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lunes

Capítulo 7,segunda parte.

La luz del Sol se filtraba por mis parpados,poco a poco eso empezó a molestarme así que decidí abrirlos.
Sin quererlo recordé aquella mañana en la Diego y yo nos escapamos al despacho de Rafel,tuve que sonreir.Bajé aún sin peinar y con el pijama al piso de abajo.Carol se encontraba en la encimera de la cocina con una taza de café en la mano,me sonrió en cuanto me vió.
-Buenos dias-saludó alegremente al tiempo que me preparaba un cola cao a mi,nunca me había gustado el café.
-Hola-le respondí con desgana mientras me desmoronaba sobre la mesa.
Alzó un dedo,señanlándome.
-Deberías estar contesta.
-Debería...-coincidí.
-Creí que escuchaste nuestra pelea.
Carol sacó la taza del microóndas y le añadió dos cucharadas de cacao.
-Y la escuché-dijo al fin.
-¿Entonces?-inquirí un poco inrritada.
-Venga Blanca,sabes que hoy mismo estareis perdonados.
Le dió un mordisco a la galleta mientras ponia los ojos en blanco.
Yo no pensaba lo mismo,esta vez era yo quien tenía que perdonar y perdonar no era una de mis cualidades precisamente.
-No lo creo...-murmuré.
Ella se levantó y me rodeó con los brazos,me dió un beso en la mejilla.
-Alguna vez me he dicho algo que no se hiciese realidad-dijo con aires de superioridad.
Solté una gran risotada a la vez que Carol tambien rió conmigo.
Me bebí lo poco que quedaba en el vaso y llevé la taza al fregadero,ni siquiera tenía ganas de agacharme para introducirlo en el lavabajillas.
Carol me rodeó los hombros.
-¿Qué tal...?
Le temía cuando empezaba las frases así.
-¿...Si nos vamos de compras?
En realidad me apetecía muchisimo.
-Dame un minuto.
Me sonrió dulcemente mientras señalaba con un gesto de la cabeza las escaleras.
Ella como siempre ya estaba vestida y peinada.Aun llevaba el pelo corto pero ultimamente no se lo dejaba liso,si no que,se lo amoldaba un poco con espuma dejándole un aspecto mucho más juvenil.Hoy se había decidido por unos pantalones de tallo alto,que le marcaba su fina cintura,conbinados por unos taconazos rojos a cojunto con su blusa,dejando ver el nacimiento de sus pechos,ahora comprendereis que pensara que era un milagro que Diego estubiera enamorado de mi,teniendo a estas clase de tias rondando por la casa.
Me di una ducha rápida,froté energeticamente la esponja contra mi piel mientras el olor del gel invadía el pequeño baño.Salí a la habitación con la toalla liada y abrí el armario con gesto ausente.Al final me puse una camiseta con la etiqueta del precio puesta,era sencilla y alegre y unos vaqueros levi´s.Me recogí el pelo en una trenza tejida.
Carol me esperaba sentada en el sofá.
A veces me preguntaba donde estaba la gente.
-¿Vamos?-me dijo muy entusiasta.
Le sonreí a modo de respuesta y nos dirigimos hacía su porche negro.Se lo había regalado Brian despues de que Carol se lo hubiera pedido quinientasmil veces.Ella le había dicho que era para navidades,para las que faltaban mas de seis meses,utilizando como escusa esto pues le pidió que ya que estaban se lo podía regalar ya y Brian como un tonto lo hizo.Carol se reía y decía que lo dejara que el lo hacía con gusto,pero esque en realidad Brian parecía el perrito faldero de Carol.Aunque nunca quise meterme en ese tema,bastante tenía yo con Diego.
Cuando estabamos a punto de abanzar alguien nos cortó el paso,una figura tan sexy solo podía proceder de Diego,se acercó a mi ventanilla y me hizo un gesto con la mano para que bajara.
Abrí la puerta sin esperar a que se apartara por lo que,le golpeé con ella.
-Perdona ha sido sin querer-me disculpé frotándole el brazo,el lugar donde le había dado.
Carol nos interrumpió,a veces era tan inoportuna.
-Te espero afuera-dijo guiñándome el ojo.
Vale,rectifico,Carol seguía con su misteriosa habilidad de leerme el pensamiento.
-Vale.
Le dediqué una sonrisa verdaderamente agradecida.
Me enfrenté a Diego con los brazos cruzados.
-¿Que quieres?
Me arrepentí al segundo de haber usado ese tono borde.
Diego habló mientras acariziaba mi pomulo,erizándome y sonrojándome la piel,él lo notó y reprimió una sonrisa.
-Me preguntaba si alguna vez me perdonarás-confesó tímido y haciendo así que me volviera loca.
-Eso depende de si tu confias en mi y de si yo vuelvo a cofiar en ti-le expliqué bastante segura.
-Te juro-pareció rectificar-es más,te garantizo que puedes confiar en mi y bueno yo...siempre confiaré en ti.
Me mordí el labio inferior,una vez me había hecho dudar y plantearme las cosas.
-Diego...
Me miró ansioso.
-Qué te parece si lo hablamos despues.
Eso le sentó fatal.Pero era la primera vez que lo miraba y no sentía nada.Tuve miedo de que mi amor de esfumara.intenté convercerme de que lo quería,de que necesitaba abrazarlo pero nada de eso sirvió,es más ahora mismo no tenía ganas de pensar en él.
-Blanca,¿estás bien?-me preguntó Carol al ver que llevabamos calladas la mayor parte del tiempo.
-Sí-hize un intento de sonrisa-es solo que...
Me eché a llorar,me sentía tan desagradecida,Diego que me daba lo mejor de si.Como era posible que me hubiera desenamorado en tan solo una noche.Pues claro que no era posible,todavia lo estaba era tan solo una mala racha,quizás solo necesitara un tiempo para darme cuenta de que todavia lo quería.
-Es solo qué Blanca.
Reprimí los sollozos en un intento de explicarle a Carol lo que pasaba.
-Esque...esque creo que no quiero a Diego-dije entre gemidos.
Carol pareció petrificada.
-Pero Blanca...si ayer lo amabas con todo tu corazón-exageró un poco.
-Lo sé...pero...no sé...supongo que,al fin y al cabo,solo soy una niñata encaprichada y suertuda.Por dios Carol,Diego es lo que siempre quise y ahora,soy una desagradecida de mierda.
Carol parecía que no sabía lo que decir,así que me callé,no quería incomodarla.

2 comentarios:

  1. Guaaoo me encanta tu nove ^^ espero que te pases y veas mi novela para ver que tal lo hago ya que es mi primera novela :)

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  2. ¡Me alegro mucho!
    EN cuanto pueda me paso y te dejo un comentario,¿vale? :)

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