las dos juntas.
Me estubo explicando más cosas sobre la casa y de las demás personas.La casa tal y como me la explicó me encantó,era como siempre me habían gustado las casas.Como es normal,era de diseño,dijo que la fachada era blanca y de lineas rectas.Pero lo que más impresionaba era el jardín y la piscina que daba a la playa.
Pero por lo visto me quedé dormida porque no recuerdo nada más.Incluso cuando estubimos dando vueltas por el aeropuerto me encontré un poco adormilada.Despues cogimos el taxi para llegar hasta Santa mónica,donde se encontraba la casa.
El viaje fue tranquilo,el taxita conducía bastante bien por eso no sé que pasó,cuando chocamos intensamente contra un parachoques,el coche al ser grande,partió el parachoques,por lo que estabamos totalmente aguantados por él.
Yo estaba en el lado derecho es decir antes de salir yo tenía que salir Carol,lo que ocasionaba que mi situación fuera la más complicaba,por que me daba a mi que si el coche sufría el más mínimo movimiento se desplomaba hacía el campo que había debajo.
Carol me agarraba para que no fuera deslizaba hacía la derecha,yo estaba tan agarrotada que me dolía la espalda.
-Tranquila Blanca,voy a salir poco a poco,¿vale?
Yo ni siquiera me moví,Carol salió por la puerta,el coche se tambaleó un poco y yo me quedé alli en medio,entre la vida y la muerte y aun así estaba la marde tranquila,agarrotada pero tranquila.
Carol me habló desde afuera.
- Blanca necesito que salgas pero intenta no moverte demasiado-dijo gesticulando exageradamente.
Deslizé la mano por el sillón hasta que agarré el filo y me arrojé a la carretera.
-Blanca,te dije que no lo hicieras bruscamente
-Lo siento,no he podido evitarlo.
Me levanté nerviosa,la calle estaba desierta,por suerte.De repente me centré en el asiento del piloto y ví la ventanilla llena de sangre procedente de la cabeza del taxita.
-Carol,Carol-la llamé nerviosa mientras señalaba hacía el coche-Has visto como esta sangrando.
-Ya lo sé,¿vale?Estoy pensando que vamos a hacer.
Me empezé a poner nerviosa,nos iban a descubrir,seguro.
Carol se movía rápido,primero sacó al taxita y lo colocó en el suelo,después metió medio cuerpo en el automovil y empezó a manipular todos los mandos,cuando salió me acerqué y ahora constaba en el taxi que los ultimos pasajeros se habían bajado en una de las calles próximas al aeropuerto y no en la desviación a Santa mónica.
Me quedé un poco pillada.
-¿Como has hecho eso?
Carol resopló riendo.
-Hize un cursillo sobre como manipular taxis-dijo irónicamente,vale eso significaba que no lo me diría.
-Blanca,toma el movil,tienes que llamar a Diego.
Se me hizo un nudo en el estómago.Me dió el movil pero en ese momento yo tenía toda mi mente centrada en Diego.
-Blanca por favor sé rapida,dile que tiene que venir,que a surgido una emergencía.
-Vale...y como se llama este sitio-dije confundida.
-Él lo sabrá,llamalo ya-me ordenó mientras le curaba la herida al taxita.
Busqué el número y me lo coloqué en el oido aunque me resulto dificil ya que la mano me temblaba,no sabía si la voz me saldría.
El telefono pito tres veces entonces se escuchó una respiración a través del teléfono,las manos me temblaron el doble.
-¿Si?-era su voz-¿Quien es?
Lo echaba de menos,quería volver a verlo.
-Blanca,dile que tiene que venir-me chilló Carol sacndome de mis pensamientos.
-Diego,soy...Blanca-sonó tan ridículo,en realidad desde cuando llamaba un secuestrado a su secuestrador,aunque cada vez me resultaba mas dificil aferrarme a esa idea,sonreí.
-Blanca-pareció alegre-¿pasa algo?
-Bueno esque ha pasado algo...
Carol me quitó el movil.
-Blanca intenta que aquel hombre se levanté por favor-me dijo señalando con un dedo al taxita.
-Diego...-siguio hablando con Diego un poco alterada.
Comenzo a hablar mientras que yo me concentraba en dirigirme hacía el taxita sin tropezarme,consegui escuchar como Carol le decía a Diego algo como "si,si,esta bien",no quise escuchar más ya que nada más saber que Diego está al otro lado del telefono aparecían las cosquillas en el estómago.
