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jueves

Capitulo 4,parte 1.La casa.

No pude dormir en todo el camino sabiendo que Diego estaba al lado mía.Noté que frenábamos así que me puse derecha para besar a Diego pero el me detubo agarrándome por el hombro.
-Blanca aqui no pueden saber nada-dijo gesticulando la ultima palabra.
-¿Nada?
Me deje caer sobre el sillón.
-No te preocupes estaremos todo el tiempo juntos y cuando estemos a solas...-dejo la frase sin terminar mientras fabricaba una sonrisa pícara.
Yo a cambio le sonreí,con solo estar todo el tiempo con él me conformaba.
La gran cancela de la casa se abrió y pude ver la casa que como ya supuse me encantaba,tenía varias cristaleras.Entramos con el coche.Había un par de hombres a los pies de una pequeña torre de control.Vestían trajes de chaquetas.
-No te preocupes,no son mala gente.
-No son mala gente...-refunfuñé.
Diego rió entre dientes y me frotó la pierna.
-Salgamos.
Abrí la puerta con todo el cuerpo invadido con las ganas de besar a Diego que rodeó el coche y me dirigió una mano colocada en mi espalda no pude evitar sonreir.
Diego les sonrió a los tipos de la torre de control y estos levantaron la barbilla en señal de saludo.
-Dan miedo-le susurré,Diego sonrió.
Entramos por la gran puerta de cristal con el pomo de cristal y pude ver el paisaje tan hermoso que se extendía detras de la casa gracias a la cristalera,la luna era la mas bonita que había visto nunca.De repente un hombre alto de unos cincuenta y muchos años partió el paisaje en dos,pelo canoso lo llevaba larguito aunque no mucho,las entradas se extendían por su frente.Vestía traje de chaqueta,todavía no comprendía como podían ir tan abrigados con la calor que hacía.
-Por fin,estaba empezando a pensar si en vede de España la habíais traido de Rusia-bromeó.
Su sonrisa era infinita y tenía los brazos extendidos pero aun así daba miedo.Se acercó a mi y acarició mi cara.
-Es igual-dijo sonriendo con su profunda voz grave,no quería imaginar como sería aquel hombre enfadado.
La pregunta me salió sin querer.
-¿Soy igual a quien?
-Preciosa-volvió a susurrar mientras se volvía a alejar de mi y se frotaba las manos.
-Gracias-dije alto para que me escuchara,Rafael soltó una carcajada.
Diego pellizco mi costado y yo lo miré sonriendo.
-Diego deja a la niña,ya sabes a lo que me refiero.
Diego rió bajito mientras agachaba la cabeza.Estaba claro que Rafael era inteligente.
-Blanca,ven te enseñaré tu habitación.
-Rafael,yo si quieres...se la enseño yo-intervino Diego cuando yo ya me encontraba al lado de Rafael.
-Diego puedes retirarte.
Diego resopló me acarizió la espalda y salió por la puerta vi como bromeaba con los guardias.
-Tienes sueño-preguntó Rafael sonriendo.
-No,he dormido algo en el coche.
-Esta bien,me acompañas señorita-me invitó ofreciéndome su brazo,le sonreí y despues apoyé mi mano en el pliegue de su codo.
Esto era...no sabría como explicarlo,creía que se pasaba mal cuando te secuestraban en cambio yo¡Estaba tan a gusto!
Subimos por unas escaleras con escalones transparentes.Conforme subía podía ver habitaciones a ambos lados de la escaleras.Rafel se dirigió a una que había a la izquierda.Tenía un balcón que daba al mar,mi habitación era...¡Perfecta!Todo era blanco,las sabanas,el suelo,los muebles,las paredes...Fui directa al balcón.
-Las vistas...son preciosas-dije mientras habría las puertas de cristal.
-Lo sé,es el mejor balcón de toda la casa,ademas se comunica con mi despacho.
-Ahh...muy bien.
Me gustó el extraño detalle.
-¿Te ha gustado la casa?
-Sí,sí no me podría gustar más.
Sonreimos los dos mientras él me miraba con cierto cariño yo me dediqué a observar el cielo maravillada,nunca había visto un cielo tan estrellado.
-¿Te gustan las estrellas?-inquirió mirándolas él tambien.
-Sí,me encantan aunque no se ni sus nombre ni nada-me expliqué.