-¿Se puede levantar?-le dije al taxita agarrándolo del codo.
-Más o menos-dijo con una mueca.
Lo ayudé a levantarlo para entonces Carol ya estaba a mi lado.
-Mire necesito que no hable de nosotras.
-¿Y por que iba a hacer eso?-dijo un poco confundido mientras intentaba no mirar a Carol pues entonces haría todo lo que ella le pidiese.
-Porque le hemos salvado la vida y encima le vamos a pagar.
El taxita la miró con ojos abiertos mientras sonreía.
-Ahh en ese caso,de aqui no sale nada.
-Bien.
Carol le dió el fajo de billetes al Taxita y al segundo oímos los motores de unos coches,yo me giré asustada de que fuera la policia o algo,pero no.
Pararon en el arcén a tres metros de nosotros,eran dos coches.El primero era un monovolumen un tanto tosco y feo.Cuando me fijé en el segundo el corazón me dió un vuelco,era el mismo que sacó Diego del garaje de Malaga,¿como diablos lo había traido hasta aqui?Entonces de aquel coche negro salió Diego y solo lo vi a él.Estaba guapisimo,llevaba un traje de chaqueta aunque sin la americana y sin corbata,con tres botonos abiertos.No pude evitar sonreir como una tonta cuando me guiñó el ojo.Carol se dirigió corriendo al hombre del monovolumen,este tipo era grande,tenía una anchura de hombros impresionantes,no era guapo pero tenía cierto atractivo y estaba totalmente rapado al cero.
-Brian-gritó Carol y se dirigió hacía el hombre grande que supuse que era Brian.
-Ha sido insoportable tenerte lejos-le dijo él con cierto acento extranjero mientras la elevaba un poco del suelo.
Carol se acercó a mi mientras Diego hablaba con el taxita.
-Cariño,ahora tú te irás con Diego,nos veremos por la mañana.
Asentí y la abrazé,le había cogido tanto cariño en tan poco tiempo.
-Tranquila cielo,nos veremos mañana.
-Pero muchas gracias por todo,¿vale?
-No tienes que darlas.
Nos separamos y alguien me rodeó los hombros,era Diego intenté relajarme,al lado de él se me hacía muy dificil manejar mi cuerpo.
Carol se dió la vuelta y antes del montarse en el coche nos mandó un beso.
-Hasta mañana.
Luego besó en los labios a Brian,cosa que me extrañó pues creía que Carol no había tenido otro novio ademas de David.El monovolumen pasó a nuestro lado echandome otra brisa de aire caluroso.
-Vamos-le dije dirigiendome hacía el coche con aire predominante.
-Vale,vale.
Sonreí.
-¿Donde vas?-preguntó hablándome en el oido-Esque quieres conducir o qué.
Perfecto,ahora se cachondearía todo el rato.
Rodeé el coche y abrí la puerta del copiloto agresivamente intentando parecer cabreada aunque tenía ganas de sonreir.
El paisaje era bonito aunque demasiado seco para mí,que adoraba el frío.Sentí los ojos de Diego fijos en mi.
-Estas preciosa de pelirroja-dijo dulcemente.
-Me gustaba mas mi pelo moreno-le confesé avergonzada aunque mirándolo a los ojos.
-Bueno en realidad-me miró a traves de su pestañas-A mi me viene mejor así.
Intenté mostrarme indiferente aunque estaba cautivada por Diego.
-Por qué te viene mejor-le dije con una ceja arqueada.
-Carol ha hecho un gran trabajo-miró la carretera de nuevo.
-No me cambies de tema Diego.
Diego soltó una carcajada y yo sonreí sacudiendo la cabeza.
-Me dejas terminar señorita protestona-dijo aun entre risas.
Bajé la vista mientras me mordía el labio,me había encantado el tono cariñoso que había usado.
-Pareces más mayor asi-soltó al fin yo levanté la vista de nuevo
-¿Y...?
-Pues que me viene bien.
-Pero por qué-dije un poco irritada pero divertida.
-Ahh,eso si que no te lo voy a decir,tenemos que parar aqui para comer.
-Este sitio es precioso.
Era una especie de chiringuito en la playa,no había mucha gente.
-Lo sé,sirven todo tipo de pinchitos.
Sonreí mientras saliamos del coche,Diego se puso a mirar no se que cachibache y yo aprobeché para ponerme en frente suya.Hablé cuando guardó el movil en el bolsillo.
-Me lo vas a decir-confirmé mientras lo miraba coqueta.
-He dicho que yo-dijo conteniendo una sonrisa.
-Muy bien.
Me acerqué mucho más a él dejándolo atrapado contra el coche.
-¿Me estas acorrolando?
Me mostró una perfecta sonrisa.
-Sí-me pegué completamente a él.
-Pues te advierto que yo sé muchos de acorralamientos-me dijo pícaro.
No me dió tiempo a contestar porque me subió sobre su hombro bocabajo.
-Diego bájame-chillé pataleando.
-Me preguntaras otra vez por qué me viene bien.
-Sí,te lo preguntaré hasta que me lo digas.
-Muy bien.
Vi como abanzabamos.
-¿Donde vamos?
Intenté bajarme pero el me tenía fuertemente agarrada.
-Al agua.
-No,no Diego,por favor.
Me estaba riendo pero no quería que me tirara al agua.
-Te voy a tirar lo siento-me dijo tambien riéndose.
Pataleé con todas mir fuerzas y me caí de cabeza al suelo tragándome toda la arena.Diego estaba carcajeándose.Estaba mosqueada me había destrozado el pelo,cogí un puñado de arena y se lo tiré,le dió en el pecho,me miró malicioso.
-Corre-dijo con una sonrisa burlona.
Me costó trabajo levantarme pues no podía parar de reir,corrí por la orilla.No parabamos de reir aunque cuando él me atrapó por detras y me susurró al oido me quedé petrificada.
-¿Que me dices ahora?
Me di la vuelta cogiendo aire,él me rodeó el cuerpo y los brazos dejándome inmovilizada.
-Que eres un estupendo secuestrador.
Liberé mis brazos para rodear su cuello y me acerqué poco a poco a él hasta que pude tocar sus carnosos labios,nos besamos frenéticamente,yo lo rodeé con mis piernas mientras seguiamos besándonos,pero me asusté,no quería ir rápido,este no era el momento.
-Blanca,Blanca,¿qué haces?¿No te gusta?-dijo con ceño fruncido-Lo ves Diego,eres tonto-hablaba consigo mismo.
Como podía pensar que no me gustaba si había sido yo la que lo había besado,ademas se me notaba en la mirada de cuanto me gustaba.
-Pues claro que me gustas idiota,es solo que me he asustado.
Le cogí la cara y le volví a besar,esta vez mas suavemente.
-Vamos a comer-le dije con una sonrisa mientras le rodeaba la cintura.
Antes de entrar en el restaurante pasamos por el coche,me pasé el cepillo que llevaba en mi equipaje y me cambié de camisa en la parte de atras aunque fue un poco incómodo pues Diego estubo observandome.
-¿Te molesta que te miré?-dijo cuando al fin salí.
-Me molesta más ver el deseo en tus ojos.
Aspiré el olor que se concentraba en su cuello.
-No puedo evitar desearte-confensó colocandome un mechón de mi pelo detrás de la oreja,sonreí avergonzada,no estaba acostumbrada a aquellos gestos tan caballerosos.
Entramos en el restaurante muy playero,había unas cuantas parejas y varios grupos de amigos aun asi no estaba lleno.La comida estaba riquísima aunque Diego no comió mucho.
-Tú no comes o qué-inquirí después de tragarme un trozo de carne.
-Comí hace poco,era más por ti.
Le sonreí,desvié la vista hacía un grupo de muchachas que había al lado nuestra y que no paraban de cotillear y mirar a Diego.Las miré furiosa.
-¿Se os a perdido algo aqui?-les dije antipáticamente.
Desviaron la vista asustadas y Diego soltó una carcajada.
-Te voy a tener que poner un bozal-dijo entre risas.
Arqueé una ceja.
-Qué gracioso.
Diego seguía riendo por lo que al final tube que sonreir,verlo reir era maravilloso.
Estubimos hablando basicamente sobre Carol y Brian,Diego me dijo que su relación era muy alocada pero que Carol sabía manejar a Brian,se entedían y que ademas se querían.
Eran las once cuando nos montamos en el coche,sonaba una música tranquila y yo me relajé contra el cristal,cerré los ojos pero no del todo,quería seguir mirando a Diego.Entonces paramos frente a un semáforo en rojo y se acercó a mi,me dió un ligero beso en los labios,me hubiera gustado devolverle el beso,pero se suponía que estaba dormida,luego apoyó su frente contra la mia.
-Te quiero Blanca-susurró,el semáforo se puso en verde y el arrancó,pero no tan rápido como mi corazón que empezó a latir,golpeándome el pecho.