Rafel soltó una gran carcajada.
-Pues sabías que se le pueden poner nombre.
Lo miré sorprendida y él rió levemente.
-Sí,sí-se acercó a mi-algún día alguna llevará tu nombre.
-¡¿De verdad?!-exclamé abrazándolo casi involuntariamente.
-Claro,¿cuándo es tu cumpleaños?-inquirió con una sonrisa.
-El ocho de agosto.
-Me gusta agosto.
-A mi tambien-afirmé sorprendida de nuestros gustos comunes.
Rafel soltó una leve risa.
-Entremos,cogeras frio.
-Bromeas,hace una calor insoportable.
Me fijé en su americana.
-Y usted con esa chaqueta.
Rafael se puso serio de repente,luego su rostro se suavizó y me agarró la barbilla.
-Puedes tutearme.
-Esta bien-mencioné asintiendo.
-Entremos pues.
Me ofreció otra vez su brazo y yo lo cogí encantada.
-Gracias-añadí inclinando la cabeza levemente,los dos soltamos una carcajada que fue interrumpida cuando encontre a una señora arrodillada junto a mi maleta.
-Tranquila Blanca,esta en Margarita.
Una sonrisa apareció en su ancho rostro que difundía tanta confianza,por sus rasgos intuí que era sudamericana.Una gran boca de dientes blancos desentonaba con sus pequeños ojos.Y en medio de dos altas mejillas se encontraba una nariz ancha.
-Encantada muchacha-mencionó con acento mexicano.
-Igualmente.
Me abrazó cariñosamente.
-Que linda y que pelo-comentó,yo me sonrojé,aquel no era mi pelo sin embargo a la gente le gustaba.
-Gracias.
Le dediqué una divertida sonrisa.
-Bueno-intervino Rafael-Margarita tengo que hacer cosas,quedate con Blanca mientras tanto ¿vale?
-Claro Don Rafel vayase tranquilo.
Alguien abrió la puerta todos miramos hacía ella,era Diego.
-No se preocupe Marga,yo me quedo.
Rafael le lanzó una mirada amenazante yo le lanzé una suplicante a Rafael.
-Esta bien,Margarita puede retirarse.
Frotó mi brazo mientras yo contenía la euforía y acto seguido salieron los dos por la puerta.
Miré a Diego que se encontraba de pie en medio de mi habitación se me hacía tan raro verlo en frente de mi mirandome satisfecho,¿de verdad aquel hombre modelo me quería?
Diego se mordía el labio pícaro y yo...estaba enloqueciendo.Seguí obserbándolo mientras él se acercaba a mi despacio,duduso,pero sumamente perfecto.Lo agarré por la camiseta atrayéndolo hacía mi,él sujeto mi cintura mientras yo absorbía su olor.Después besé su cuello y él el mio,poco a poco acercamos nuestras bocas y ya nada importó,pues estaba besando apasionadamente a mi secuestrador aquel que me había alejado de mi madre y de mi vida y lo que verdaderamente me daba miedo que no me importaba,es más le estaba agradecida.
-Diego,Diego para.
Presioné mis mano suavemente contra su pecho,alejándolo.
-¿Qué?
-Tenemos que hablar.
Asintió con el ceño funcrido sentándose en la cama.
-No me quieres,¿verdad?
-Ogg,mira que eres tonto.
Me senté en su regazo y él susurró en mi oido.
-Entonces,¿qué es lo que te preocupa?
-Sé que lo sabes.
Me miró con el ceño fruncido.
-¿Qué sé,ehh?-bromeó mientras peñizcaba mi costado.
-Sabes más de lo que yo sé-le dije con mirada de reproche.
-Ohh,venga ya,eso es normal llevo aqui mucho más que tú.
-Diego-le llamé en tono desfiante-no te hagas el tonto.
-¿A quien soy igualita?-inquirí mirándolo a los ojos.
Diego bajó la vista.
-Siguiente.
-¿Como que siguiente?-exclamé en voz demasiado alta.
-Lo siento Blanca,no voy a poder contestar a nada.
Me quitó de su regazo dejándome tirada en la cama,me rechinaban los dientes de rabia.

4 comentarios:

  1. Me encanta!
    Me hago seguidoraa !
    BESOS :)

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  2. Tienes una gran imaginacion para tu edad,eso es buena señal.Sigue así no te desanimes.
    Tienes un gran futuro por delante. ^^
    Besotes TeeeeQ *_*

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  3. Jajajajaja.
    Muchas gracias:)
    Tequiero(L)

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