martes

Capítulo 2.Carol.

Carol me miró a traves de sus gafas de Sol.
-Hola,soy Carol-me dijo con una gran sonrisa.
-Lo sé.
Le dediqué una sonrisa torcida.Carol soltó una leve risa.
-Bueno,supongo que sabrás que tu aspecto va a cambiar.
-Estoy informada.
Le sonrei timidamente.
-Y que me tendrás que hacer exatamente.
Me preocupaba que ell reaccionara mal ante mis preguntas frecuente,pero al parecer no le importó.
-Lo verás,me da pena,tu pelo es realmente bonito-dijo mientras me colocaba bien uno de mis morenos rizos-Pero no hay otro remedio.
-No pasa nada.Oye y como habeis conseguido una chica tan parecida a mi.
-La chica de la foto del pasaporte eres tú.
-¿Como?¿Y de donde la habeis sacado?
-Estamos muy organizados-dijo dedicandome una cálida sonrisa.
Estaba ansiosa por todo,ni si quiera sabía por qué.Estaba secuestrada,maldita sea,por que no me metía aquella idea en la cabeza.Supongo que me daba igual,me dejaría llevar cuando llegara lo malo,llegaría mientras tanto disfrutaría.
-Hemos llegado-anunció Carol.
Nos encontrabamos a los pies de unos edificios,eran apartamentos,super modernos.Los de la ultima planta tenían unas enormes cristaleras.Aunque los de la plantas inferiores las ventana se distribuían irregularmente,eso significaba que no todos los apartamento eran iguales.El parking tenía un gran repertorio de automoviles todos ellos,relucientes y caros,quizás el de Carol fuera el más normal.
-Vaya-musité fascinada.
Carol rió.
-Son impresionantes,¿verdad?
-Ya te digo-dije aun mirándolos con la boca abierta.
Carol se había bajado del coche,por lo que pude verla de pie,si su cara era impresionante sumada con su cuerpo era el triple de impresionante.A las largas piernas se le ceñían unos pitillos vaqueros.Una fina camiseta blanca le permitía enseñar el escote.Calzaba unos taconazos de vértigo.Con esos ocho centimetros extra,su talla se quedaría en un metro ochenta.
Cuando entramos en el portal,más bien em dió la impresión que entrabamos en la recepción de un hotel.
-Buenos dias Andres.
-Buenas señorita Carol.
Aquel señor parecía el portero,aunque claro este vestía un traje de chaqueta y llevaba un pinganillo en la oreja.
Carol se dirigió a los ascensores que estaban abarrotados.Cuando Carol entró la incomodidad era parpable sobre todo en las parejas.Las novias miraban rabiosas a sus chicos y estos miraban deseosos a Carol.Reprimí una carcajada.Carol se retocó el pelo en el espejo,luego volvió a ponerse el maxi-bolso en el antebrazo y a los tres segundos las puertas se abrieron y salimos las dos,ella sofisticada como siempre y yo todavia divertida por la escena del ascensor.Carol se dirigío hacía la derecha.
-Octavo D-susurró mientras avanzaba por el largo pasillo,de paredes blancas y suelo brillante.Solo había cuatro puertas en el pasillo.
-Estos apartamentos parecen grandes.
Carol se giró mientras daba la vuelta a la llave.
-Compruebalo por ti misma.
Empujó la puerta hacía dentro hasta que se abrió y pude ver la gran estancia.
Justo en la pared de enfrente se encontraba la gran cristalera.Todo el salón estaba en tonos blancos,menos la alfombra que era negra y algunos detalles más en negros.Entramos por una puerta corredera que daba a un largo pasillo.Luego nos metimos en la primera puerta a la derecha.
-Es el baño.
-Guau-exclamé.
El baño era moderno hasta más no poder.Tenía el plato de ducha con toda clase de chorros para hidromasaje,me imagine una ducha ahi y a cambio se me escapó una sonrisa.
-Ven te enseñaré tu habitación.
La miré con los ojos como platos.
-¿Tengo habitación?
Obtuve como repuesta una carcajada.Esto cada vez me estaba resultando más extraño,estaba secuestrada y tenía habitación.Me estaba empezando a plantear el preguntar donde estaba la camara oculta.
Mi habitación era la versión dormitorio del salón.Tenís dos camas y la pared estaba decorada por unos circulos de colores pasteles.Era precioso.
-¿Aqui voy a dormir yo?
-Si no quieres dormir en el salón.
Nos reimos juntas y avanzamos hacía el salón.
-Creo que me daré una ducha-dijo mientras resoplaba.
-Claro,despues me daré yo una,estoy un poco sucia.
Asintió y se dirigió hacía el baño.
Esperé unos segundos en la puerta hasta que oí como el grifo se encendía y las ropas de Carol caían al suelo,no creo que Carol saliera desnuda al pasillo.
Antes me había fijado en la puerta que había al final del pasillo,avanzé hacía ella.Me lo pensé unos segundos,tenía miedo de lo que podría haber alli.No lo pensé y la abrí,se me escapó una risita,tan solo era un dormitorio,tres veces mas grande que el mio pero seguía siendo solo un dormitorio,super moderno por supuesto.Lo primero que vi fue el gran armario empotrado,abrí las grandes puertas correderas negras y la boca se me abrió sin querer.Estaba lleno de punta a punta,todos los cojuntos tenían sus respectivos zapatos abajo,tenía el impulso de probarme algo pero me di cuenta de que estaba espiando y salí de la habitación con el dolor de mi corazón.
Esta vez me dirigí al salón donde había visto a Carol dejar el maxi-bolso morado.Lo abrí desesperada.Saqué toda clase de objetos,desde cremas para la cara hasta ipods.Hasta que el fondo del bolso pude ver una pequeña carpeta azul,la cogí rapidamente,en la portada ponía mi nombre eso me puso aún más nerviosa.En el interior estaba mi nuevo pasaporte,con el nombre real y la foto retocada,cosa que aun no me encajaba del todo pues yo creía que era mas prioritario cambiarse el nombre que la foto.Lo que me sorprendió de verdad fue que detrás del falso pasaporte estaba el verdadero,¿cómo diablos lo habían conseguido?
Detras de dichos pasaportes,había un sobre,no estaba sellado con pegamento,iba a sacar la carta cuando escuche el grifo del baño cerrarse.El corazón estaba a mil,guardé la carpeta,todo en el mismo orden,primero la carpeta y despues las miles de cosas que Carol tenía.
Luego me dirigí hacía la cocina,mira hacía los lados y encontré la nevera de doble puerta,cogí el primer refresco que vi y me senté en un taburete.Ahora que estaba tranquila me dediqué a obserbar la cocina.Toda la casa era de diseño,con muebles modernos y brillantes.Todos los electrodomesticos eran de aluminio,incluso el fregadero.
A los pocos segundos entró Carol liada en una toalla,descalza y con el pelo mojado.
-Que bien me ha sentado-anunció sonriendo mientras se dirigía a uno de los armarios y lo abría.
-Has visto mi habitación,¿no?
La miré sorprendida.
-No te preocupes,te lo iba a enseñar de todas formas-me dijo con una sonrisa.
-Lo siento,pero esque tenía curiosidad-le mentí,en realidad me importaba una mierda esa habitación yo solo necesitaba saber la verdad de todo esto.
-Que no pasa nada de verdad,lo mejor es el ropero-dijo guiñandome el ojo.
-Es lo único que he mirado.
-Lo sé,por eso sé que has entrado,te has dejado la puerta abierta.
Solté una pequeña carcajada,desde luego no servía para espiar si me iba dejando las puertas abierta.
-Tienes un armario impresionante.
Sonrió mientras se echaba un vaso de coca-cola.
-Me voy a duchar Carol.
-Claro,utiliza lo que quieras cielo.
-Vale-le dije alegremente y salí al salón.
Mientras me dirigía al pasillo me fijé en la mesa del salón,el bolso no estaba,necesitaba leer esa carta y ahora el bolso no estaba.
Entré en el cuarto de baño pensando un plan y se me ocurrió uno.Me asomé en la entrada del pasillo.Carol estaba viendo la tele con el vaso de coca-cola en las manos.
-Carol necesito algo limpio-dije haciendo referencia a mi vestimenta.
-En mi habitación encontraras algo.
-Ok,gracias.
Fui a trote hacia su habitación y efectivamente alli estaba el bolso,practicamente me avalanzé hacía él,cogí la carpeta,pero la carta no estaba,me puse furiosa de repente,en aquel momento ni siquiera me importaba que Carol se hubiera dado cuenta de que había estado registrando la carpeta.
Lo metí todo de nuevo,y probé suerte en los cajones del escritorio,nada,no había nada.Me rendí y elegí el cojunto,la ropa era demasiado elegante pero espectacular,no sabría decir la prenda mas bonita.Vi unos jeans cortos desgastados,con una camiseta muy mona que encontré entre toda aquella ropa.Supuse que me quedaba bien.
Fui a la ducha,me quité toda la suciedad de las piernas aunque me escocían un poco las heridas pero me relajaba.Sentí el pelo y la piel suaves y limpios de nuevo.
Cuando creí que había estado demasiado tiempo en la ducha salí y me vestí.Pasé el cepillo por mi melena y decidí dejarla suelta.Salí de la habitación acalorada.
Carol me llamaba desde el salón,había montado una especie de peluquería.Había colocado una silla en medio de la sala con un taburete al lado y un carrito al lado de este.
-Lo siento,ha llegado la hora.
Suspiré y me senté en la silla.
-No vas a mirar hasta que yo acabe-dijo preparando un potingue que no me gustó nada.
Decidí relajarme.No habiamos comido nada en todo el día y la barriga me crujía esperaba que despues de la transformación comieramos algo.Aunque estaba mas furiosa que hambrienta,pues no había podido leer la carta que tan intrigada me tenía,siempre había sido muy supersticiosa y esta carta me transmitía algo.Creo que leyéndola encajaría todo,aunque estaba segura de que Carol se había dado cuenta de mis ojeadas a la carpeta por lo que había escondido la carta razón de más para que yo creyese que esa carta era importante.Carol rompió mis pensamientos justamente cuando la imagen de Diego cruzó mi mente.
-Esto esta casi terminado-anunció entusiasmada.Empezé a ponerme nerviosa.
Solo tardó tres minutos en conducirme hacía la entrada donde había un espejo.
Durante unos segundos no fui capaz de pensar solo podía pasarme la mano por mi largo pelo pelirrojo,suave y lacío,sorprendentemente las cejas tambien eran pelirrojas,no sabía como no me había dado cuenta de todo aquello.Mi tez como por arte de magía se había aclarado al igual que mis ojos que se habían vuelto celestes.Me encantaba mi nuevo aspecto.
-Carol me encanta-exclamé mientras daba pequeños saltitos obserbando como mi melena se movía conmigo.
-Me alegro de veras,temía que no te gustase-dijo abrazandome cariñosamente.
Yo seguí maravilladoa mirandome a mi desconocido reflejo.
-Oye Blanca,estoy hambrienta,¿que tal si comemos algo?
-Por favor,yo tambien lo estoy-dije aliviada.
Carol cocinó algunas cosas y luego nos sentamos en el sofá como dos íntimas amigas mientras charlabamos de chorradas de chicas,hasta que ella empezó ha hablar de su pasado y esta vez si estube atenta de verdad.
-Yo antes era...feilla-reímos-Hasta que por una series de circunstancias empezé a saber sacarme partido y comprobé que sabía perfectamente.Empezé a transformarme a los 18 más o menos,fue entonces cuando mi nivel academico bajo al igual que la relación con mis padre,se redujo tanto que solo hablabamos cuando discutíamos.Entonces decidí viajar hasta Estados unidos creyendo que asi se acabarían todos mis problemas y estube en lo cierto durante algún tiempo en el que viví el amor más romántico que hayas podido imaginar.
Yo la miraba perpleja,mientras veia proyectada la historia en sus ojos,como en una pelicula,algo me dijo que aquello no acababa bien.


sábado

Capítulo 1.Secuestrada.

Hacía frío,aun tenía el uniforme del instituto.Pero no era el frío lo que me impedía segui corriendo,era el miedo.El miedo me había paralizado los pies,el miedo solo me permitía pensar en aquel hombre que me estaba persiguiendo desde que salí del instituto,mi cazador.Sabía perfectamente que él me había visto entrar en esa calle y que solo quedaban unos minutos para que llegara y me...cazara,si se le podía llamar así.Estaba sentada contra un coche,el miedo y el frío invadían todo mi cuerpo,junto con otros sentimientos que aun no tenían nombre.
Rezé para que pasara alguien,pero esta urbanización estaba en obras,por lo que no vivía nadie y ademas era de noche,maldita mi suerte.Por que había aceptado ir a esa cita con Carlos,por que no lo había dejado para este fin de semana.Ahora no estaría en esta situación,estaría seguramente en mi casa,no era que entusiasmara mucho,ver la cara de mi padre no era...agradable.De pronto pensé en mi madre,que haría ella tan débil sin mi apoyo.
Me encontraba en una zona residencial,la formaban filas de casa en pararelo,con una calle que atravesa la toda zona.Una parte de la urbanización daba a una calle,la única por la que se accedía a ella y la otra a un extenso campo podría dirigirme hacía él pero no estaba segura prefería ir hacía el norte y salir a la calle,al menos podría tener suerte y que algún coche se diera cuenta de mi horrible situación.
Sabía que tenía ventaja de mi cazador,el se encontraría a unas dos calles,pero como ya he dicho antes me había visto entrar asi que tenía poco tiempo para pensar un plan.
Desde la posición en la que me encontraba,sentada contra un coche y mirando hacía el sur,es decir hacía el extenso campo,había entrado por el este,mi cazador me perseguía desde la calle lateral de la urbanización asi que podría salir a la calle intermedia por el oeste y con un poco de suerte el cazador seguiría hacía el sur para entonces a mi ya me habría dado tiempo de salir a la calle.
Cuando me di cuenta estaba corriendo pero me volví a quedar paralizada al oir un motor detrás mia un coche avanzaba hacía mi,sabía que no tenía escapatoría y empezé a andar de nuevo,inutilmente.De pronto el coche paró y alguien bajó del coche.
Pude ver por el contorno de su figura que era hombre,se acercó un poco más y realmente me estaba quedando mas paralizada de lo que estaba,era...perfecto.Era jovén tendría veinte años,y su pelo rubio lo tenia moldeado en una pequeña cresta,no lo ví bien pero pude ver un brillo azul en sus ojos.Sus labios entreabiertos eran tambien perfectos.Sus hombros eran anchos,no le veia si era musculoso,por el gran abrigo de felpa negra que llevaba,pero me imeginaba un cuerpo perfecto.
Avanzaba hacía mi con pasos firmes,cuando estube en frente mia,me tendió la mano.No la cogí segui llorando,por que no sacaba la pistola y me mataba.Tenía la vista cada vez mas nublada pero vi las dos pares de luces avanzar hasta el final de la calle.Osea que estabamos él y yo solos.
Entonces habló y dijo algo que no me esperaba en absoluto.
-Lo siento,debo llevarte asi que no te resistas,no quiero hacerte daño.
Levanté la vista sorprendida azto seguido cogí su mano cálida y suave y me levanté.hizo intención de agarrarme el codo peo cuando estaba a punto le propiné un puñetazo y salí corriendo,solo avanzé dos pasos,en cuanto me di tiempo para respirar me encontraba sobre su hombro.
-Maldita sea,por que no me haces caso.
-No iba a dejartelo fácil.
-No se por que lo intuí.
Noté como sonreía.
Su fuerte brazo me incapacitaba moverme,intenté conseguirlo por otro camino.
-Puedes bajarme.
Silencio.
-De veras,no voy a escaparme.
Esta vez si me bajo pero me agarraba del codo,yo sabía que aquello era inutil,pues no iba a escaparme,no me serviría de nada,él volvería a cogerme y se pondrñia de mal humor,no quería verlo de mal humor.
-No creas que vas a conseguir todo lo que me pidas-dijo serio pero pude ver que tenía los labios fruncidos reprimiendo una sonrisa yo no la reprimí.
Nos parabamos junto a una furgoneta blanca y vieja,era sencilla habría visto miles de esas por la ciudad,era lógico que hubieran elegido aquel coche.
Me arrastró hasta la puerta del copiloto.
-Entra-me ordenó.
Abrí la puerta de golpe y me senté totalmente impresonaba por la suciedad que alli reinaba.Los asientos estaban llenos de manchas de grasa y olía a tabaco y comida barata,mira hacia atras estaba lleno de cajas hasta arriba tanto que no sabría decir si alli había asientos o no.
-Bueno,piensas explicarme algo-le pregunté mirándolo fijamente.
Él soltó una carcajada.
-¿Que quieres saber ahora?
-¿Por que yo?
Me miró sorprendido.
-No lo sé,no eligo estas cosas.
-Espero que sepas a donde vamos.
-Haces demasiadas preguntas para estar con tu secuestrado-dijo burlón,él no quería asustarme,se puso serio-Esto no es divertido.
-Yo no tengo ganas de reirme.
-Entonces,por que parece que esto te gusta.
Aparte la vista avergonzada,había dado en el cablo.Lo que no entendía aun era el por qué,lo intenté esconder en lo más profundo de mi mente,pero de nada sirvió pues yo sabía que aquello se debía a él.
En realidad me entusiasmaba esto,es patético lo sé,pero esque era asi.Una nueva vida,yo deseaba salir de mi vida hace mucho tiempo y por fin lo había conseguidono era la clase de vida que yo esperaba pero era diferente,me bastaba y junto a aquel hombre totalmente perfecto me olvidaba de todo.Aunque tambien había otra razón por la que deseaba salir de mi anterior vida.
-El ambiente en mi casa,no es del todo bueno.
Me miró con una ceja arqueada.
-Estoy en costante convivencía con la violencía.
-Creo que sé por donde vas.
Asentí agradecida de que me comprendiera.
Miles de imagenes se me vinieron a la cabeza,en la mayoría aparecía mi padre,aquel hombre del que me avergonzaba,que le hacía daño a mi madre y asi me lo hacía a mi.
Me agarró por la cintura atrayéndome hacía el y enterrandome en su pecho.Me quedé perpleja hasta que descubrí que las lagrimas corrían por mis mejillas,había vuelto a debilitarme.
Serían las doce de la madrugada,eso sumado a que siempre me entraba sueño después de llorar dió resultado a que me quedara frita,en brazos de...él,maldita sea ni siquiera sabía su nombre.
En todo el camino no había notado ni un solo bache,y ni un solo frenazo,por eso cuando paramos lo pude sentir perfectemente.Abri los ojos desorientada,hasta que pude sentir el calor del brazo de él alrededor de mi.Sonreí.
-Eh enana,hemos llegado.
Me senté derecha pero sin apartarme de él demasiado con el fin de que no quitara el brazo,y no lo hizo.
-¿Donde estamos dije mirando por la ventanilla?
-En Málaga,de aqui cogerás el vuelo a Estados unidos.
Tenía los ojos como platos,Él rió al ver mi expresión.
-Alli,pasamos desapercividos-dijo misteriosamente.
-Pero...¿como voy a viajar?
-Este es tu nuevo pasaporte-me informó a la vez que sacaba un pequeño cudernillo de un color rojo apagado y me lo mostró.
Efectivamente era un pasaporte,la chica de la foto se parecía a mi solo que ella tenía el pelo de un fuerte pelirrojo y los ojos azules.Vale,por la foto podría pasar desapercivida,pero el nombre era el mismo,Blanca Suarez Martin.
-Oye...y el nombre,es el real.
Él pestañeó dos veces,perplejo.
-Eh...pues...no se.
Yo meneé la cabeza,¿qué clase de secuestradores eran estos?,para que quería cambiar de imagen si en el pasaporte figuraba el mismo nombre.
-Ahora te presenta...
Le interrumpió unos golpecitos en la ventanilla,tardé unos segundos en reaccionar y abrirla.
-Hola-saludó alegremente.
Era una chica,era tan guapa que molestaba mirarla,era morena,tenía el pelo corto a la altura de la barbilla y lacío.Tenía una gran sonrisa de dientes perfectos y labios finos.Los ojos los tenía tapados con unas gran gafas de sol.
-Bueno,pues te presento a Carol.
-Hola Blanca-dijo con una sonrisa yo tambien le sonreñi despues miré a el chico con ojos tristes.
-Carol,puede esperar en el coche.
-Claro diego,te espero alli guapa-dijo dirigiendose a mi mientrás hacía una pompa con el chicle y se metía en su opel astra azul metalizado.
-Diego...-susurré mientras sonreía-¿Te volveré a ver?
Me acarició la mejilla.
-Sí dentro de dos semanas como máximo en Los angeles.Carol estará contigo,ya sabes ella te hará el cambio-le dediqué una sonrisa torcida y el doltó una carcajada.
-Lo siento mucho Blanca.
-Creéme nada supera a lo que tenía que sufrir antes.
Me siguió mirando con ojos tristes pero me pareció una tristeza disimulada,no me dió tiempo a pensar más por que Diego me había abrazado y me frotaba la espalda.
-Me costará coger a otra tan habladora.
Reimos juntos.
-Adios diego.
-Hasta pronto nena.
Me besó en la coronilla y salí del coche.
Escuché un ruido,uno de los garajes se estaba abriendo Diego metió la furgoneta en él,vi su silueta salir y luego desapareció otra vez,al cabo de unos segundos escuché rugir un coche.Luego el nuevo coche salió del garaje,me quedé flipada,solo puedo decir que era un Audi,negro y con unas lineas preciosas.Iba totalmente con el estilo de diego.Al pasar el coche por mi lado Diego bajo la ventanilla y me guiñó un ojo dejandome totamente petrificada.
Me dirigí torpemente hacía el coche de Carol mientras obserbaba mis rodillas llenas de heridas.